Pasar al contenido principal
Los malos hábitos nutricionales llevan aparejados una preocupante tasa de mortalidad y de morbilidad.

La clave contra el hambre y la obesidad

Por primera vez en la Historia, la cifra de personas que sufren obesidad o sobrepeso (836 millones) supera a la de las que pasan hambre (820 millones). Una combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios ha disparado las tasas de obesidad, no solo en los países desarrollados, sino también en los países de bajos ingresos, donde el hambre y la obesidad a menudo coexisten. Por ello, la FAO ha decidido dedicar el Día Mundial de la Alimentación a fomentar las dietas saludables.

Un agricultor recolecta maíz en República Dominicana (Foto: Presidencia Rep. Dominicana)
Un agricultor recolecta maíz en República Dominicana (Foto: Presidencia Rep. Dominicana)

En las últimas décadas, la globalización, el éxodo hacia las ciudades y el aumento de los ingresos ha incidido en la alimentación. La cocina saludable y equilibrada, rica en fibra, ha ido dejado paso a dietas hipercalóricas con un alto contenido de almidones refinados, azúcar, grasas, sal, alimentos precocinados, carne y otros productos de origen animal. Los consumidores dedican menos tiempo a preparar comidas en casa, sobre todo en las zonas urbanas, y dependen cada vez más de supermercados, establecimientos de comida rápida, vendedores de alimentos en la vía pública y restaurantes de comida para llevar.

Una de cada tres personas sufre obesidad u otras formas de malnutrición

Una combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios ha disparado las tasas de obesidad, no solo en los países desarrollados, sino también en los países de bajos ingresos, donde el hambre y la obesidad a menudo coexisten. Por primera vez en la Historia, la obesidad y el sobrepeso superan en números al hambre: más de 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos, y más de 40 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso, mientras que más de 820 millones de personas padecen hambre. En suma, en estos momentos hay en el mundo 836 millones de personas con obesidad y sobrepeso frente a 820 millones que pasan hambre. 

Dicho de otro modo: la obesidad y otras formas de malnutrición afectan a casi una de cada tres personas, y las previsiones indican que en el año 2025 se verán afectados uno de cada dos habitantes. Ante estos alarmantes datos, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha decidido dedicar el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de octubre, a difundir las dietas saludables como manera de luchar contra la malnutrición. El lema es 'Una alimentación sana para un mundo #Hambre Cero', haciendo referencia al ODS 2. 

Según la FAO, la dieta poco saludable constituye el principal factor de riesgo de muerte por medio de las enfermedades no transmisibles, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Así que el problema está disparando el gasto sanitario en todo el mundo. Además del alto índice de morbilidad, los malos hábitos nutricionales llevan aparejados una preocupante tasa de mortalidad, ya que están relacionados con una quinta parte de las muertes en todo el mundo. 

Los alimentos nutritivos no están disponibles ni son asequibles para muchas personas en el mundo

El empobrecimimiento de las dietas se pone de manifiesto también en el hecho de que actualmente solo nueve especies de plantas representan el 66 por ciento de la producción total de cultivos, a pesar del hecho de que a lo largo de la historia, se han cultivado más de 6.000 especies para obtener alimentos. Una diversidad de cultivos es crucial para proporcionar dietas saludables y salvaguardar el medio ambiente.
 
La organización de la ONU para la alimentación cree, sin embargo, que existen soluciones asequibles para reducir todas las formas de malnutrición pero requieren un mayor compromiso y la toma de decisiones a escala mundial, ya que hoy por hoy los alimentos nutritivos que constituyen una dieta saludable no están disponibles ni son asequibles para muchas personas.

La FAO insiste en que una dieta saludable es la que proporciona respuesta a las necesidades nutricionales de los individuos, ofreciendo alimentos suficientes, inocuos, nutritivos y diversos para llevar una vida activa y reducir el riesgo de contraer enfermedades. Incluye, entre otros ingredientes, frutas, verduras, legumbres, nueces, semillas y granos integrales y alimentos con un bajo contenido de grasas (sobre todo grasas saturadas), azúcar y sal.