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Según el 19º Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial

El clima extremo se presenta como el riesgo con mayor probabilidad de provocar una crisis global en 2024

El Informe de Riesgos Globales 2024, elaborado por el Foro Económico Mundial, sostiene en su decimonovena edición que el clima extremo es el riesgo con una mayor probabilidad de propiciar una crisis material a escala global en los próximos meses. Así lo consideraron dos tercios de los casi 1.500 expertos internacionales que tomaron parte en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales, de la que el estudio ha extraído sus resultados y conclusiones.

Casi 1.500 expertos participaron en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales.

El concepto de ‘riesgo global’ alude directamente a la posibilidad de que ocurra un evento o condición que, de producirse finalmente, tendría un impacto negativo en una proporción significativa del PIB, la población o los recursos naturales mundiales. De este modo aparece definido, precisamente, en el decimonoveno Informe de Riesgos Globales, realizado por el Foro Económico Mundial. El estudio está basado en los resultados obtenidos de la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales (GRPS, por sus siglas en inglés), elaborada entre el 4 de septiembre y el 9 de octubre de 2023 y en la que participaron 1.490 expertos de los ámbitos académico, empresarial, gubernamental, la comunidad internacional y la sociedad civil.

Y, en concreto, analiza los riesgos globales a través de tres marcos temporales (uno, dos y 10 años) con el fin de ayudar a los tomadores de decisiones a equilibrar las crisis actuales y las prioridades a largo plazo. Además, en su parte final, aborda los diferentes enfoques imprescindibles para hacer frente a aspectos complejos y no lineales de los riesgos globales durante el período de análisis del estudio.

Riesgos globales actuales

El Informe de Riesgos Globales arranca con una exposición de diferentes perspectivas para los periodos de uno y dos años y examina, en concreto, una serie de riesgos que, probablemente, se agravarán a partir de 2026. Según el estudio, las secuelas de la pandemia y la actual guerra entre Rusia y Ucrania han dejado al descubierto fisuras en sociedades que, en la actualidad, se ven aún más tensas por otros conflictos como los de Níger y Sudán o Gaza e Israel.

En este contexto, y sobre todo después del verano mas caluroso registrado en la historia en el hemisferio norte, el de 2023, dos tercios de los participantes en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales (GRPS) destacaron como principal riesgo el clima extremo.

La desinformación y la desinformación generada por la inteligencia artificial (53%), por un lado, y la polarización social y/o política (46%), por otro, se sitúan como segundo y tercero, respectivamente, en el ranking de este horizonte temporal. Y, por detrás, en la cuarta y quinta posición, aparecen la crisis del coste de la vida (42%) y los ciberataques (39%).

También aparecen como riesgos globales percibidos por los encuestados la caída económica (33%), las cadenas de suministro interrumpidas para bienes y recursos críticos y los conflictos armados interestatales (25%), los ataques a infraestructuras críticas (19%), las cadenas de suministro de alimentos interrumpidas (18%), la censura y la erosión de la libertad de expresión (16%), las cadenas de suministro de energía interrumpidas y el sobreendeudamiento público (14%), la escasez de habilidades o de mano de obra (13%), los eventos nucleares accidentales o intencionados (12%), las huelgas civiles violentas y los disturbios (11%), la liberación accidental o intencionada de agentes biológicos (9%), el colapso institucional del sector financiero (7%) y, por último, el estallido de la burbuja inmobiliaria y tecnológica (4%).

Por su parte, en el período de los dos próximos años cubierto por la encuesta, los resultados apuntan a que las vulnerabilidades socioeconómicas se incrementarán a corto plazo, con preocupaciones inminentes sobre una desaceleración económica, conflictos armados interestatales y riesgos que evolucionan rápidamente, como, por ejemplo, la desinformación.

Precisamente, la desinformación y la información errónea se han convertido en la primera preocupación en la clasificación de riesgos de los dos próximos años y, según el estudio, es posible que esta percepción se agudice a medida que se desarrollen los procesos electorales previstos en varias economías del planeta a lo largo de 2024.

En segundo y tercer lugar, aparecen, en este orden, los eventos climáticos extremos y la polarización social. Y, por detrás, en cuarta y quinta posición, se sitúan la inseguridad cibernética y los conflictos armados interestatales. Además, completan el top 10 la falta de oportunidades económicas, la inflación, la migración involuntaria, la caída económica y la contaminación.

