
Los dos aliados de Vall d'Hebron en este proyecto quisieron conocer en persona el salto que ha dado la calidad asistencial de niños y adolescentes que requieren rehabilitación, ahora que el nuevo espacio lleva un tiempo operativo. En esta visita, además del doctor Albert Salazar, gerente del Hospital Universitari Vall d'Hebron, y de la doctora Judit Sánchez Raya, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, contaron con un cicerone especial, Izan Balaña, un joven paciente de Vall d'Hebron al que Ricky Rubio conoció cuando estaba ingresado en la planta de Oncología Pediátrica y con quien se reencontró tres años después.
"Cuando visité el Hospital Infantil Vall d'Hebron en 2021, tanto yo como el equipo de The Ricky Rubio Foundation nos dimos cuenta de que faltaba un espacio específico para la rehabilitación de niños y adolescentes, integrado dentro del mismo edificio. Desde entonces, nos hemos dedicado totalmente a hacer realidad esta necesidad en el proyecto más grande y ambicioso que ha llevado a cabo la fundación hasta el momento", recordó Ricky Rubio, fundador de The Ricky Rubio Foundation.
Por su parte, Marc Simón, subdirector general de la Fundación “la Caixa”, destacó la importancia del proyecto. "Nuestro objetivo es estar siempre cerca de las personas que más lo necesitan, en este caso niños y adolescentes en situación de enfermedad o en proceso de recuperación. Por eso impulsamos la creación de este nuevo espacio que contribuirá a humanizar el entorno hospitalario y que estamos seguros de que servirá para mejorar la calidad de vida de los pacientes pediátricos", explicó.
Más espacio, más pacientes
Antes de que el Hospital Infantil estrenara el área de rehabilitación terapéutica, los pacientes ambulatorios debían desplazarse al Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados para hacer rehabilitación. Y el grueso de pacientes ingresados hacía terapia en las habitaciones. Pero en 2021, la Fundación "la Caixa" y The Ricky Rubio Foundation firmaron un acuerdo con el Hospital Universitari Vall d'Hebron que lo cambiaría todo: ayudarían a construir un Área Terapéutica de Rehabilitación Infantil y Adolescente para el Hospital Infantil.
Dos años y unas reformas más tarde, el pasado 20 de noviembre, el nuevo espacio abrió sus puertas y situó al Hospital Infantil Vall d'Hebron a la altura de los grandes hospitales pediátricos del mundo, también en rehabilitación.
El gimnasio pediátrico, que tiene el juego y el deporte como elementos motivadores, permite atender un 37% más de pacientes al año y ampliar los horarios por la tarde para facilitar la conciliación. "Hemos pasado de tratar a 540 pacientes al año a 750", destacó el doctor Albert Salazar. Junto con el Hospital La Paz de Madrid, Vall d'Hebron es referente en el Estado en esta área. "Contamos con acreditaciones CSUR (Centro, Servicio y Unidad de Referencia) en ortopedia infantil; trasplante renal, cardíaco, pulmonar y hepático pediátrico o enfermedades neuromusculares y raras", recordó el gerente del Hospital Universitari Vall d'Hebron.
Baloncesto, atletismo y trabajo en equipo
El gimnasio está en la planta cero, en el espacio dedicado a las civilizaciones del Mediterráneo. "Como hacían los griegos, hemos convertido la rehabilitación y el ejercicio en un juego, gracias a un espacio más accesible, divertido y adecuado para los niños y adolescentes", señaló la doctora Judith Sánchez-Raya. En total, tiene 220 metros cuadrados distribuidos entre una sala diáfana polivalente para pacientes ingresados y ambulatorios; dos salas para tratamientos individuales; dos salas de terapia ocupacional y una segunda sala polivalente que se puede abrir y cerrar, según las necesidades, donde se realizará fisioterapia respiratoria.
Su diseño juega con la idea de enfocar la recuperación hacia un entrenamiento deportivo a la vez que sanitario y para conectar los valores del deporte con el proceso de tratamiento. En la sala polivalente hay dibujada una pista de atletismo, al final de la cual hay un espejo que da la sensación de estar en una pista circular. Las paredes recuerdan a un rocódromo. Para trasladar a los pacientes que lo necesitan, del techo cuelga una grúa azul en forma de olas que lleva a los niños y adolescentes a imaginar que hacen surf. También hay bicicletas elípticas, escaleras, pesas, camillas hidráulicas y colchonetas, entre otros elementos, adaptados a las necesidades de niños, niñas y adolescentes.
La papelera que había en el antiguo gimnasio, para practicar tiros de baloncesto, ha sido reemplazada por una canasta de verdad que invita al juego. El nuevo espacio ha permitido a la doctora Judith Sánchez-Raya y a su equipo dar un giro al servicio. Han creado programas de rehabilitación en grupo que antes no podían hacer por espacio. Ya funcionan para pacientes oncológicos, con escoliosis o pectus excavatum. "Además, hacemos rehabilitación a distancia y tratamientos con realidad virtual", apuntó la doctora.