Las infecciones a las que se enfrenta toda la población valenciana, pero especialmente los niños y niñas, son, por ejemplo, virus gastrointestinales (vómitos y diarreas) y enfermedades respiratorias. “En cuanto sea posible, es necesario que se priorice la entrega de agua embotellada y kits de higiene (que suelen contener jabón, pasta de dientes, cepillos de dientes, toallas sanitarias, papel higiénico, pañales, detergente, cepillos para el cabello, peines y productos desinfectantes). Además, se debería priorizar en la gestión de la crisis el establecimiento de puntos de lavado en las localidades afectadas, así como la restitución de la gestión de residuos y seguir las pautas sanitarias”, detalló Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunidad Valenciana.
Algunas de esas recomendaciones son que los niños, niñas y mujeres embarazadas no participen en las labores de limpieza, lavar con agua caliente y detergente la ropa que esté contaminada con aguas residuales o de inundación antes de volver a usarla, utilizar ropa de manga y pantalón largos que no deje descubiertos brazos o piernas, entre otras medidas.
Save the Children, además, recomienda a los padres y madres que presten atención a las medidas sanitarias que puedan establecer con los niños y niñas en las zonas afectadas: que laven continuamente las manos de los niños y niñas, que mantengan una buena hidratación con agua embotellada o líquidos a los que puedan acceder y el uso de mascarillas y de guantes para reducir los riesgos de contraer enfermedades.
Las niñas, además de las infecciones respiratorias y gastrointestinales, se pueden enfrentar a posibles enfermedades ginecológicas si no se disponen de baños acondicionados y de kits menstruales. “La emergencia precisa que se tenga en cuenta a los niños y a las niñas en la respuesta y que las niñas cuenten con compresas, tampones y ropa interior para evitar posibles enfermedades vaginales”, añadió el director de Save the Children en la Comunidad Valenciana.
La organización está impulsando ayudas económicas y de artículos de primera necesidad a familias afectadas, acompañamiento psicosocial y de salud mental a la infancia afectada por la catástrofe y apoyo en la protección de la infancia como, por ejemplo, en la gestión de espacios seguros.
Alternativas educativas
Por otra parte, Save the Children también alertó, ante la cancelación de las clases debido a los destrozos materiales ocasionados por la DANA, de la urgencia de buscar alternativas que garanticen el acceso a la educación de los casi 40.000 niños, niñas y adolescentes que la entidad estima que hay en edad de educación obligatoria en la zona dañada y que podrían verse afectados en hasta 24 municipios de la provincia.
Como explicó Andrés Conde, director de la organización, “asegurar su educación es fundamental, no sólo porque es su derecho, sino también porque los centros educativos son espacios seguros en los que los niños y niñas pueden socializar con otros, jugar, relacionarse, estudiar y huir temporalmente de la situación de emergencia que viven en sus hogares y buscar en la medida de lo posible la normalidad y la estabilidad dentro de la catástrofe”.
Desde la ONG afirman que la asistencia de niños y niñas a un centro educativo también supondría mejorar la conciliación para las familias vulnerables que han visto sus casas destruidas y consideran fundamental planificar programas de apoyo y refuerzo para recuperar el contenido que no se pueda impartir mientras los centros educativos permanezcan cerrados.
“Nos preocupa que estos niños y niñas estén ahora mismo en espacios que sean peligrosos o que tengan que estar viendo de primera mano cosas que no deberían. Por ello, nos hemos puesto a disposición del Gobierno valenciano para ofrecer todos nuestros recursos en materia educativa, así como en la creación de espacios seguros para la infancia”, afirmó Conde.