El modelo de empresa saludable se inicia cuando la empresa desea ir más allá del mero cumplimiento legal de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la reglamentación que la desarrolla, por lo que siempre debemos tener presentes los pilares de la misma. A continuación recogemos algunas actuaciones que la empresa habrá de tener superadas antes de adentrarse en una gestión según un sistema de excelencia empresarial saludable :
1. Tendrá que disponer de una organización preventiva acorde a las características de la compañía, el tamaño, la actividad, etc.,… Las opciones que a día de hoy nos ofrece la legislación vigente podrían ser la creación de un Servicio Prevención Propio o Mancomunado, contratar la actividad preventiva con un Servicio de Prevención Ajeno, asumir la prevención por el propio empresario, nombrar a un trabajador designado o la combinación de algunas de ellas.
2. Una vez organizada la estructura y recogida la misma en un plan de Prevención junto con la política, procedimientos básicos, etc.,… habrá de realizarse una evaluación de riesgos por puesto de trabajo completa. Ello implica valorar los riesgos que pueden generarse de los lugares de trabajo en los que los trabajadores desempeñen sus tareas y de los propios riesgos generados por las tareas que realizan. Dicha evaluación deberá incluir las medidas preventivas propuestas para el control o minimización de los riesgos así como la evolución en la implantación de las mismas, recogiendo el responsable la fecha en la que se van a realizar y el coste que ello supondrá.
3. La empresa ha de tener procedimiento actuación en caso de emergencias, realizando simulacros anualmente para verificar el correcto funcionamiento de las mismas.
4. Deberá de tener formados a sus trabajadores en los riesgos y medidas preventivas a adoptar en su puesto de trabajo así como la formación de cómo actuar en caso de emergencia.
5. La organización dispondrá de procedimientos para la selección, adquisición, mantenimiento y entrega de equipos de protección individual y deberá llevar a cabo una coordinación de actividades empresariales eficaz.
6. También dispondrá de procedimientos para registrar analizar e investigar incidentes accidentes y posibles enfermedades profesionales.
7. Deberá de promover todos los años la realización de reconocimientos médicos de los trabajadores, campañas de formación y sensibilización en hábitos saludables de cuidado tanto del cuerpo como de la salud mental.
Al margen del cumplimiento de la normativa en materia preventiva, una empresa que esté interesada en organizarse según sistemas de excelencia de este tipo, deberá de disponer de un código ético que incluya el Plan de Igualdad y de un procedimiento para la resolución de conflictos.
Además la compañía deberá ser sensible y estar dispuesta a implementar medidas que favorezcan la conciliación de la vida personal con el trabajo, ayudas sociales para los empleados, así como un marcado compromiso con el cuidado del medio ambiente y apoyo a los más desfavorecidos.
Para terminar y como requisito indispensable, una empresa saludable requiere de una alta dirección sensibilizada e implicada en el tema, ya que una gestión bajo este prisma no sería viable sin el compromiso de la alta dirección y participación de los trabajadores.