TRIBUNA. Johanna Gallo, co-CEO y co-fundadora de APlanet

El Informe no Financiero, un aliado del largo plazo de la sostenibilidad

Si trabajas en una empresa de más de 250 empleados que hasta ahora no se había preocupado por gestionar sus impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG o ESG, por sus siglas en inglés), esta ha tenido todo el año para prepararse y comenzar a elaborar el primer Estado de Información No Financiera (EINF) correspondiente al ejercicio 2021 que está terminando.

Johanna Gallo, co-CEO y co-fundadora de APlanet

15 Dic 2021 | Johanna Gallo | Soziable.es

Hasta este año, la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, en materia de información no financiera y diversidad, obligaba a las empresas de más de 500 empleados, que facturasen anualmente 40 millones de euros o tuviesen activos superiores a 20 millones de euros durante dos ejercicios consecutivos a informar sobre su actividad y sus impactos de carácter medioambiental, social y de buen gobierno. Esa obligatoriedad se ha trasladado ahora a todas las empresas europeas con más de 250 empleados.

Cuando entró en vigor la Ley 11/2018, esta cogió desprevenida a grandes empresas que no tenían por costumbre rendir cuentas sobre su actividad y que no se habían decidido a elaborar sus informes de sostenibilidad aunque no cotizasen en Bolsa, porque a las que sí cotizaban la reforma del Código de Buen Gobierno de la CNMV de 2015 ya les recomendaba que la gestión de la Responsabilidad Social fuera una facultad indelegable del consejo de administración, que debía ofrecer de forma transparente información suficiente sobre su desarrollo, aplicación y resultados a través de una memoria.

Tres años después, las medianas empresas con más de 250 empleados que hasta ahora no se habían preocupado por ser transparentes en cuestiones de buen gobierno, medioambientales, laborales, sociales o con los proveedores han tenido que realizar un curso acelerado para elaborar su primer Estado de Información No Financiera y presentarlo junto al informe de gestión antes del próximo 31 de marzo.

El impulso de la regulación europea en sostenibilidad desde la Directiva 2014/95/UE, de 22 de octubre de 2014, en materia de divulgación de información no financiera y sobre diversidad para grandes empresas se ha acrecentado durante los últimos años, en gran parte, por la necesidad de descarbonizar la economía con el Acuerdo de París en 2015.

Desde entonces, el Plan de Acción de la UE sobre Finanzas Sostenibles, aprobado en marzo de 2018 ha ido traccionando la demanda de la información en materia ESG como la aprobación del Reglamento (UE) 2020/852, de 18 de junio de 2020 de Taxonomía de la UE, conocido como Taxonomía ‘Verde’, para ayudar a los inversores a identificar qué puede considerarse como actividad económica medioambientalmente sostenible.

Además de la Taxonomía Verde, desde la Comisión Europea se está trabajando en la aprobación de una Taxonomía Social para 2022 y la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa de la UE (CSRD, por sus siglas en inglés) modificará la Directiva de Informes No Financieros (NFRD) existente, que obligará a los 27 estados miembros de la UE a trasponer esa nueva directiva a la legislación nacional antes del 31 de diciembre de 2022.

La legislación europea ha impulsado la transparencia en materia de sostenibilidad durante estos años y seguirá haciéndolo. Siempre se ha dicho que las empresas que veían la integración de la responsabilidad social en su actividad tenían una ventaja competitiva frente al resto y las medianas empresas de más de 250 empleados también disponen de esa oportunidad con independencia de la obligación legal para gestionar y mejorar sus impactos ESG, lo que les puede generar oportunidades de negocio, les ayudará a identificar sus riegos en la cadena de valor y a ganar en confianza y reputación frente a sus grupos de interés.

12 pasos para elaborar un EINF

Las grandes empresas ya están avanzadas, por lo general, en la gestión de la sostenibilidad. Y desde APlanet hemos elaborado la ‘Guía práctica para la elaboración del Estado de Información No Financiera 2021’ para intentar ayudar a las compañías que se van a enfrentar a su primer EINF.

Por eso, me gustaría compartir aquí los 12 pasos que habría que tener en cuenta a la hora de elaborar un informe no financiero y que ayudarán a esas compañías que van a prepararlo a entender que la sostenibilidad es más que un informe, es un modo de entender la empresa y una estrategia de largo plazo: 

- Análisis de materialidad. Realizar un diagnóstico de los temas más importantes para los grupos de interés para abordarlos en la estrategia de sostenibilidad de la empresa.

- Alcance del informe. Identificar la actividad de la empresa y los países en los que opera.

- Selección de los responsables de las áreas. Identificar a las diferentes personas dentro de la compañía que se encargarán de reportar la información exigida por la regulación, de forma que la responsabilidad del reporte de una temática concreta se centralice en una sola persona.

- Análisis de riesgos corporativos. Realizar un análisis de los posibles riesgos corporativos relacionados con la sostenibilidad para aumentar la capacidad de la compañía de afrontar los desafíos, mejorar la toma de decisiones e identificar posibles oportunidades de negocio.

- Recolección de las políticas corporativas. Aunar todas las políticas que se hayan elaborado desde la compañía en materia de sostenibilidad para incluir un resumen de las mismas en el informe tal y como pide la normativa.

- Selección de los indicadores. En base al análisis de materialidad inicial, se identificarán aquellos indicadores que son relevantes para la compañía, vinculados con GRI, principal estándar para la elaboración de memorias, evitando así dedicar esfuerzo y tiempo a la recopilación de información que no es de interés.

- Descripción de los indicadores. Para la recolección y posterior reporte de los indicadores es importante describir qué se busca de ese dato, la forma en la que se debe reportar y qué información relevante adicional se deberá incluir (alcance de la información, posibles problemas en la recolección de información…).

- Planificación de los tiempos. Uno de los puntos más importantes de la elaboración del Estado de Información no Financiera es la gestión de tiempos, lo que permitirá asegurar que se llega a tiempo a las entregas y adelantarse a posibles imprevistos.

- Selección de los responsables de la recogida de información. De este modo, cierta información se centralizará en una única persona, que estará encargada de recopilar los datos y registrar el procedimiento de obtención de estos y sus documentos soporte.

- Búsqueda y tratamiento de la información. Una vez obtenida toda la información necesaria para elaborar el informe, se deberá presentar según los requerimientos exigidos por la Ley 11/2018.

- Elaboración de la memoria. Una vez que ya se tiene la información recogida y analizada es el momento de elaborar la memoria.

- Almacenamiento y organización de las evidencias. Como establece la normativa, el EINF debe ser verificado por un organismo externo. En esta fase, los auditores encargados de llevar a cabo este trabajo solicitarán la información y los documentos empleados para la elaboración del informe.

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