Como entidad especializada en la detección y atención integral a mujeres víctimas de trata, Adoratrices, a través del ‘Proyecto Esperanza’, colabora tanto con entidades públicas como con organizaciones de la sociedad civil para la prevención y la detección temprana de casos de trata. En el marco de la Instrucción 6/2016 de la Secretaría de Estado de Seguridad, trabaja de forma estrecha con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el proceso formal de identificación. Además, acompaña a las víctimas a lo largo de todo el proceso, aporta informes de valoración de indicios de su situación personal y facilita su acceso a los derechos que tienen reconocidos.
Iris Rodríguez, directora del ‘Proyecto Esperanza’, afirma que “la relativa normalidad que se ha recuperado durante el año 2021, en relación a la pandemia de COVID-19, no ha supuesto aún una mejora significativa de las oportunidades para las mujeres atendidas, en términos de que puedan retomar sus proyectos vitales e insertarse laboralmente”. Además, añade que tampoco se han terminado de recuperar del todo ni los canales ni los procedimientos administrativos que existían antes de la crisis sanitaria, con la consiguiente dificultad de acceso a servicios y prestaciones.
El nuevo contexto ha supuesto que algunas formas de explotación hayan salido de los escenarios convencionales para ubicarse en entornos virtuales. Se generan nuevas formas de captación y explotación que pasan inadvertidos en los planteamientos tradicionales de detección de casos de trata.
Detección de casos y ámbitos de actuación
El Servicio de Detección e Identificación del proyecto, que trabaja desde una perspectiva de género y de derechos humanos, ha recibido 269 comunicaciones en 2021 a través del teléfono 24 horas. Por medio de estas comunicaciones, un total de 136 mujeres fueron detectadas como presuntas víctimas de trata.
El Área de Intervención Directa es el eje fundamental del Proyecto y gira en torno a la provisión de recursos residenciales (casas de acogida con la cobertura de necesidades básicas), en condiciones de seguridad y dignidad para las mujeres que necesitan un alojamiento, y en torno a los servicios de información y apoyo especializado en el ámbito médico, psicológico, educativo, jurídico y socio laboral, que se prestan desde el Centro Día.
El Servicio de Intervención Social que realizan las trabajadoras sociales tiene como objetivo acompañar a la mujer víctima de trata y, en su caso, a sus hijos e hijas menores a cargo, en su proceso de recuperación personal e inserción social y laboral en España, desde una perspectiva de derechos humanos, interculturalidad y género, a través del diseño, seguimiento y evaluación de un itinerario individualizado de inclusión, teniendo en cuenta su situación de especial vulnerabilidad.
Planes personalizados de intervención en cada caso de trata
La intervención del ‘Proyecto Esperanza’ se basa en una valoración individualizada de cada caso, teniendo en cuenta las características y la singularidad de cada mujer, su edad, nivel formativo, situación familiar, experiencia de vida, situación de violencia y explotación vivida, así como sus fortalezas, logros, objetivos y sueños, para proyectarlos hacia el futuro.
Con cada mujer se diseña un “plan personalizado de intervención” que le permite avanzar en su recuperación integral (física, psicológica, emocional y social). El servicio de intervención social ha atendido a 159 mujeres a lo largo del año, y se proyecta desde la identificación hasta la autonomía en todas las fases de intervención directa desde un enfoque transversal. Un 56% de las mujeres participan en el programa de Atención Integral integrado en la Red de Centros y Servicios para Mujeres de la Dirección General de Igualdad (DGI) de la Comunidad de Madrid. El 43% acceden a las plazas de acogida temporal e intervención social pertenecientes al Sistema de Acogida de Protección Internacional del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social.
Itinerarios formativos y laborales para las víctimas
En 2021 un 63% de mujeres atendidas en intervención social realizaron un itinerario formativo y laboral. De ellas un 38% logró acceder a un empleo. Asimismo, un 25% de las mujeres con itinerario formativo accedieron al programa de becas.
El Acompañamiento Educativo del ‘Proyecto Esperanza’ desempeña su labor desde la igualdad y el respeto a las elecciones personales de las mujeres, partiendo de su decisión de migrar y labrarse un futuro fuera de su país. En 2021 se atendió a 42 mujeres desde los recursos residenciales.
El 88% de las mujeres que ingresaron en la 1ª Fase de Acogida y Restablecimiento presentaron mejoría en los 10 primeros días. El nivel de ocupación ha sido del 60% a lo largo del año. El domicilio es anónimo y confidencial y en él se cubren las necesidades básicas de las mujeres. La metodología de intervención desarrollada por la entidad fomenta modelos de relación basados en la autonomía e independencia de las mujeres, valorando sus responsabilidades y su toma de decisiones, tanto de manera personal como grupal.
Desde el Servicio de Salud Integral se facilita el acceso de las mujeres a un nivel de bienestar en relación a su salud que les permita mejorar su calidad de vida. En 2021, el 34% de las mujeres atendidas recibió apoyo en el servicio de orientación y mediación social y sanitaria, así como información y orientación para favorecer una buena alimentación, higiene, descanso y la práctica del ejercicio físico.
La atención psicológica ofrecida por el proyecto está orientada hacia el logro del bienestar emocional de la mujer, a través de una intervención terapéutica individual, así como de sesiones grupales. El 48% de las mujeres atendidas en 2021 mejoraron su salud psicológica. A lo largo del año pasado se han impartido 56 talleres grupales con la participación de 29 mujeres en módulos de distintas temáticas como: sexualidad, derechos, empleo y prevención de ETS, entre otros.
El Servicio Jurídico del proyecto facilitó asesoría especializada a 127 mujeres víctimas de trata con el objetivo de lograr el ejercicio efectivo de sus derechos, tanto en lo referente al acceso a la justicia, como en el acceso a una situación administrativa regular. El 35% de las mujeres atendidas denunció su situación. El 48% de las mujeres atendidas por el servicio jurídico fueron víctimas de trata solicitantes de protección internacional, logrando un 23% el estatuto de refugiadas.
Proyecto de referencia para las víctimas como recurso social
Carmen Bruñó, coordinadora del Área de Intervención Directa añade explica que “todos los servicios han priorizado la atención presencial, cuando las condiciones sanitarias así lo permitían, sin desatender atenciones telemáticas cuando no había otra posibilidad. Hay que destacar que el vínculo que generan las profesionales a lo largo de la intervención, y que permanece una vez ésta ha terminado, ha resultado clave en una parte del colectivo atendido, que nos tiene de referencia como recurso social”.
A lo largo de 2021 ‘Proyecto Esperanza’, a través de su Área de Sensibilización e Incidencia, ha colaborado activamente en 13 investigaciones, contribuyendo a mejorar el conocimiento sobre la problemática de la trata de personas. La coordinadora de esta área, Marta González, afirma que “es necesario aumentar el conocimiento y la visibilidad en nuestro país de la trata de seres humanos para aquellas finalidades de explotación que aún se desconocen y permanecen invisibilizadas. En este sentido, además de la trata con fines de explotación sexual en prostitución, nos preocupa mucho la trata para explotación sexual en régimen de servidumbre sexual en beneficio del propio tratante, la trata para explotación laboral en el servicio doméstico y otros sectores precarizados, la trata para explotación en la comisión de actividades delictivas y la trata para matrimonios forzados. Es necesario dar una respuesta adecuada a todas las víctimas de este delito para poder facilitar su acceso a derechos y su recuperación integral”.