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Empresas del siglo XXI y la salud mental como reto

La premisa es vivir, no sobrevivir

“El empleo digno supone una fuente de identidad para las personas con discapacidad psicosocial y desplaza el rol de persona enferma al rol de persona trabajadora”. Así se expresaba Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, en esta jornada organizada por la Fundación ONCE y la CEOE sobre las ‘Empresas del siglo XXI y la salud mental como reto’.

Las empresas españolas lideran en Europa todas las acciones encaminadas a la salud mental laboral.
Las empresas españolas lideran en Europa todas las acciones encaminadas a la salud mental laboral.

“El empleo es un factor que vertebra la vida social de las personas y condiciona nuestro bienestar psicosocial”. Esta idea planea durante toda la jornada y es compartida de alguna manera por casi todos los participantes, pero especialmente por el representante de Salud Mental España, que insiste en los beneficios de invertir en la promoción de la salud mental y el bienestar laboral.

Gallup, la empresa estadounidense especializada en análisis y asesoría, publicaba en 2022 un informe sobre el Estado global del puesto de trabajo y los resultados ofrecían una imagen poco alentadora de nuestro país. Según explicaba Carlos Santos, director general de Ibermutua, que participó en esta jornada y compartió las cifras de dicha encuesta, “los españoles somos los trabajadores más enfadados de toda Europa y los segundos más tristes”. En general, tan solo el 41% de los españoles considera que viven bien.

No solo pandemia

Las consecuencias de la pandemia han sido comentadas en numerosas intervenciones a la hora de compartir experiencias sobre salud laboral, sin embargo, se insiste también en que muchos de los problemas que hoy se han acentuado existían antes de la pandemia. Desde hace mucho tiempo, “las personas con discapacidad psicosocial tienen la segunda peor tasa de empleo entre las personas con discapacidad”, explica Nel González Zapico, presidente de Salud Mental España, que enfatiza la premisa fundamental de “vivir, no sobrevivir”.

Desde la entidad, reclaman más medidas, pero no con líneas especiales, sino cumpliendo normativas ya existentes, como son la Convención de Naciones Unidas sobre Discapacidad, la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, e incluso la estrategia de Salud Mental que aprobó Sanidad en 2021. Tan solo es necesario, explica González Zapico, que se dote de recursos adecuados, siempre centrados en la persona y que fomenten la autonomía personal de las personas con problemas de salud mental.

Las reclamaciones del sector se dirigen también a la sociedad y piden escucha, apoyo y más empatía; pero también apuntan a las empresas, a las que reivindican respeto, calor y el derecho a caer y volver a levantarse.

En su intervención, José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, puso sobre la mesa los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual una de cada cuatro personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. “La situación de la salud mental en todo el planeta es extremadamente preocupante”, advirtió. Una situación que se ha visto agravada tras la pandemia.

Martínez Donoso asegura que el Grupo Social ONCE es el mayor empleador del país de personas con problemas de salud mental y acumula muchos años de trabajo en esta materia, e informa de que España y la empresa española post COVID-19 han pasado a liderar en Europa las acciones necesarias para dar cobertura y respuesta a ese equilibrio emocional en las empresas; las empresas españolas lideran en Europa todas las acciones encaminadas a la salud mental laboral”.

Ansiolíticos que tapan la realidad

La realidad que arrojan las cifras es indiscutible y, según Gregorio Saravia, delegado de Derechos Humanos y para la Convención del CERMI Estatal, España es uno de los países en los que más ansiolíticos se consumen. Asegura que el impacto económico de los problemas de salud mental, sobre todo cuando se cronifican, es muy importante, de ahí que insista en la necesidad de paliar el estrés crónico en el trabajo y poner coto al síndrome del desgaste profesional “porque nos jugamos buena parte de nuestro futuro como sociedad”. La salud mental es imprescindible para individuos, familias, comunidades... y tiene efecto sobre la riqueza de las naciones”, afirma.

En esa misma línea apoyándose en los datos, Carlos Santos, director general de Ibermutua, afirma que “en la Unión Europea gastamos casi un 4% del PIB en atender problemas de salud mental”. Añade más datos: en 2021, se han suicidado en España 4.050 personas y un 9,5 % de la población consume ansiolíticos. Explica que detrás de estos datos se oculta una realidad, que es la importante carencia de profesionales de la salud mental, lo que deriva en un exceso de medicación en lugar de atención. “Lo tapamos”, denuncia tajante. Y finaliza: “La Estrategia española de salud mental tiene un dato tremendo: en España tardamos entre 8 y 12 años en llevar nuestros problemas a un profesional de salud mental”.

Finalmente, invita a “actuar comunitariamente, no tratando de curar pacientes sino tratando de curar una sociedad que camina más rápido que el tiempo que necesitan los seres humanos para adaptarse a ella”.

Por su parte, María Pilar Alfranca Calvo, directora de Salud de Acciona Energía, informa de las tres áreas desde las que atienden la salud mental: desde el plan director de sostenibilidad; desde seguridad y salud laboral y desde Personas. Sin embargo, resume su intervención con “tres criterios básicos para un buen envejecimiento y una vida saludable: buena alimentación; actividad física y buen diálogo con el medioambiente, es decir, con el entorno”.

La agenda del talento

Cerrando el acto, Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, afirmaba que “estamos ante un fenómeno brutalmente presente en la sociedad, ya que una de cada cuatro personas tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida” y eso arrastra consigo una crisis social, un importante coste económico y, sobre todo, el “desaprovechamiento de talento y energía”. Invita a no cargar la responsabilidad en ninguna parte y afrontar la realidad desde todos los frentes: sociedad civil, mutuas, empresas, administración...

Junto a él, Fátima Báñez, presidenta de Fundación CEOE, expuso tres datos significativos:

- Una de cada cuatro personas a lo largo de su vida tiene un problema de salud mental (hoy lo sufre el 10% de la población española)

- Los trastornos de salud mental son el número uno entre las enfermedades que preocupan a los españoles (la segunda es el cáncer)

- Ocho de cada 10 personas con trastornos de salud mental están desempleadas

Apuesta por la alianza público/privada para dar respuesta a este desafío ya que, como asegura la OMS, el trabajo decente es bueno para la salud mental y las empresas que cuidan a las personas consiguen que sean un 30% más productivas. “La salud mental en el mundo empresarial es una de nuestras preocupaciones en la agenda del talento y protagonista de nuestras acciones”.