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Un informe evidencia la falta de corresponsabilidad entre hombres y mujeres

“Los roles de género todavía están vigentes”

Un informe publicado por la Asociación Yo No Renuncio, creado por el Club de Malasmadres, pone en evidencia que la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el ámbito del hogar aún está lejos de ser una realidad.

Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio.
Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio.

El 58 por ciento de las mujeres renuncia a su carrera profesional al ser madres, frente al seis por ciento de sus parejas hombres. Por otra parte, el 51 por ciento de las mujeres que no son madres asume que, de serlo, renunciaría a su desarrollo laboral mientras que sólo el 11 por ciento de sus parejas reconoce esta situación.  Son conclusiones extraídas del segundo estudio sociológico ‘Somos Equipo’, elaborado por la Asociación Yo No Renuncio, creada por el Club de Malasmadres. Se trata de un documento  sobre conciliación, centrado en la evaluación de la corresponsabilidad de las familias españolas. La investigación, realizada a partir de una encuesta on line a 24.000 personas mayores de 21 años, destaca también que la mujer es la principal responsable de las tareas no visibles ni cuantificables del hogar en el 54 por ciento de los casos, frente al 17 por ciento de los hombres. Además, en aquellos hogares donde las mujeres aportan la misma cantidad que sus parejas a la economía familiar, el 45 por ciento de las mujeres asume la responsabilidad en las tareas doméstico-familiares, frente al nueve por ciento de sus parejas.

“Hay desigualdad en el reparto de tareas antes y después de la llegada de los hijos”

Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio, destaca que ¨los resultados del estudio confirman que los roles de género tradicionales están muy vigentes en la sociedad y los distintos modelos de familia, además, se están reproduciendo en el mercado de trabajo. Esta situación provoca que las mujeres sean penalizadas en el ámbito laboral cuando son madres. “El origen de este problema hay que buscarlo en las barreras internas que hombres y mujeres asumen por creencias, valores y, en definitiva, por el tipo de educación que recibimos”, afirma.

 

Barreras internas y externas

Las barreras internas a las que se refiere Laura Baena están compuestas por factores individuales (valores, creencias y referentes sociales acerca de  la figura del hombre y la mujer o del padre y la madre) y a factores relacionales de pareja. Pero, según ella, las desigualdades también se deben a barreras externas (institucionales y empresariales), como los permisos por maternidad/paternidad o beneficios en el mercado de trabajo.
El 54 por ciento de las mujeres encuestadas declara ser la principal responsable de las tareas invisibles, frente al 17 por ciento de los hombres. Las tareas invisibles suelen ser mentales y tienen que ver con la organización o planificación y, además, se suelen realizar de forma simultánea a otras actividades, por lo que son difícilmente cuantificables. Las mujeres están pendientes de los requerimientos del colegio/guardería en un 72 por ciento de las ocasiones; del seguimiento médico de los hijos/as en un 67 por ciento; de poner lavadoras el 66 por ciento de las veces; y de preparar lista de la compra un 59 por ciento.

 Las actividades que más desempeñan los hombres en el hogar tienen más visibilidad y reconocimiento social que las desarrolladas por las mujeres. Son actividades físicas, previsibles y concretas, con menos carga mental, a excepción de llevar las cuentas del hogar, que lo hace el 37 por ciento de los hombres, al ser una responsabilidad vinculada a los roles tradicionales de género. El resto de las acciones destacadas, tienen un inicio y un fin, como por ejemplo, cocinar en el 30 por ciento de los casos o hacer la compra en el 28 por ciento.
Al profundizar sobre los tipos de tareas que se realizan, se observan importantes diferencias entre la participación de las mujeres y de sus parejas. El 48 por ciento de las mujeres declara ser la principal responsable de las tareas domésticas, y sólo el 10 por ciento de sus parejas lo es, mientras el 50 por ciento se declara responsable del cuidado de los hijos y en el caso de los hombres, el cinco por ciento.
El estudio ‘Somos Equipo’ también indaga en las posibles acciones que contribuirían a cambiar el modelo actual de reparto de responsabilidades y tareas. Entre ellas figuran actuar sobre la educación y concienciación de la sociedad; cambiar los permisos de maternidad y paternidad por unos iguales e intransferibles; redefinir las jornadas laborales y flexibilizar el trabajo remunerado para que éste deje espacio a otros usos del tiempo, figuran entre las principales conclusiones.