
El informe sobre el estado del clima en el suroeste del Pacífico en 2024, publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), revela datos alarmantes: las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron niveles récord y el contenido calorífico de los océanos estuvo a punto de superar todos los registros históricos. Cerca de 40 millones de km², más del 10% de la superficie oceánica del planeta, sufrieron olas de calor marinas, una extensión comparable al tamaño de Asia o cuatro veces el de Europa y EE. UU. juntos.
En tierra firme, el impacto fue igualmente devastador. El calor extremo y las precipitaciones intensas provocaron numerosas víctimas y daños generalizados. Un ejemplo es Filipinas, que enfrentó una temporada de ciclones sin precedentes, mientras que el último glaciar tropical de Indonesia, en Nueva Guinea, está al borde de la desaparición.
“El año 2024 fue el más cálido jamás registrado en la región del Pacífico suroccidental. El calor oceánico y la acidificación están causando daños duraderos a los ecosistemas y economías. La subida del nivel del mar amenaza la existencia misma de naciones insulares. Nos estamos quedando sin tiempo para revertir esta tendencia”, advirtió la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
Filipinas enfrentó una temporada de ciclones sin precedentes, y el último glaciar tropical de Indonesia, en Nueva Guinea, está al borde de la desaparición
Este informe forma parte de una serie de evaluaciones climáticas anuales de la OMM, diseñadas para apoyar la toma de decisiones y fortalecer la resiliencia frente al cambio climático.
Con todo, en el informe también se destacan algunas buenas noticias. Este incluye un estudio de caso en el cual se pone de manifiesto que, gracias al refuerzo de los sistemas de alerta temprana y el fomento de la acción anticipatoria en Filipinas, las comunidades pudieron prepararse ante los tifones que se sucedieron en 2024 y, así, estuvieron en condiciones de actuar adecuadamente. Ello contribuyó a proteger vidas y medios de subsistencia y a brindar un apoyo digno y oportuno a las comunidades vulnerables.
Datos clave del informe
- Temperatura: 2024 fue el año más cálido registrado en la región, con una anomalía de +0,48 °C respecto al promedio 1991–2020, impulsada por El Niño. El calor extremo afectó a amplias zonas de la región en 2024, y se observaron temperaturas históricas en Australia y Filipinas, lo que acarreó graves riesgos para la salud pública, los medios de subsistencia y los ecosistemas.
- Precipitaciones y tormentas: Las lluvias extremas y las inundaciones ocasionaron víctimas mortales y destrucción en el conjunto de la región: en Australia, Nueva Zelandia, Fiji, Malasia, Indonesia y Filipinas se produjeron graves eventos que trastornaron comunidades, infraestructuras y economías.
- Glaciares: Los glaciares de Nueva Guinea han perdido entre el 30 % y el 50 % de su superficie desde 2022. Podrían desaparecer por completo en 2026.
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Océanos: La temperatura media del mar fue la más alta desde que hay registros. La acidificación y desoxigenación están alterando gravemente los ecosistemas marinos. Además, el calentamiento de los océanos contribuye a la subida del nivel del mar y altera las corrientes oceánicas, y también modifica indirectamente la trayectoria de las tormentas, potencia la estratificación de las aguas oceánicas y puede provocar cambios en los ecosistemas marinos.