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8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer

Mujeres que alzan la voz contra el acoso sexual

El acoso sexual es una de las formas de violencia contra la mujer más invisibilizadas. Hace unos meses, cansadas de callar, actrices de Hollywood que habían sido víctimas de esos abusos decidieron dar un paso al frente contra esta lacra. Fue el nacimiento del movimiento #Metoo, extendido ya en todo el mundo. En el Día Internacional de la Mujer, las voces de quienes han sufrido acoso se suman a las múltiples reivindicaciones por la igualdad y para el fin de todas la formas de violencia contra la mujer.

Hollywood, la meca mundial del cine, fue el escenario en el que empezaron a producirse el pasado mes de octubre las primeras denuncias por acoso sexual contra uno de los principales productores de la industria cinematográfica estadounidense: Harvey Weinstein. Entre las primeras que alzaban su voz contra esa conducta denigrante se encontraban las actrices Ashley Judd y Alyssa Milano, a quiene siguieron nombres tan conocidos como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Salma Hayek. Pronto más de ochenta intérpretes y otras profesionales del ámbito cinematográfico relataban en los medios hechos parecidos por parte del productor. Enseguida esas denuncias se convirtieron en un clamor. En el punto de mira estaban actores como Kevin Spacey, quien era acusado por hombres, algunos menores, de abusos – el actor reconoció en ese momento públicamente su homosexualidad. La lista de los presuntos acosadores sexuales no dejaba de crecer, tanto en el ámbito del séptimo arte, como fuera de él, entre ellos había periodistas, políticos, empresarios, todos ellos con un denominador común: ser hombres en puestos de poder.

#MeToo es uno de los movimientos que ha visto la luz de la mano de las mujeres que han tenido el valor de sacar el acoso sexual de la invisibilidad en Estados Unidos, que surgió del hashtag en Twitter creado por Alyssa Milano. A través de él actrices víctima de acoso sexual han podido dar a conocer sus casos, muchos ocurridos años hace años e incluso décadas, ya que no se habían atrevido a denunciarlos en su momento por el temor a quebrar una incipiente carrera y a la dificultad para probar esos hechos. Pero #Metoo no les ha dado voz solo ellas. Camareras, limpiadoras, trabajadoras del sector agrícola y un amplio etcétera, se han expresado a través de esta iniciativa nacida en redes sociales, y la revista ‘Time’ les ha otorgado su reconocimiento de ‘Persona del año’. Uno de sus resultados es ‘Time’s up’, una iniciativa creada por celebridades de Hollywood que lleva recabados más de 20 millones de dólares para el fondo de defensa legal a las víctimas de acoso sexual en el ámbito laboral con menos recursos.

La revista Time reconoció como 'Persona del Año' a las mujeres que han alzado la voz a través de #Metoo

El movimiento contra el acoso sexual en Estados Unidos se ha extendido por todo el planeta en los últimos meses. En España se han unido a esta causa 3.000 mujeres a través de ‘La Caja de Pandora’, una iniciativa surgida el pasado mes de julio en respuesta a la denuncia por abuso sexual que interpuso una artista. Las ‘pandoras’, tal como se autodenominan las integrantes de este movimiento, ofrecen un espacio en Facebook para el apoyo mutuo entre mujeres que han sufrido acoso sexual, y aspiran a ofrecerles en el futuro recursos pedagógicos, jurídicos, preventivos y afectivos. Asimismo reclaman protocolos, pactos y consensos para hacer frente a la violencia machista.

“Me parece muy positivo que la sociedad a nivel mundial esté ‘cambiando el chip’, y viendo que cuestiones que parecían habituales, no pueden seguir sucediendo, y que cada vez sean más las mujeres las que se atreven a denunciarlas”, dice por su parte Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT de las iniciativas que se están alzando contra los abusos que sufren las mujeres.

Perfiles vulnerables

Múltiples son las dudas que pueden asaltar a las mujeres con respecto a si la situación que están viviendo constituye o no acoso sexual, lo que puede ser un freno a la hora de reaccionar a tiempo y de forma efectiva en estos casos. Con frecuencia, muchas víctimas no son conscientes de que sufren acoso sexual “hasta que acuden a servicios de apoyo psicológico”, indican expertas como Ana Rojas, psicóloga del Área de Empleo de la Federación de Mujeres Progresistas (FMP). Aunque muchos puedan pensar lo contrario, “las invitaciones continuas mediante chascarrillos, el lenguaje soez, o en ciertos ámbitos muy masculinizados los comentarios de si una compañera va ‘muy guapa’, si se repiten de forma reiterada hacia una misma persona, por parte uno o varios compañeros pueden convertirse en una situación de acoso o de discriminación hacia esa trabajadora, que afecte su autoestima y constituir un riesgo psicosocial”, indica María Estebaranz, responsable de Mujer de la Federación Estatal de Comisiones Obreras (CCOO). Con respecto a situaciones como “‘si quieres promocionar tienes que pasar por mi despacho’, ‘lo hablamos tomando un café’ o ‘te invito a cenar’, generalmente las mujeres no tienen tantas dudas de que pueden constituir o llegar a ser acoso sexual”, añade Estebaranz.

