Nancy, Kim, Aya y Jonathan son protagonistas de la campaña #DonaEducación. Son estudiantes reales de escuelas de Tanzania, Filipinas, Líbano y Nicaragua que pueden disfrutar de enseñanza digital gracias a ProFuturo. Al igual que ellos, alrededor de 10 millones de niños y niñas de África Subsahariana, Asia y Latinoamérica podrían acceder a educación digital para el año 2020 y 25 millones para el 2030 si se cumplen los objetivos de la campaña.
Con ese objetivo, ProFuturo (una iniciativa de Fundación Telefónica y Fundación Bancaria La Caixa) ha lanzado en el Día Universal del Niño la campaña de microdonativos #DonaEducación, que permitirá seguir trabajando por mejorar las oportunidades de más niños y niñas en todo el mundo y paliar la brecha del acceso a la tecnología digital en zonas de desplazados, en situación de refugio y otras situaciones de vulnerabilidad.
Según la Unesco, la enseñanza de calidad sigue siendo un objetivo pendiente para casi 400 millones de niños y niñas en todo el mundo
Con solo tres euros es posible mejorar la educación de Nancy a través de la tecnología durante un mes; nueve euros es lo que cuesta un trimestre de educación para Kim; por 18 euros Aya irá a clase durante dos trimestres y un año completo de enseñanza supone un coste de 27 euros para Jonathan.
La campaña aspira a mejorar la formación de los docentes y el aprendizaje de millones de niños a través de la tecnología, promoción de experiencias de aprendizaje digitales, fomentando el trabajo colaborativo, la evaluación continua, así como la utilización de herramientas de monitorización y medición de impacto. "Sabemos que cualquier niña o niño, al margen de su origen, tiene un sueño que desea alcanzar cuando sea mayor, manifiesta ProFuturo en un comunicado.
“Estamos convencidos de que si se aprovecha de la manera correcta y es accesible a escala universal, la tecnología digital puede cambiar la situación de los niños que han quedado atrás, ya sea debido a su situación de pobreza, origen étnico, género, discapacidad, desplazamiento o aislamiento geográfico", ha apuntado Sofía Fernández de Mesa, directora general de ProFuturo.
Según la Unesco, el acceso a una enseñanza de calidad sigue siendo un objetivo pendiente para casi 400 millones de niños y niñas en todo el mundo. Si no se facilita el acceso de estos menores a la tecnología, se puede agrandar la brecha que impide que los niños alcancen todo su potencial. Contra esta brecha educativa y digital centra sus esfuerzos ProFuturo en 23 países de África Subsahariana, Asia y Latinoamérica desde julio de 2016. El objetivo, hasta final de año es llegar a 28 países y beneficiar a más de siete millones de niños que estarán usando herramientas y recursos digitales para enriquecer su aprendizaje.