¿Podemos estar satisfechos de haber reducido en número de beneficiados de los bancos de alimentos con respecto a 2022?
El año 2023, los 54 bancos de alimentos asociados a FESBAL atendieron a 1.181.483 personas a través de alguna de las organizaciones sociales que se apoyan en nosotros para distribuir alimentos, un 5,2% menos que en 2022.
Si bien el dato parece positivo y esperanzador, no se han alcanzado los niveles previos a la pandemia y queda mucho camino por recorrer. En 2019, partíamos de un dato de 1,05 millones de personas y, a día de hoy, atendemos a casi 1.200.000 personas, un 18% por encima del 2019.
¿Se pueden usar esos datos para afirmar que hay menos pobreza en 2023 que en 2022?
No. Según la encuesta de Condiciones de Vida publicada por el INE, el porcentaje de riesgo de pobreza y/o exclusión social ha aumentado en 0,5 puntos en el último año y muestra que el 9% de la población presenta carencias materiales y sociales severas frente al 7,7% del año 2022. Más de un punto por encima del año anterior. Unos 4,2 millones de personas no puede permitirse una comida de proteína al menos cada dos días o no puede calentar su casa de manera adecuada. Es un dato preocupante porque supera incluso al indicador que se manejaba en 2020 que se situó en un 8,5%.
El efecto de la inflación y la subida del precio de los alimentos está impactando de manera muy negativa en la capacidad de la población para salir del umbral de pobreza teniendo que elegir entre un plato de comida o calentar su vivienda, por ejemplo.
¿Quedan ya lejos esas cifras tras la covid que dispararon el número de beneficiarios a 1,5 millones de personas?
Estamos todavía lejos de conseguir los datos de prepandemia.
¿Cómo va a influir en estos números el nuevo programa Fondo Social Europeo Plus?
El nuevo programa BASICO del FSE+, destinado a ayudar a familias con hijos menores de 14 años a cargo, va a dejar desprotegidas a un gran volumen de familias que no pertenecen a este segmento de población. Familias sin menores a cargo, o con hijos mayores de 14 años, pero menores de edad, personas mayores sin recursos, migrantes, personas en situación de desempleo o con ingresos muy bajos ….
Estimamos que casi un 83% de las personas que acuden a las entidades sociales pertenecen a alguno de estos colectivos y seguirán acudiendo a los bancos de alimentos. La sociedad en su conjunto tendremos que realizar un esfuerzo adicional para recuperar y proporcionar alimentos a todas estas personas.
“El 9% de la población presenta carencias materiales y sociales severas”
¿Suele haber suficiente donación particular de alimentos?
La sociedad española es solidaria y esto se demuestra porque a pesar de la caída del suministro de los alimentos del FEAD, debido al incremento en el precio de los mismos, en 2023 los Bancos de Alimentos hemos recibido un 2,4% más de donaciones por el resto de canales respecto a 2022.
El reto que nos planteamos es disponer de recursos suficientes para minimizar el impacto negativo que supone no recibir del FEAD (24 millones de kilos de alimentos, en el caso de FESBAL) para atender a las personas que seguirán acudiendo a las entidades sociales en búsqueda de alimento y que no pertenecen al segmento de familias con hijos menores. Confiamos en la sensibilidad de las administraciones, las empresas y la población para seguir apoyando a todos los colectivos en situación de vulnerabilidad.
En FESBAL hay preocupación por las tarjetas monedero. ¿A qué se debe esto?
La preocupación de FESBAL no está en la forma de distribuir la ayuda ya que tenemos experiencia también en la distribución de tarjetas monedero sino en la exclusión de colectivos para recibirla.
Por otro lado, el FSE+ nos ha dejado fuera en el reparto de este recurso y esto supone un impacto directo en 24 millones de kg de alimentos que tendremos que recuperar por otras vías.
¿Qué otros temas importan actualmente a FESBAL?
Es muy importante para los Bancos de Alimentos esta transición entre el FEAD y el FSE+. En la identidad de los Bancos de Alimentos está en la recuperación y redistribución de los excedentes alimentarios entre la población con vulnerabilidad; con un triple impacto, social, económico y medioambiental.
La transformación digital en la que estamos inmersos tanto los Bancos de Alimentos como la Federación es una de nuestras palancas estratégicas para mejorar nuestra eficiencia, seguir siendo referentes en la recuperación de excedentes alimentarios y en la lucha contra la pobreza alimentaria y desarrollar soluciones que generan un mayor impacto en nuestra comunidad.
“Todo el ecosistema alimentario y social va a tener que trabajar unido para conseguir un impacto social real”
¿Qué opina de la recién aprobada Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario?
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 9 de enero, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una norma que se encontraba ya en el Senado durante la pasada legislatura, pero que decayó por la disolución de las Cortes Generales.
Los Bancos de Alimentos surgieron hace más de 50 años como una manera de aprovechar los excedentes alimentarios y distribuirlos entre las personas más necesitadas. Forma parte de nuestro ADN y creemos que materializar esta inquietud en una Ley es muy importante porque va a suponer que todos los agentes de la cadena alimentaria (industria, distribución y horeca), se impliquen de manera activa en la lucha contra el desperdicio alimentario priorizando la entrega de excedentes a atender a personas en situación de vulnerabilidad. El éxito de la implantación de la Ley debe apoyarse en organizaciones experimentadas en la lucha contra el desperdicio alimentario y con conocimiento contrastado de las necesidades sociales de nuestro entorno. Los Bancos de Alimentos van a jugar un papel esencial para conseguir este reto.
¿Cómo va a influir esto en las personas y las asociaciones como la suya?
Todo el ecosistema alimentario y social va a tener que trabajar unido para conseguir un impacto social real. La digitalización de las organizaciones, las alianzas, la transparencia y la profesionalización del tercer sector van a ser clave en este nuevo entorno.
¿Se gestionan en España correctamente los alimentos?
En líneas generales estamos avanzados en la gestión de alimentos, pero la ley nueva ley del desperdicio alimentario va a ayudar a optimizar los procesos de producción y sobre todo a mejorar la sostenibilidad del proceso de la cadena alimentaria desde el momento de la planificación de las producciones de alimentos hasta su distribución y reparto de excedentes.