En profesiones masculinizadas, el riesgo de las mujeres de sufrir acoso sexual es mayor

En el acoso sexual, como en otras formas de violencia que afecta a la mujer, no existe un perfil específico de víctima, aunque sí hay “factores de vulnerabilidad añadidos”, explica Ana Rojas, entre ellos, “tener responsabilidades familiares no compartidas ser migrante o estar en situación de precariedad laboral, trabajar en sectores tradicionalmente masculinizados o profesiones como el servicio doméstico, donde la desprotección es mayor”, indica la psicóloga de la FMP. También se encuentran en situación de especial vulnerabilidad las trabajadoras de la hostelería. “A la hora de estar detrás de una barra, el trato de un cliente a un trabajador no es el mismo que a una trabajadora”, subraya Estebaranz de CCOO. Otro colectivo muy expuesto a este problema es el de las mujeres con discapacidad ya que su riesgo de sufrir violencia sexual es cuatro veces mayor, según datos del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi)

Una dificultad añadida, según ambas representantes sindicales, es trabajar en las empresas más pequeñas, ya que la ley solo obliga a las de más de 250 trabajadores a contar con planes de igualdad y solo 4.500 del más de un millón y medio que operan en nuestro país tienen plantillas más numerosas. De ahí que “si, por ejemplo, una trabajadora tiene que denunciar que quien la acosa es el dueño en una compañía de unos 10 trabajadores, las más numerosas en España, lo tenga más complicado”, subraya Cristina Antoñanzas. En la misma línea, incide Estebaranz, quien señala que en las Pymes “el desarrollo sindical es limitado y no podemos decir si está actuando correctamente o no”, en lo que se refiere a la protección de las trabajadoras que sufren acoso sexual.

Buscar ayuda

La dificultad para probarlo, el miedo o la vergüenza son algunos de los muchos factores que favorecen la invisibilidad del acoso sexual, según las expertas consultadas, por ello, las 2.500 denuncias registradas por la Inspección de Trabajo por esta causa entre 2008 y 2015 pueden representar la “punta del iceberg de lo que está ocurriendo”, comenta Cristina Antoñanzas, de UGT. “Es muy complicado que las mujeres den el paso, porque en la mayoría de los casos que conocemos, lo primero que hace la empresa es cambiar a la víctima de puesto de trabajo, cosa que nosotros consideramos que es lo último que se debe hacer”, añade la representante de UGT. Y es que la “ley establece que la mujer no puede ser despedida, modificada de puesto o centro de trabajo, si el acoso se ha demostrado fehacientemente, lo que debería traducirse en la mayoría de los casos en despido por razones objetivas del acosador”, subraya por su parte María Estebaranz de CCOO, “pero el problema es siempre probarlo”, añade.

Sindicatos y organizaciones de ayuda a la mujer ofrecen orientación y apoyo

Todo ello explica que sean muchos los casos en los que las víctimas no buscan ayuda hasta que “han sido despedidas, o se están planteando buscar otro empleo”, subraya la psicóloga de la FMP Ana Rojas. De ahí la importancia de “una actuación integral y coordinada, que, respetando siempre la autonomía de la mujer, le informe de las posibilidades legales existentes, apoyándola en la vía que decida, por ejemplo en la redacción de escritos a la empresa o para la Inspección de Trabajo”, asegura Rojas, un apoyo que la FMP presta de manera gratuita.

Por su parte las organizaciones sindicales ofrecen “asesoramiento, tanto nuestros delegados en las empresas, como en la sede del sindicato, a través de abogados especializados en defender a las trabajadoras, obviamente constatando lo que está ocurriendo”, explica Cristina Antoñanzas de UGT. Asimismo, CCOO cuenta con “un servicio jurídico específico en el ámbito de la mujer y la igualdad de género que apoya en la denuncia, sobre todo para los casos en los ya hablamos de abusos, ya que las trabajadoras no suelen querer contárselo a sus representantes sindicales. A través de nuestras secretarías de mujer también atendemos todo lo que es violencia, incluida la de género y su repercusión en su ámbito laboral”, explica María Estebaranz.