
Desde la red de entidades sociales que colaboran con el programa Incorpora de la Fundación “la Caixa”, se analizan las necesidades de cada empresa y se diseña un plan a medida que incluye asesoramiento y acompañamiento en la incorporación al puesto de trabajo, en la adaptación y en el mantenimiento posterior.
“La inclusión de las personas con problemas de salud mental en el mundo laboral ha demostrado ser un factor clave en su recuperación, ayudándolas a mejorar su autoestima y su calidad de vida”, aseguró Laia Ferrer, psicóloga clínica y colaboradora del programa Incorpora.
Ferrer destacó, asimismo, los beneficios del empleo especialmente en la juventud: “Los jóvenes con problemas de salud mental que acceden a una primera oportunidad laboral llegan con mucha ilusión, con una motivación extra”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 25% de la población tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida y, en el 75% de los casos, se manifestará antes de que los afectados hayan alcanzado la mayoría de edad.
“Como sociedad, tenemos el reto de abandonar las conductas discriminatorias o estigmatizantes con estos chicos y chicas para favorecer un futuro mejor para todos”, añadió Ferrer.
Sensibilización
Los estigmas, el miedo y el desconocimiento siguen siendo la principal barrera en la inserción laboral de las personas con problemas de salud mental y provoca que éste sea uno de los grupos de población con una tasa de desempleo más elevada.
Para romper estas barreras, los técnicos de Incorpora Salud Mental realizan un importante trabajo de sensibilización, enfocado especialmente a las empresas y al fomento de la diversidad en el lugar de trabajo.
Trabajar y contar con una rutina laboral facilita que las personas con problemas de salud mental estructuren su proyecto de vida, al tiempo que les otorga un rol activo en la sociedad que aumenta su autoestima y bienestar.
Al lado de los colectivos en riesgo de exclusión
El programa Incorpora de la Fundación “la Caixa” tiene como objetivo principal promover la inclusión laboral de las personas en riesgo de exclusión social.
A través de sus diferentes líneas de actuación, atiende a personas con problemas de salud mental, personas con discapacidad física, intelectual o sensorial, mujeres víctimas de violencia de género, personas migrantes, jóvenes, personas mayores de 45 años y personas con problemas de adicciones, entre otras.
Desde su puesta en marcha en 2006, más de 450.000 personas en situación de vulnerabilidad han conseguido un empleo a través de Incorpora. Esto es posible gracias al trabajo en red de más de 400 entidades sociales y la colaboración de miles de empresas socialmente responsables de toda España de sectores diversos como la hostelería, el comercio, la limpieza, la atención sociosanitaria, el transporte, la industria y la logística.