Las Escuelas de Segunda Oportunidad se consolidan como un modelo de éxito de innovación en la formación y así lo avalan los datos. Así lo afirmó Ignacio Vázquez, presidente de la Asociación Española de E2O, durante su intervención en la inauguración del VII encuentro de la red nacional: “Cumplimos siete años, con 46 escuelas repartidas en 10 comunidades autónomas, que han formado a más de 7.800 jóvenes. En este tiempo, hemos sido capaces de obtener y medir una tasa de éxito de nuestro alumnado de más del 60%”.
El Auditorio Edgar Neville de Málaga acogió la celebración del VII Encuentro de Escuelas de Segunda Oportunidad con el firme compromiso de poner sobre la mesa los desafíos a los que se enfrenta la juventud española, ya que, según los últimos datos, España tiene una de las tasas de desempleo juvenil más altas de la OCDE.
En este sentido, la tasa roza el 30% (29,3%), una cifra que se relaciona con el abandono escolar temprano, que en España alcanza el 13,9% y que aparece como uno de los valores registrados más altos en comparación con el resto de países europeos. En cuanto a la diferencia por sexos, casi cinco puntos separan el porcentaje de hombres (16,5%) y el de mujeres (11,2%) que deciden no continuar con su formación académica en España.
La red de escuelas nace con un claro objetivo y es facilitar los instrumentos y herramientas necesarias a las personas jóvenes para que tengan una segunda oportunidad. “Nuestro objetivo es dar respuesta a la juventud que se ha quedado en la periferia, en los márgenes, y que no han podido o ni siquiera han tenido una primera oportunidad”, afirmó Vázquez.
El presidente destacó en su intervención que la labor de las escuelas consiste en proponer “un modelo de sociedad donde todos tengamos un camino”. En esta línea, añadió que “nuestros jóvenes han tenido que vivir situaciones de vulnerabilidad, pero que, sin embargo, día a día nos dan lecciones a toda la sociedad de que las oportunidades pueden y son aprovechadas”. No obstante, insistió en el estigma que, en algunos casos, soportan porque se transmite un concepto “distorsionado, mayoritariamente negativo, del esfuerzo y de la capacidad de los jóvenes que, por alguna razón, tuvieron dificultades en su etapa formativa”.
Además de la tasa de éxito alcanzada, otros logros que destacó Vázquez fueron la solvencia acreditada del modelo de las escuelas, que aúna la formación académica con las competencias y habilidades demandadas por el sector empresarial. “Se han publicado numerosos artículos científicos e informes que explican nuestro modelo”, afirmó.
En el acto de inauguración también intervino Francisco De la Torre, alcalde de Málaga, quien afirmó que es necesario reforzar la formación del profesorado para “que estén estimulados por el orgullo de formar parte de un colectivo social que prepara a las generaciones que vienen, a los que empiezan, pero que no sea una palabra, que sea una realidad”.
Por su parte, Ana Mata, secretaria general de Familias, Igualdad, Violencia de Género y Diversidad de la Junta de Andalucía, puso de relieve que es un asunto “transversal, que se trabaja desde el ámbito de la educación, el empleo y la diversidad e integración y que requiere generar grandes y fuertes alianzas desde todos los ámbitos”.
Y Nicolas Schmit, comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, subrayó el “impresionante trabajo que hacen las Escuelas de Segunda Oportunidad para ayudar a los jóvenes a encontrar su camino en la sociedad y aprender habilidades para encontrar un buen trabajo. Llegar a ellos es imperativo. Es esencial para lograr una sociedad cohesionada e integradora. Además, necesitamos su talento en el mercado laboral”.