Pasar al contenido principal
Juan Carlos Izpisúa, científico.

“Más importante que vivir más tiempo es hacerlo con menos enfermedades y mayor calidad de vida”

La aportación del doctor Juan Carlos Izpisúa como referente mundial en la biología del desarrollo molecular y celular puede acercarnos a más hipótesis sobre la regeneración celular y el envejecimiento como un proceso que se puede revertir.

Juan Carlos Izpisúa, científico.
Juan Carlos Izpisúa, científico.

La aportación del doctor Juan Carlos Izpisúa como referente mundial en la biología del desarrollo molecular y celular puede acercarnos a más hipótesis sobre la regeneración celular y el envejecimiento como un proceso que se puede revertir. Habla con palabras que terminan en sentencias como ésta: “Quizás la naturaleza puede hacer lo que nosotros no sabemos desarrollar en el laboratorio”.

Uno de los trabajos que este bioquímico y científico lleva a cabo en el Instituto Salk de Estudios Biológicos en la Jolla, California, se centra en saber por qué una célula o un tejido deja de funcionar. Pese a la generosidad de los españoles y haber realizado más de 90.000 trasplantes de órganos, “no hay el suficiente número de células, tejidos y órganos para cubrir la demanda que necesitamos en nuestra vejez”, afirmó durante su última visita a España con motivo de inaugurar una residencia de ancianos. En su ponencia también explicó uno de los trabajos que realiza junto a su equipo de investigadores en Estados Unidos centrado en el estudio de cómo a partir de una célula de piel podríamos llegar a generar nuestros propios órganos. Una esperanza para futuro trasplantes.

Naturaleza o Laboratorio

Si hay una pregunta que este científico se sigue haciendo es sobre la influencia y “la capacidad que tiene el medio ambiente de modificar nuestras células y por lo tanto de modificar la función de los órganos y finalmente del envejecimiento”.  Un argumento que compartió con los asistentes al reconocer que “quizás la naturaleza puede hacer lo que nosotros no sabemos desarrollar en el laboratorio, y el experimento de mezclar células humanas con las de cerdo así lo indica, por ejemplo. Estamos muy lejos de tener una incidencia real en el paciente, pero por ello no tenemos que perder la esperanza porque todo lo que ayer era imposible hoy es posible”. Tal vez lo diga por algunos de los experimentos que dirige sobre cómo conseguir rejuvenecer y alargar la vida de los ratones un 30 por ciento. ¿Una quimera? “Más importante que vivir más tiempo es hacerlo con menos enfermedades y mayor calidad de vida” y que nuestros tejidos y órganos respondan de la misma manera que cuando eran jóvenes, deseó como una posibilidad Izpisúa.