"El objetivo de Demos es reunirnos, encontrarnos", dice el presidente de la Asociación Española de Fundaciones. "Está pensado como un encuentro de profesionales de las fundaciones y del tercer sector, un encuentro que nos sirve para reconocernos, porque una cosa que suele ocurrirnos en el entorno de las fundaciones es que cada uno hacemos nuestro trabajo, hacemos cosas muy interesantes, pero conocemos poco de lo que hacen los demás. Y conocer y compartir nuestra labor cotidiana nos da un sentido de sector y nos cohesiona. De aquí, nada malo puede salir".
"Compartir lo que hacemos nos da un sentido de sector y nos cohesiona"
"En el sector de las fundaciones hay mucha generosidad, hay mucho esfuerzo, hay menos dinero del que necesitaríamos, pero las dificultades nos han obligado a reinventarnos", dice Nadal. Se refiere a la crisis económica que hemos atravesado en los últimos años durante los que, curiosamente, el sector fundacional ha crecido. "Cuando hacemos la cuenta final, vemos que desde 2007 a 2014 las fundaciones han pasado de 25 a 30 millones de beneficiarios. Esto es natural porque hay más gente necesitada. Pero también han pasado de 180.000 empleados a 220.000, no sé si hay otro sector que haya creado ese nivel de empleo en plena crisis. Hemos crecido, nos ha crecido la demanda, pero no nos han crecido los recursos, sino las dificultades para conseguirlos. Hemos tenido que recurrir a los activos de las fundaciones para sobrevivir. Las fundaciones hemos tenido que cambiar el chip".
"En España tenemos un sector fundacional potente, comparable a cualquier país europeo avanzado"
Porque, según el presidente de la AEF, "el mundo está cambiando muy deprisa y si nosotros no estamos a la altura de ese cambio no seremos un elemento muy positivo para resolver los problemas que tiene la sociedad". Para él, "las fundaciones han mejorado. Se han optimizado los recursos, se han fusionado fundaciones o se ha empezado a trabajar en colaboración. También hemos mejorado en la captación de recursos privados por la vía del mejor tratamiento fiscal. Sin duda, la propuesta que en su día hicimos al Ministerio de Hacienda de Micromecenazgo ha servido para que bastantes fundaciones que dependen de aportaciones de personas hayan tenido un elemento de respiro importante".
Sobre el papel de las empresas en el sector fundacional, Nadal lo califica como"esencial". "En España tenemos un sector fundacional potente, comparable a cualquier país europeo avanzado", afirma. "Pero tenemos una diferencia con EEUU, por ejemplo, que es el país líder. Allí, el 75 por ciento de los ingresos que van a la sociedad civil provienen de personas físicas, y el 25 por ciento de empresas. En España, es exactamente al revés. Lo que quiere decir que tenemos un sector potente pero se sostiene más en el compromiso de las empresas que en el de las personas. Por eso, nuestro objetivo es que las empresas sigan ejerciendo el papel que tienen hasta ahora pero además debemos conseguir que más personas se comprometan y se pongan al nivel de otros países. De esa manera podríamos tener un sector extraordinariamente potente".