Riesgos globales futuros

El segundo bloque principal del Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial analiza los desafíos a largo plazo y, en concreto, aquellos que podrían volverse más graves durante la próxima década. En este sentido, el texto pone de relieve el hecho de que, en un prisma temporal de estas características, la atención, la planificación y la acción que se desarrollen en el presente aún podrían situar a la humanidad en una senda mucho más positiva.

A pesar de ello, el estudio vaticina que la próxima década marcará el inicio de un período de cambios muy relevantes que llevará la capacidad de adaptación del ser humano al límite. Por ello, los participantes en la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales (GRPS) son mucho menos optimistas sobre las perspectivas del mundo a largo plazo que a corto.

En concreto, el principal riesgo percibido para la próxima década se prevé que sean unos fenómenos climáticos extremos aún más graves. Por detrás de éstos, en segundo, tercer y cuarto lugar del ranking de riesgos globales clasificados por gravedad a largo plazo, se encuentran el cambio crítico en los sistemas terrestres; la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas; y la escasez de recursos naturales.

La desinformación, por su parte, aparece en el quinto lugar de la clasificación; y los resultados adversos de la inteligencia artificial, en sexto. Las cuatro últimas posiciones en este top 10 de riesgos globales a largo plazo son para la migración involuntaria (séptimo), la inseguridad cibernética (octavo), la polarización social (noveno) y la contaminación (décimo).

Respuestas

Y en cuanto a las posibles respuestas a los riesgos globales planteados a lo largo del estudio, el Foro Económico Mundial considera que existen diferentes formas en las que se pueden abordar dichos riesgos, teniendo en cuenta aspectos cada vez más complejos y no lineales sobre cómo evolucionarán y el contexto de un entorno geopolítico fragmentado donde la cooperación puede ser escasa.

En este sentido, el texto destaca que algunos de estos desafíos, como pandemias y conflictos geopolíticos, son ya de sobra conocidos en la historia de la humanidad. Sin embargo, subraya que otros son nuevos y evolucionan rápidamente, tales como los cambios en el sistema terrestre o los efectos adversos de las nuevas tecnologías. Además, recalca que muchos de estos riesgos globales están interconectados y pueden tener consecuencias de gran alcance para el desarrollo humano, erosionan la resiliencia y reducen la capacidad colectiva de respuesta.

En cualquier caso, el informe señala que, sin duda, el esfuerzo colaborativo continúa siendo el mejor aliado para hacer frente a los riesgos globales, aunque no todos ellos requieren una cooperación global profunda como única solución. En esta línea, apunta que, en un mundo cada vez más fragmentado, explorar diferentes alternativas con distintos grados de cooperación podría ser de utilidad para apoyar la planificación y la preparación de cara a hacer frente a estos desafíos.

Asimismo, este tercer bloque del documento incide en que implementar medidas globales de reducción del riesgo equivale a proporcionar un bien público global. Y, precisamente, sobre la base de las nociones establecidas en torno a los bienes públicos, el estudio aborda cuatro categorías de enfoques para la reducción del riesgo global que se distinguen en función del nivel de cooperación requerido en cada una de ellas y que deberán ser flexibles y ágiles y emplear todas las herramientas disponibles. Se trata de las siguientes: estrategias localizadas, esfuerzos innovadores, acciones colectivas y coordinación transfronteriza.

En relación con las estrategias localizadas, que aprovechan la inversión y la regulación, el documento sostiene que son fundamentales para reducir el impacto de los riesgos globales y, en este caso, tanto el sector público como el privado pueden desempeñar un papel clave para extender los beneficios a toda la sociedad. En cuanto a los esfuerzos innovadores, admite que las acciones de entidades individuales pueden hacer del mundo un lugar más seguro.

Por su parte, sobre las acciones colectivas de ciudadanos individuales, el estudio pone de relieve que empresas y países podrían marcar la diferencia en la reducción del riesgo global en el caso de que alcancen una masa crítica. Y en lo referente a la coordinación transfronteriza, la publicación del Foro Económico Mundial considera que ésta sigue siendo la única opción viable para afrontar los riesgos más críticos para la seguridad y la prosperidad humanas.