El conflicto bélico está impactando en los precios de alimentos y otros bienes.
Según afirmó recientemente la Organización Mundial del Comercio (OMC), los efectos causados por la guerra en Ucrania se sentirán en todo el planeta puesto que el conflicto ha amenazado las cadenas de suministros impactando en los precios de alimentos y otros bienes.
Se espera que el volumen del comercio mundial de mercancías crezca solo un 3% este año, por debajo del pronóstico anterior que fue del 4,7 % y del 3,4 % en 2023, aunque estas cifras podrían revisarse dada la incertidumbre que rodea al conflicto.
Disminución de suministros y precios más altos
Tanto Rusia como Ucrania son proveedores clave de bienes esenciales como alimentos, energía y fertilizantes, cuyo suministro ahora está amenazado. También se han detenido los envíos de cereales a través de los puertos del Mar Negro, con posibles consecuencias nefastas, especialmente para los países más pobres.
Según Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, “que haya suministros más pequeños y precios más altos de los alimentos significa que la población más pobre del mundo podría verse obligada a prescindir de ellos. No podemos permitir que esto pase".
"Que haya suministros más pequeños y precios más altos de los alimentos significa que la población más pobre del mundo podría verse obligada a prescindir de ellos. No podemos permitir que esto pase".
Se necesita más comercio
Los últimos bloqueos debidos a la COVID-19 en China también están afectando duramente el comercio a nivel mundial. Los últimos confinamientos en el país están interrumpiendo el comercio marítimo justo cuando las presiones a la cadena de suministro parecían estar disminuyendo.
Los últimos confinamientos en China están agravando aún más la situación
En esta línea, Okonjo-Iweala aseguró que “en una crisis, se necesita más comercio para garantizar un acceso estable y equitativo a las necesidades. La restricción del comercio amenazará el bienestar de las familias y las empresas y hará más difícil la tarea de construir una recuperación económica duradera de la pandemia de la COVID-19".
El impacto de la guerra
Dada la escasez de datos sobre el impacto económico del conflicto, los economistas han tenido que confiar en simulaciones para sus suposiciones sobre el crecimiento del producto interior bruto (PIB) global hasta 2023.
Esas estimaciones capturan los efectos directos de la guerra, entre ellos, la destrucción de la infraestructura y el aumento de los costos comerciales; el impacto de las sanciones rusas, incluido el bloqueo de los bancos rusos del sistema de pagos bancarios internacionales SWIFT; y una demanda agregada reducida en el resto del mundo debida en parte a la creciente incertidumbre.
Se espera que el PIB caiga un 7,9%, lo que provocará una disminución del 12% de las importaciones.
En la región de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), creada tras la disolución de la Unión Soviética en 1991 y que excluye a Ucrania, se espera que el PIB caiga un 7,9%, lo que provocará una disminución del 12% de las importaciones. Sin embargo, las exportaciones deberían aumentar en casi un 5% ya que otros países continúan dependiendo de la energía rusa.
"Si la situación cambiara, podríamos ver un mayor crecimiento del volumen de exportación en otras regiones productoras de combustible'', asegura la OMC.
Bajo crecimiento del comercio de mercancías
Dadas las suposiciones actuales del PIB, la agencia ha proyectado que el crecimiento del volumen del comercio de mercancías este año podría llegar a ser tan bajo como un 0,5% o tan alto como un 5,5%.
El volumen del comercio mundial de mercancías creció aproximadamente dos veces más rápido que el PIB mundial en las dos décadas anteriores a la crisis financiera mundial de 2007-2008. La relación cayó a alrededor de 1:1 en promedio a raíz de la crisis. Si se cumple el pronóstico actual, no habrá un cambio fundamental en la relación entre el comercio y la producción.
“Los riesgos para el pronóstico son mixtos y difíciles de evaluar objetivamente. Existe cierto potencial positivo si la guerra en Ucrania termina antes de lo esperado, pero podrían surgir riesgos sustanciales a la baja si la lucha persiste durante mucho tiempo o si el conflicto se intensifica", asegura la agencia de comercio.
Petróleo y gas natural
Los precios mundiales del combustible ya estaban subiendo antes de la guerra. El mes pasado, el precio de referencia del petróleo crudo fue de 118 dólares por barril, un 38% más que en enero y más del 80% interanual. Los precios diarios se han moderado recientemente, desde un máximo de 128 dólares por barril el 8 de marzo hasta 104 dólares el 1 de abril.
A diferencia de los precios del petróleo, el costo del gas natural ha variado considerablemente entre regiones. En Europa, donde muchos países aún dependen de los suministros rusos, el precio aumentó un 45% entre enero y marzo, a 41 dólares por millón de unidades térmicas británicas (Btu). Sin embargo, el precio se ha mantenido relativamente bajo en los Estados Unidos, aproximadamente, en 4,9 dólares.
Según la agencia de comercio, los precios más altos del petróleo pueden reducir los ingresos reales y la demanda de importaciones en todo el mundo, mientras que los precios más altos del gas natural probablemente tendrían un mayor impacto en Europa.
El efecto de las sanciones
El volumen del comercio de mercancías, medido por el promedio de exportaciones e importaciones, aumentó un 9,8 % en 2021 y el valor creció de un 26% hasta los 22,4 billones de dólares. El comercio de servicios, que incluye el sector del transporte y cubre el envío de contenedores y la industria de las aerolíneas de pasajeros, también aumentó un 15% en 2021, alcanzando los 5,7 millones de dólares.
Sin embargo, la Organización Mundial del Comercio afirma que es probable que, ahora, las sanciones occidentales sobre las empresas y los individuos rusos tengan un fuerte efecto en los servicios comerciales.
“Antes de la pandemia, los servicios de viajes, turismo y transporte aéreo eran los servicios más comercializados por Rusia, representando el 46% de sus exportaciones y el 36% de sus importaciones. Estos servicios, ya muy afectados por la pandemia, pueden verse fuertemente afectados por las sanciones económicas”.