Little Big Conversations, un foro de Sustainable Brands Madrid
El dilema humano en el core business sostenible
Bas van Abel, fundador del teléfono sostenible Fairphone y de la start-up circular De Clique, y Sandra Pina, directora general de Quiero, hablaron durante la celebración del foro ‘Little Big Conversations’ sobre el poder de la empresa para provocar impacto medible, desde una perspectiva humana.
28 Jun 2022 | Redacción | Soziable.es
Cambiar la mentalidad y valorar los dilemas humanos que se dan en la ecuación negocio y sostenibilidad, la escalabilidad con nuevos modelos que separen la financiación de la toma de decisiones, el proceso desde el storytelling al impacto medible, los modelos de suscripción y la tecnología como driver de la sostenibilidad son algunas de las ideas que compartieron el emprendedor social Bas van Abel, fundador del teléfono sostenible Fairphone, y de la start-up circular De Clique, y Sandra Pina, directora general de Quiero, durante el evento inaugural de Little Big Conversations, el nuevo foro de Sustainable Brands Madrid, celebrado, en colaboración con AMETIC.
En el foro, tanto Sandra Pina como Bas van Abel reflexionaron en torno a la sostenibilidad y al negocio con los modelos disruptivos creados por el empresario holandés como hilo conductor. Con el primer smartpohe sostenible, Fairphone, Van Abel le dio la vuelta al modelo de sustitución permanente de dispositivos y a la obsolescencia del programa clásico del teléfono inteligente con un razonamiento sencillo: “Para hacer un smartphone que tenga larga vida el cálculo es simple: si haces un teléfono que dure el doble, solo tienes que producir la mitad de los teléfonos, usar la mitad de las materias primas y reciclar la mitad”.
Sin embargo, según explicó, a la hora de ejecutar esta idea entraron en juego también dilemas humanos y de negocio, tales como hacer un negocio sostenible y, a la vez, rentable; crear algo y destruirlo al mismo tiempo, o atreverse a crear cambios sistémicos en lugar de limitarse a mejorar un diseño ya existente. Para él, “una empresa es lo más importante que uno puede diseñar porque está conectada con el sistema económico en su totalidad y lo determina, una empresa puede tener impacto real en el sistema”.
Coincidiendo con este enfoque, Sandra Pina insistió en la necesidad de medir ese impacto positivo con herramientas y el uso del data, como fase previa e indispensable para que las marcas puedan comunicarlo, y demostrarlo a sus grupos de interés y a la comunidad.
En este sentido, Fairphone, tal y como expuso Bas Van Abel, busca cambios sistémicos que desafíen el core de su propio negocio. “El auténtico desafío es alinear tu modelo de negocio con tu misión, que, en el caso de las empresas de impacto, es otro”, explicó. En esta línea, Sandra Pina comentó que, de cara a que esta mentalidad se extienda, “es fundamental generar conversación en todos los niveles de la empresa y en su entorno, y tener un buen storytelling porque todo comienza con una historia”. “Un relato que luego tiene que ser transformado en impacto real y medido”, agregó.
De Clique: crear valor desde el desperdicio alimentario
El segundo caso analizado por Sandra y Bas fue el de la sturt-up De Clique, nacida también de un cambio de mentalidad, según explicaron. Se trata de un proyecto que, con sede en Utrecht (Holanda), conecta los desechos orgánicos de restaurantes y cafeterías de la ciudad con emprendedores locales que, posteriormente, los transforman en nuevos productos.
En palabras de Bas Van Abel, cuando vamos a un restaurante o consumimos alimentos nos vemos como consumidores, pero también podemos ser productores de recursos, transformando lo que se considera un desperdicio alimentario en algo valioso. Así, De Clique recolecta residuos de sus clientes (la mayoría restaurantes), los transforma en nuevos productos y luego los vende a esos restaurantes.
Esto es posible, según explicó, porque el data posibilita este modelo de negocio en el que el cliente es el productor de la materia prima a partir de la cual se crean productos (compost, aceites esenciales…), algunos de los cuales comprará a su vez. De Clique ha desarrollado las apps de gestión y seguimiento que permiten, entre otras funciones, la trazabilidad del proceso, el análisis de los residuos geolocalizados, y los informes de impacto sobre la reducción de huella de carbono. “Tenemos el convencimiento de estar haciendo algo bueno, que, además, es muy divertido, y en lo que se implican mucho los equipos de los restaurantes”, señaló. Es decir, “un gran storytelling con impacto”.
“Es imprescindible que los mundos corporativos y de marca avancen alineados para construir un futuro sostenible y regenerativo”.
Además, continuó, no solo se obtienen productos con valor y precio mucho más alto, que cuanto más venden, más impacto positivo generan, sino que lo que se busca es la escalabilidad de un modelo de negocio que mantiene el poder de decisión independiente del accionariado, primando el valor real de la empresa y no la especulación.
“Es aquí donde la conversación financiera se vuelve relevante”, insistió Sandra Pina. Para ella, “el creciente protagonismo de la inversión de impacto hace cada vez más necesario el diálogo entre las direcciones financieras (inversores institucionales, gestores de fondos o compañías multinacionales) y las áreas de negocio (marca, comercial, sostenibilidad)”.
Según concluyó, “es imprescindible que los mundos corporativos y de marca avancen alineados para construir un futuro sostenible y regenerativo”.
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