La agenda España 2025 plantea el reto de incrementar en 20.000 el número de especialistas TIC en las áreas más demandadas por las empresas, como la IA, la ciberseguridad y el análisis de datos. Sin embargo, el informe ‘Empleo tecnológico. Navegando los indicadores en España y la Unión Europea. 2021’ pone de relieve que no hay suficientes profesionales cualificados para cubrir las demandas del mercado laboral, factor que está provocando una crisis de talento.
Un ejemplo claro de ello es la Ingeniería, un sector que, además, cuenta con una escasa presencia femenina en nuestro país. En concreto, las mujeres suponen tan solo el 25% de los matriculados en Ingeniería y Arquitectura y apenas un 13% en informática. Pero, a nivel mundial, las cifras son aún peores. Según la UNESCO, las mujeres son solo el 8% de los matriculados en Ingeniería y el 3% en las carreras TIC.
Tal y como recoge un estudio reciente de la Universidad de Houston y la Universidad de Washington, los estereotipos que rodean a las carreras STEAM comienzan a desarrollarse a los seis años. A este respecto, Lucía Alba, responsable de bMaker School en BQ Educación, explica que “hay tres factores que mantienen alejadas a las niñas de las vocaciones STEAM: el educativo (los mensajes que reciben en casa y en el colegio), los estereotipos de género y la falta de referentes femeninos en las profesiones científico-técnicas. Desde BQ Educación y Macmillan Education, creemos que la educación es clave para cambiar esta dinámica”.
“Hay tres factores que mantienen alejadas a las niñas de las vocaciones STEAM: el educativo, los estereotipos de género y la falta de referentes femeninos en las profesiones científico-técnicas”
En la misma línea, Carmen Domínguez, responsable de desarrollo en bMaker School, advierte que la ingeniería “ha sido tradicionalmente un sector muy masculinizado” y recuerda que, aunque “se ha avanzado mucho, aún queda mucho camino por recorrer”. Pero también pone de relieve que “según Eurostat, España es uno de los países de la Unión Europea con mayor paridad de género entre los profesionales de la ciencia y la ingeniería y los avances dentro de las carreras científicas han sido notorios, pero en las carreras técnicas su presencia sigue siendo limitada”.
Al mismo tiempo, Domínguez incide en que, por ejemplo, “el sector de la ingeniería (y cualquier otro) se enriquece con la diversidad: la tecnología debe estar al servicio de la sociedad y por eso los equipos que la desarrollan necesitan gente con experiencias, enfoques, visiones… muy diferentes”.
Visibilizar, acercar y apoyar
Para tratar de hacer frente a la carencia de profesionales cualificados, desde el proyecto educativo bMaker se trabaja en tres ámbitos de actuación clave. Tal y como detalla Domínguez, “el primero es visibilizar la contribución histórica de la mujer a la ciencia y la tecnología en nuestros contenidos, desmitificando esa idea de que la tecnología siempre ha sido ‘cosa de chicos’ y mostrando referentes a las niñas con los que se puedan identificar. El segundo es acercar la tecnología a las niñas de forma motivadora y lúdica para romper la barrera de entrada y fomentar el gusto por el STEAM y las TIC. Y el tercero, apoyar iniciativas que promuevan la presencia de la mujer en el sector, como por ejemplo la ‘Alianza STEAM por el talento femenino’, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de la que formamos parte”.
“Cuando las niñas empiezan a trabajar la tecnología a través de metodologías activas en las que ellas son las protagonistas, empiezan a cuestionar ese mensaje autolimitante de que la tecnología no es para ellas”
Y los resultados derivados de esas actuaciones específicas no se han hecho esperar. Según la responsable de desarrollo en bMaker School, “cuando las niñas empiezan a trabajar la tecnología a través de metodologías activas en las que ellas son las protagonistas, empiezan a cuestionar ese mensaje autolimitante de que la tecnología no es para ellas: comienzan a crear, a construir, a desarrollar...”.
Asimismo, subraya que “lo importante es que en ese punto no se topen con el escepticismo de su entorno, los estereotipos o la incomprensión, por eso fomentar las vocaciones STEAM entre las niñas no solo es un trabajo con las niñas, requiere de un compromiso de todos a nivel educativo y social”.
En el futuro, los empleos con alta cualificación crecerán en un 25% y la paridad en el ámbito científico-técnico será determinante para garantizar el correcto funcionamiento del mercado laboral, lo que, según bMaker, pone de relieve la necesidad de trabajar ya en los estereotipos de género en la tecnología.