Como organización humanitaria que trabaja con personas vulnerables, Cruz Roja está en contacto directo con la realidad de las mujeres y subraya desigualdades como la brecha salarial, que en España se sitúa en torno al 30 por ciento (si se consideran los complementos) y se incrementa año tras año (según el Informe 'Brecha salarial y techo de cristal' de Gestha) . Asimismo, la ONG alerta de que la tasa de desempleo femenino en 2017 era del 19,03 por ciento: 3,37 puntos por encima de la masculina (según datos de la Encuesta de Población Activa), una desigualdad que también afecta a la jubilación, un 37 por ciento inferior para las féminas que para los varones.
Para disminuir el impacto que la desigualdad produce en las mujeres, Cruz Roja desarrolla proyectos dirigidos a paliar situaciones de pobreza y privación material y cobertura de necesidades básicas, entre ellas la alimentación, apoyo a la vivienda, vestuario, cuotas de suministros, material y equipamiento escolar para los hijos. En 2017, más de 690.700 mujeres participaron en los proyectos específicos de intervención social de Cruz Roja, lo que representa un 56 por ciento de las personas que recibieron ayuda a través de este tipo de iniciativas. Más 92 por ciento de los hogares de las mujeres atendidas por la ONG está en riesgo de pobreza y exclusión, siendo factores que contribuyen a esa situación, según la entidad, que más del 60 por ciento de las mujeres en edad activa que apoya están en situación de desempleo, el 75 por ciento de los casos en paro de larga duración. Sólo el 8,6 por ciento de las receptoras de esta ayuda percibe prestaciones por desempleo, más de la cuarta parte, algún otro tipo de pensión no contributiva y el resto carece de ingresos estables.
Los programas de Cruz Roja Española se centran en las mujeres en situación de pobreza, desempleo y violencia de género
Con el fin de mejorar la empleabilidad femenina y favorecer la generación de mercados laborales inclusivos, Cruz Roja desarrolla iniciativas como el Plan de Empleo, en el que participaron más de 51.400 mujeres en 2017, de las cuales el 24 por ciento logró su inserción laboral, gracias a la colaboración de 11.000 empresas.
Cruz Roja Española subraya que trabajar no garantiza una vida digna a las mujeres en nuestro país, ya que el 80 por ciento de las participantes en sus programas son trabajadoras pobres y una de cada cinco trabaja en la economía sumergida, representando los hogares monomarentales más del 37 por ciento del total. La mayor parte del trabajo doméstico también recae en las mujeres que acuden a la entidad: el 73,5 por ciento de ellas se encargan solas de estas tareas y de la crianza de los hijos e hijas. Según datos de ONU Mujeres, la población femenina dedica entre una y tres horas más que los hombres a las labores domésticas, y entre dos y 10 veces más de tiempo diario a la prestación de cuidados a hijos e hijas o personas mayores dependientes. Consciente de ese sobreesfuerzo, la entidad desarrolló el pasado año programas que beneficiarion a 170.000 mujeres mayores y 2.000 mujeres cuidadoras.
Cooperación para el cumplimiento de los ODS
En el ámbito de la Cooperación Internacional, la ONG desarrolla proyectos para el empoderamiento socioeconómico de las mujeres, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Dichas iniciativas se centran en mejorar las condiciones de vida y fortalecer las capacidades de las mujeres de países de África y América del Sur, así como en la formación y la sensibilización en materia de violencia de género y derechos sexuales y reproductivos, entre otros, en las comunidades en las que habitan.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la ONG hace un llamamiento a la reflexión sobre cómo acelerar la consecución de los ODS directamente relacionados con la población femenina en el marco de la Agenda 2030. En concreto, aquellos objetivos que se centran en poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas; velar por que terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria; erradicar todas las prácticas nocivas como el matrimonio infantil, precoz y forzado, que afecta a 15 millones, y la mutilación genital femenina, que han sufrido 133 millones, así como todas las formas de violencia de género, incluidas la trata y la explotación sexual. En este último ámbito, en 2017 Cruz Roja formó a 250 personas para detectar a posibles víctimas y acompañó a un millar de mujeres y niñas en situación de trata de seres humanos.
Promover desde una edad temprana la educación en valores que promuevan la igualdad de género es una de las medidas más eficaces para lograr esos objetivos, por ello Cruz Roja Juventud desarrolló campañas y proyectos con ese objetivo en centros educativos y otros espacios, de las que se beneficiaron 32.800 personas, gracias a la labor de más de 1.300 personas voluntarias.