Aldeas Infantiles SOS alerta de que el número de menores y adolescentes que se ven obligados a huir de sus hogares a causa de la violencia, los conflictos armados, la pobreza y los desastres naturales no deja de crecer, situándose a finales de 2021 en 36,5 millones, un dato que no incluye a los más de cinco millones de menores de edad ucranianos que se han visto desplazados tanto dentro como fuera del país a lo largo de 2022. La organización de atención directa a la infancia denuncia que los niños, niñas y adolescentes migrantes a menudo se encuentran solos, carecen de acceso a servicios básicos y ven sus derechos vulnerados.
Según estimaciones de Aldeas Infantiles SOS, en torno a 25 millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo son desplazados internos, es decir, se han visto forzados a abandonar sus hogares a causa de la violencia o los conflictos armados, pero continúan dentro de su país. Más de 15 millones son refugiados y solicitantes de asilo.
Por otra parte, los desplazamientos causados por desastres naturales también han aumentado considerablemente y afectaron a más de siete millones de menores en 2021.
Riesgo de separación familiar
En este contexto, Aldeas Infantiles SOS alerta de que los derechos de los niños y niñas refugiados y migrantes no están garantizados y a menudo son violados en todos aquellos lugares donde hay crisis migratorias. “En estos desplazamientos, los menores y adolescentes se enfrentan a un riesgo extremo de separación de sus familias, pérdida de seres queridos y violencia. La peor parte la llevan aquellos que viajan solos o separados de sus familias”, aseguran desde la organización. “Todos ellos están expuestos a altos niveles de estrés antes de su partida, durante su viaje y continúan estándolo al llegar a su destino, lo que unido a la separación familiar eleva la probabilidad de que su salud mental se vea afectada”, indica.
Por eso, Aldeas Infantiles SOS hace un llamamiento a todos los gobiernos para que garanticen el respeto de los derechos fundamentales de los menores desplazados, y hace hincapié en que protegerlos es una obligación recogida en el derecho internacional.
La organización de atención directa a la infancia recuerda que los niños y niñas tienen derecho a protección, cuidados y educación, además de a crecer con sus seres queridos siempre que esto sea posible, independientemente de su estatus migratorio o sus circunstancias personales o familiares.
Atención integral en procesos migratorios
El trabajo de Aldeas Infantiles SOS para proteger los derechos de los menores en procesos migratorios se desarrolla en distintos países de África, Latinoamérica, Europa, Asia y Oriente Medio. La organización les proporciona atención directa a ellos y a las familias vulnerables desplazadas de sus hogares, así como apoyo en la reunificación familiar para aquellos que viajan solos. Entre los servicios de la organización se incluyen la acogida de niños, niñas y adolescentes no acompañados, atención psicológica y social, la creación de espacios seguros, la seguridad alimentaria, asistencia sanitaria, abastecimiento de artículos de primera necesidad, servicios educativos y programas contra el trabajo infantil.
En algunos de los países donde encuentran nuevos hogares la organización contribuye a generar soluciones a largo plazo que protejan la dignidad de los niños y las niñas y les permitan integrarse en la sociedad, facilitando su acceso a asesoramiento, cursos de idiomas, educación y formación profesional. Y, cuando es necesario, también ofrece distintas opciones de cuidado alternativo de carácter familiar.
En España, Aldeas trabaja con la infancia y la adolescencia migrante desde 2001. Les brinda una atención personalizada que da respuesta a sus necesidades específicas en todas las áreas de su vida, lo que incluye la tramitación de sus permisos de residencia y acompañamiento hasta alcanzar su plena integración social y laboral.