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Observatorio de Salud y Cambio Climático

Un nuevo Observatorio dará respuesta a los efectos de las condiciones meteorológicas extremas sobre la salud

Este nuevo organismo, que el Gobierno aprobaba de manera urgente en plena ola de calor, nace de la necesidad de abordar transversalmente el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud.

Las olas de calor suponen un grave riesgo para la salud humana.
Las olas de calor suponen un grave riesgo para la salud humana.

El Consejo de Ministros aprobó recientemente la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), un nuevo organismo que nace de la necesidad de abordar transversalmente el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud. Se concibe como un órgano colegiado intersectorial para apoyar el análisis, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los efectos de la emergencia climática en la salud, al tiempo que ofrece apoyo científico-técnico a las Administraciones públicas.

Durante este mes de julio, la acusada subida de las temperaturas ha desembocado en las primeras olas de calor del año que suponen un grave riesgo para la salud humana. Las altas temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos o los cambios en los patrones de precipitación generan multitud de efectos indirectos que repercuten en determinantes de la salud, como son el aire limpio, el acceso al agua potable o la seguridad alimentaria.

Salud y ciencia

Ante este panorama, el Ministerio de Sanidad hace un seguimiento de los diversos indicadores relacionados con este factor, como la mortalidad por calor o los casos de enfermedades tropicales. Y, en este sentido, José Miñones, ministro de Sanidad, explicó la importancia de este organismo. Según indicó, "hay que vigilar y actuar ante los efectos de las condiciones meteorológicas extremas sobre la salud. No podemos quedarnos en la inacción ni dar alas a los negacionistas climáticos". "El Gobierno va a seguir trabajando para garantizar el bienestar y la salud de la ciudadanía de una forma integral y este Observatorio es un paso más en dar respuesta a los nuevos retos en el ámbito de la salud", aseguró.

Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) desarrolla predicciones y hace seguimiento de eventos extremos peligrosos para la salud, como olas de calor o lluvias torrenciales, y proyecciones que permiten anticiparse a los escenarios futuros de cambio climático. Así, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, apuntó que “la capacidad de predicción es capital para poder coordinar mejor el trabajo de seguimiento, anticipación y la valoración de las medidas que se toman”.

Y, además, el Ministerio de Ciencia e Innovación fomenta la investigación en materia de salud y cambio climático y contribuye a la generación de conocimiento científico para la evaluación y prevención de riesgos, y presta asesoría científico-técnica a las administraciones a través de los organismos públicos de investigación adscritos al departamento.

Principales funciones del OSCC

- Revisión y actualización de los indicadores existentes en materia de salud y cambio climático, para reforzar su valor informativo y recoger el amplio espectro de riesgos para la salud que se asocia al cambio del clima.

- Creación de un sistema integrado de avisos y alertas, que permita considerar de forma conjunta diversas amenazas a la salud originadas por la existencia de riesgos compuestos y en cascada asociados al cambio climático.

- Promoción de una cultura de la autoprotección, especialmente necesaria en el caso de las comunidades y grupos más vulnerables, que incremente la conciencia de los riesgos y capacite para evitarlos o reducirlos.

En la agenda que también se acordó este mes de julio para poner en marcha cuanto antes este Observatorio, entre los primeros retos a abordar se encuentran: la definición de umbrales de aviso del sistema Meteoalerta teniendo en cuenta los impactos en la salud humana; la definición de patrones de variación de temperatura orientados a la detección de situaciones de potencial peligrosidad (como los cambios bruscos de temperatura); la creación de un sistema de avisos de riesgo climatológico; la actualización del sistema de estimación de muertes por temperaturas extremas en España, o el desarrollo de un plan de vigilancia de la morbimortalidad asociada al impacto del cambio climático.