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Ana Barreira, directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente

“Hay muchas leyes ambientales pero su aplicación ha fallado”

La directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIdma) hace una valoración del recién aprobado Pacto Verde Europeo y del resultado de la COP25 que acaba de clausurarse en Madrid.

Ana Barreira.
Ana Barreira.

¿Qué valoración hace del Pacto Verde Europeo?

En principio, mi valoración es positiva porque traza una hoja de ruta con propuestas ambiciosas. Un ejemplo es el mecanismo de ajuste de carbono en frontera para evitar que importemos productos o servicios cuya generación conlleva emisiones de CO2. Y es que, si importamos energía producida con carbón de países que no tienen estos mecanismos, de nada servirá los esfuerzos que se hacen en la UE. Otro es, la constante mención a asegurar que la legislación se cumpla, algo en lo que estamos fallando, tenemos mucha legislación ambiental pero su aplicación ha fallado.

"Si importamos energía producida con carbón, de nada sirven los esfuerzos de la UE"

¿Cree que será suficiente este paquete de medidas para lograr el objetivo de emisiones cero en 2050?

La Comisión afirma que la adopción de nuevas medidas no será suficiente para alcanzar los objetivos del Pacto Verde por lo que colaborará con los Estados miembro para redoblar los esfuerzos de la UE a fin de garantizar que la legislación y políticas se hagan cumplir y se apliquen de manera efectiva. Otra medida propuesta es la adopción de un plan de acción ‘contaminación cero’ para el aire, el agua y el suelo. Y estas son solo algunas de las propuestas de la Comisión. Habrá que ver cómo se concretan todas estas propuestas y qué vamos logrando en la UE.

¿Cumplirán el acuerdo los países más reticentes, como Hungria, Polonia o República Checa?

Creo que todo dependerá de los fondos disponibles. Inicialmente, estos países se opusieron fieramente en 2018 y 2019 a contar con una estrategia a largo plazo para 2050 cuyo objetivo fuera emisiones cero netas. Sin embargo, el Consejo Europeo celebrado el 12 y 13 de diciembre de 2019 finalmente ha refrendado el objetivo de lograr que la UE sea climáticamente neutra de aquí a 2050, conforme al Acuerdo de París, aunque Polonia no se ha comprometido por lo que volverá a revisar el asunto en 2020. Por ello, la lucha vendrá a la hora de repartir los 100.000 millones del Fondo de Transición Justa. A Polonia no le parece una cantidad suficiente y Macron ha amenazado que no habrá fondos para ese país si no se compromete a la neutralidad climática en 2050. Recordemos que el 80% de la energía en Polonia procede del carbón.

¿El Pacto Verde no ha sido una jugada un tanto desesperada de la UE para paliar el fracaso de la COP25?

El Pacto es algo a lo que se comprometió la nueva Presidenta Von der Leyen en su discurso ante el Parlamento Europeo cuando resultó elegida. Por tanto, era un compromiso previo a la celebración de la COP. Lo que cabe resaltar es que se había comprometido a presentarlo en 100 días desde el inicio de su mandato y lo ha hecho en la segunda semana de tomar posesión lo que es un indicador de la urgencia de actuar para hacer frente a la emergencia climática y ambiental.

¿Qué valoración hace del resultado de la Conferencia del Clima presidida por Chile y celebrada en Madrid?

Desde luego, que si miramos a los principales objetivos de la COP se puede decir que esta COP ha fallado, si bien, algo positivo también se ha logrado. Uno de los más importantes era establecer las normas o reglas para la aplicación del Artículo 6 del Acuerdo de París, el cual permite a los países a alcanzar parte de sus objetivos de mitigación a través de los mecanismos de mercado como los mercados de carbono. En este objetivo se ha fracasado estrepitosamente pues a pesar de extenderse las negociaciones dos días más de lo previsto, con duras negociaciones a altas horas de la madrugada, no se pudo más que aportar algunas directrices.

"La COP 25 ha sido un estrepitoso fracaso en el objetivo de cerrar las reglas para la aplicación del Artículo 6"

Otro de los asuntos sobre la mesa era la revisión del mecanismo de pérdidas y daños. Si bien los países en desarrollo pedían mayor financiación, al final solo se menciona que el Fondo Verde del Clima se ocupa de esta cuestión. La cuestión de la denominada financiación climática internacional también estaba en la agenda, pero dado que 2020 entra en el compromiso de los 100.000 millones de financiación acordados en Copenhague en 2009, esto también será un tema para la COP26.

¿En cuanto a lo que sí se ha logrado…?

Como resultados positivos, la COP adoptó una decisión sobre un nuevo programa de acción de género quinquenal. Además, Chile logró que los océanos sean introducidos en las contribuciones nacionalmente determinadas a presentar el año próximo en Glasgow donde se celebrará la COP26.

De cualquier forma, la UE se ha situado a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático en el mundo…

Desde luego que la UE siempre ha sido líder en las negociaciones climáticas desde el principio. Por ejemplo, podemos recordar su compromiso 20-20-20 alcanzado en 2007. Y ahora se propone presentar el año próximo una contribución nacionalmente determinada con un 50 por ciento de mitigación de emisiones como mínimo.

¿Se puede decir también que, por su parte, España se ha puesto a la cabeza de la acción climática en la UE?

España en estos momentos también está jugando un papel muy relevante en las negociaciones climáticas. Por ejemplo, los países de la UE siempre toman la palabra bajo la presidencia de la UE, pero en la COP25 la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tomó la palabra en el plenario en varias ocasiones y estuvo negociando para lograr un mejor resultado. Todo ello, viene acompañado del trabajo de elaboración del Marco Estratégico de Energía y Clima que se presentó en febrero de 2019 compuesto por los borradores de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, Anteproyecto de Ley de Energía y Clima y Estrategia de Transición Justa. Estos documentos se han visto frenados debido a la parálisis política de nuestro país, pero el compromiso sigue vigente.

La UE representa en torno al 9 por ciento de las emisiones, mientras los países más reacios a reducir suman en conjunto en torno al 60 por ciento. ¿De qué manera se puede trabajar para remontar este partido que de momento tiene un resultado tan abrumador en contra?

El multilateralismo es fundamental. Es decir, los acuerdos en el plano internacional son necesarios para hacer frente a la lucha contra el cambio climático y traer bajo una acción concertada a los principales emisores de gases efecto invernadero como es el caso de China o de la India. No cito a los EEUU porque si bien a pesar de que Trump es un negacionista, no podemos olvidar que muchos Estados y empresas de ese país siguen comprometidos y están adoptando medidas, desde que Trump es presidente, el cierre de centrales de carbón ha continuado. En la COP23 en Bonn se presentó el America’s Pledge bajo el lema ‘We are still in’ que, entre otras cosas, reporta los avances de los estados, municipios y empresas en la lucha contra el cambio climático.