Según denuncia la ONG Save the Children en su último informe, ‘El coste de la crianza en 2022’, el presupuesto que deben invertir las familias para mantener a un hijo o hija ha aumentado más del 14% en menos de cuatro años. En 2022, el precio de crianza de un hilo o hija asciende a 672 euros al mes, de ahí que España cuente con un índice de fecundidad de 1,19 hijos por mujer, según el Instituto Nacional de Estadística, uno de los más bajos a nivel europeo.
El coste de la crianza en españa ha aumentado más de un 14% en menos de cuatro años
Para casi 900.000 hogares, es directamente imposible cubrir este gasto, incluso dedicando todos sus ingresos a ello. Según Alexander Elu, especialista en pobreza de Save the Children, “si analizamos el porcentaje de ingresos que los hogares deberían invertir en el cuidado de sus hijos e hijas, vemos que para el 20% más pobre de las familias el coste de la crianza es inasumible”.
A esto se suma que España carece de políticas de apoyo a la crianza comparables a la del resto de la Unión Europea. Tal y como afirma Elu, “las instituciones, tanto el Gobierno central como las comunidades autónomas, dejan solas a las familias en la crianza. Nuestro país no lo aborda como una inversión de futuro; tampoco apuesta por el desarrollo pleno de la infancia ni ve a la familia como un factor esencial que contribuye al sistema productivo y al conjunto de la sociedad”. La pobreza infantil en España es del 27,4%, la tercera tasa más alta de la Unión Europea.
España carece de políticas de apoyo a la crianza comparables a la del resto de la Unión Europea
El primer cálculo del coste de la crianza que realizó Save the Children se llevó a cabo en julio de 2018. Desde entonces, y hasta marzo de 2022, la inflación en España ha aumentado un 11,3%. Si se compara este resultado con los distintos gastos de la crianza, se observa que algunos han aumentado en un valor similar al de la inflación, como la alimentación (13%), la higiene (9%), la ropa y el calzado (13%) o la vivienda (15%), pero otros en un porcentaje mucho mayor, como el ocio y los juguetes (25%), los muebles y enseres (30%) o los suministros energéticos (53%). En el año 2018, este coste era, de media, de 587 euros mensuales. En menos de cuatro años, el cuidado de los niños y niñas ha crecido un 14,5%, es decir, 85 euros al mes. El experto Elu indica, a este respecto, que “la crianza en España se ha encarecido por encima del incremento general de precios, ya de por si elevado”.
En la investigación se constatan diferencias significativas entre las comunidades autónomas. “No es lo mismo criar a tu hijo o hija en Andalucía que en Catalunya o en la Comunidad de Madrid”, advierte Elu. El coste medio de la crianza en Andalucía es 641 euros por mes y en Catalunya es de 819 euros. Esto se traduce en que criar en Catalunya es hasta un 27,8% más caro que en Andalucía.
Criar en Catalunya es hasta un 27,8% más caro que en Andalucía.
Las necesidades de los niños y niñas cambian a medida que crecen, reflejándose en el gasto de las familias, que aumenta a lo largo de los años y varía entre 550 y 740 euros mensuales. Para las franjas de 0 a 3 y de 4 a 6 años, el gasto superior es el de conciliación –guardería, canguros, escuela infantil–, que representa un tercio y un quinto del total, respectivamente. A partir de los 7 años, la partida más elevada es la de alimentación, que afecta a su desarrollo físico y psíquico. “No tiene sentido que, si a medida que los niños y niñas crecen hay más gastos, se reciban menos ayudas con la edad. Es necesario que se apoye a las familias en todas las etapas de crecimiento”.
Alemania, Luxemburgo y Dinamarca lideran el apoyo a las familias en Europa
Según Alexander Elu, “las políticas españolas de apoyo a la crianza son muy escasas y poco efectivas”. El sistema español de apoyo a las familias y la infancia se cuenta entre los menos desarrollados del entorno europeo y se caracteriza por un reducido nivel de gasto en prestaciones y ayudas fiscales que, en conjunto, alcanzan el 1,3% del PIB, frente al 2,3% en la media de la Unión Europea.
El sistema español de apoyo a las familias y la infancia se cuenta entre los menos desarrollados del entorno europeo
Los líderes europeos que invierten más en infancia y familia son Alemania (3,4%), Luxemburgo y Dinamarca (3,3% en ambos casos). En términos de apoyo monetario directo o prestaciones de crianza, Luxemburgo lidera con prestaciones máximas anuales de 3.420 euros, seguido de Alemania con 2.328 euros, por hijo.
El sistema español de apoyo a la infancia concede un gran peso, el mayor de la Unión Europea, a las deducciones fiscales que beneficia en mayor medida a las familias de renta más alta. También cuenta con un sistema de prestaciones de ayuda a la crianza muy focalizado en los menores niveles de ingreso y de escasa cuantía, pero su peso sobre el conjunto del apoyo público a la infancia, cercano a una décima parte del total, es el más bajo de toda la Unión Europea.
Más ayudas para las familias
Save the Children alerta de la insuficiente inversión pública en ciertos servicios como la educación infantil y obligatoria, el comedor escolar, la vivienda, el transporte... y prestaciones clave para el desarrollo de la infancia. Según Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política en Save the Children, “es una obligación tanto por parte del Gobierno central como de las comunidades autónomas ayudar a las familias, en especial las más vulnerables, para que todos los niños y niñas consigan un buen desarrollo cognitivo y social”.
La investigación propone distintas medidas para facilitar a las familias la crianza e incentivar la natalidad: aprobar una ayuda de 100 euros mensuales de forma universal, gravar los productos de higiene menstrual y los pañales al tipo superreducido del IVA del 4% o eliminar este impuesto, entre otras propuestas.
Además, Save the Children recomienda que las rentas autonómicas sirvan para complementar las ayudas estatales de crianza. Las comunidades autónomas también pueden explotar la vía fiscal y establecer deducciones por hijo o hija a cargo y son las encargadas de “proveer distintos servicios, como la educación de 0 a 3 años, que aseguran el desarrollo de la infancia”, concluye Perazzo.