
Desde su puesta en marcha en 2016, el Programa de Testamento Solidario de ACNUR ha experimentado un crecimiento sostenido, duplicando en los últimos tres años el número de personas que han decidido dar este paso. Es una elección sencilla y al alcance de todos, que se traduce en impacto real: acceso a refugio, educación, agua, salud y nuevas oportunidades para quienes más lo necesitan.
‘Héroes’ da voz a quienes, gracias a la labor de ACNUR y a las donaciones a través del testamento solidario, continúan con sus vidas y ayudan a otras personas como ellas. Y, precisamente, para seguir sensibilizando sobre el poder transformador del testamento solidario, la entidad ha lanzado esta campaña que comparte las historias de personas refugiadas cuya vida ha cambiado gracias, entre otras iniciativas, a la generosidad de quienes han decidido dejar un legado.
La campaña recoge las historias de personas como Wilmar Quintero, que fundó una organización en Medellín para integrar a personas desplazadas a través del deporte y la educación; Raphael Basemi, que huyó de la República Democrática del Congo y ahora lidera un negocio de reciclaje en un campo de refugiados en Kenia; o Parfait Hakizimana, que, tras huir de Burundi, creó una escuela de taekwondo para jóvenes y llegó a participar en los Juegos Paralímpicos de 2020. Ellos encarnan el verdadero significado de la palabra ‘héroes’, no sólo por lo que han sufrido, sino por todo lo que han logrado construir gracias a las donaciones a ACNUR.
Esta acción se presentó recientemente en un encuentro entre estos ‘héroes’ y testadores a favor de ACNUR, conducido por la periodista Mónica Carrillo, y que contó con la participación de Aminata Soucko y Khadija Amin, dos mujeres refugiadas de Mali y Afganistán, que, gracias a la labor de ACNUR, hoy lideran proyectos desde España que a su vez ayudan a otras personas refugiadas.
Durante el acto se destacó el valor del testamento solidario como una forma de ayuda transformadora, que crea un vínculo duradero entre quienes donan y quienes reciben. El mensaje que vertebra toda la campaña es claro: “Continuará…”, porque las historias de millones de personas refugiadas pueden continuar en el futuro gracias a la generosidad de quienes deciden incluir a ACNUR en su testamento para seguir ayudándoles.