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Según el Green Building Council España (GBCe)

Un edificio rehabilitado permite ahorrar entre un 30 y un 40% de agua

Según una estimación elaborada por el Green Building Council España a través de su sistema de certificación de sostenibilidad VERDE, un edificio rehabilitado permite ahorrar entre un 30 y un 40% de agua. En este sentido, el organismo apunta que la edificación y el urbanismo juegan un papel muy importante en una gestión sostenible del agua de cara a poder reducir el gasto por persona.

La gestión sostenible del agua resulta vital para reducir el gasto por persona.

A este respecto, Yolanda del Rey, responsable de Certificación del Green Building Council España (GBCe), aseguró que “el parque edificado en España está muy envejecido, por lo que es muy importante mejorar la eficiencia de sus griferías y aparatos sanitarios”.

El agua, cuyo Día Mundial se celebra este martes 22 de marzo, es un recurso limitado, escaso y con una demanda que se prevé que se dispare globalmente hasta un 55% hasta 2050, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Y es que, tal y como explicó Bruno Sauer, director General de GBCe, “el 97% del agua del planeta es salada y el 70% del agua dulce está congelada en glaciares que, como consecuencia del calentamiento global, se están derritiendo y vertiendo al mar”.

Hoy en día, aún queda agua suficiente y con una calidad aceptable para cubrir la demanda de la población mundial. Sin embargo, para la ONU, un reparto desigual se traduce en un mundo en el que la escasez de agua afecta a más del 40% de la población y donde tres de cada diez personas no tienen acceso al agua potable.

En este sentido, Borja Izaola, coordinador del proyecto LIFE Levels, cuyo objetivo es promover la edificación sostenible en Europa, matizó que “una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua al día para cubrir sus necesidades básicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero mientras en España una persona consume 129 litros por habitante, en África la media per cápita es de 20 litros”.

Nueva cultura del agua

En España, se paga de media 1,90 euros por metro cúbico de agua. De esta cantidad, 1,06 euros (el 56%) corresponden al servicio de abastecimiento y 0,83 euros (el 44%), al de saneamiento. En general, la incidencia media de la factura del agua en el presupuesto familiar es del 0,9%, muy por debajo del 5% marcado por la ONU como cifra límite de asequibilidad para abastecimiento y saneamiento del Derecho Humano al Agua.

“Con 1,90 euros se puede disponer del mismo volumen de agua que 1.000 botellas de un litro compradas en un supermercado y que costarían unos 390 euros”, reflexiona Izaola, quien consideró imprescindible una nueva cultura a nivel global que acabe con la idea de que el agua es un bien ilimitado, omnipresente y con una disponibilidad inmediata. “Debemos tomar conciencia de que las precipitaciones son cada vez menos utilizables y de que la disponibilidad de agua dulce o potable es cada vez menor”, destacó el coordinador del proyecto LIFE Levels.

Edificación y urbanismo como solución

Asimismo, Sauer considera que es necesario poner fin al desarrollo insostenible que abusa del subsuelo, de los acuíferos y que impermeabiliza el territorio, lo que acaba con la biodiversidad e incrementa la desertificación. En esta línea, el director general de GBCe recordó que “en la actualidad, se estima que en España más de dos terceras partes de la superficie está expuesta a este problema y que el riesgo es muy alto en el 11% del territorio”.

En este contexto, donde el déficit hídrico es un grave problema, se vuelve vital una gestión sostenible del agua que permita reducir el gasto por persona. Para ello, la edificación y el urbanismo juegan un papel muy importante. “Rehabilitar un edificio mejorando la eficiencia de las griferías y de los aparatos sanitarios, captar el agua de la lluvia para utilizarla en el riego y el inodoro o facilitar los procesos de depuración, separando las calidades de las aguas para sus usos son acciones imprescindibles y eficaces para reducir la demanda”, destacó Sauer.

En materia de urbanismo, el director general de GBCe resaltó opciones como la reducción de superficies impermeables, el incremento de zonas ajardinadas y pasillos verdes y que las ciudades dispongan de una red separativa de aguas “sucias”. Y, por su parte, Yolanda del Rey señaló que “la certificación VERDE nos demuestra que medidas como elegir plantas autóctonas y con bajas necesidades hídricas suponen un ahorro del 65% del agua en riego”.