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La expedición más ambiciosa de Greenpeace

Del Ártico a la Antártida: una travesía en defensa de los océanos

Greenpeace inicia esta semana la campaña 'De polo a polo', la expedición más ambiciosa de su historia. Durante un año, un barco con un equipo de científicos a bordo, recorrerá el planeta desde el Ártico hasta la Antártida para documentar el daño que la actividad humana está provocando en los océanos.

El barco 'Esperanza', de la organización ecologista Greenpeace, saldrá esta semana de Londres para realizar una travesía de casi un año de duración, desde el Ártico hasta la Antártida, para documentar las numerosas amenazas que enfrentan los océanos y exigir la aprobación de un Tratado Global de los Océanos en Naciones Unidas.

A lo largo de toda la expedición, Greenpeace recalará en algunas de las áreas que necesitan ser protegidas con más urgencia, tal y como señala el informe '30x30: Guía para la protección de los océanos', publicado la semana pasada por la organización ecologista. El 'Esperanza' llevará a bordo a científicos y activistas para investigar las principales amenazas que acechan las aguas de alta mar: el cambio climático, la sobrepesca, la contaminacióń por plásticos, la minería y las prospecciones en busca de petróleo y recursos genéticos (farmacéuticas).

"El mundo necesita un tratado sólido que permita la creación de áreas marinas totalmente protegidas", dice la ONG

“Nuestros océanos están bajo amenaza y depende de todas las personas protegerlos“, ha declarado Frida Bengtsson, responsable de la campaña 'Protege los Océanos', de Greenpeace. “Este viaje nos llevará a las primeras líneas de batalla en la defensa de nuestras aguas y allí lucharemos junto a un equipo de científicos de primer nivel, al que estamos felices de prestar apoyo en esta labor crucial por comprender cómo están cambiando nuestros mares y su vida marina y qué debemos hacer para que sobrevivan“.

“Las negociaciones hacia un Tratado Global de los Océanos en la ONU ya están en marcha y es vital que los gobiernos hagan lo correcto: el mundo necesita un tratado sólido que cuente con las herramientas suficientes para crear áreas marinas totalmente protegidas, libres de la actividad humana más dañina", insisten desde la organización. En este sentido, la ONG aboga por crear una red de estos santuarios marinos que cubra al menos un tercio de los océanos del mundo para 2030. De esta forma, pretende defender la biodiversidad, ayudar en la lucha contra el cambio climático y proporcionar seguridad alimentaria a miles de millones de personas. "Nuestro destino y el destino de los océanos están íntimamente relacionados“, asegura Greenpeace.

Para dar el pistoletazo de salida al ‘Esperanza’, Greenpeace ha convocado un evento en el Ayuntamiento de Londres, junto al río Támesis, que contará con la presencia del secretario de Estado de Medio Ambiente del Reino Unido, Michael Gove, representantes del Ministerio británico de Asuntos Exteriores y el biólogo marino, y coautor del informe 30×30, Callum Roberts.

Ruta que seguirá el  barco 'Esperanza' de Greenpeace.

La travesía del 'Esperanza'

El barco ‘Esperanza’ primero viajará al Ártico, donde un equipo multidisciplinar de científicos del clima y biólogos marinos investigará el impacto del cambio climático en la región y en la fauna, incluidas las ballenas y los osos polares. Después se sumergirá casi un kilómetro de profundidad, hasta la llamada Ciudad Perdida del Atlántida (en la dorsal del océano Atlántico), un complejo ecosistema de fuentes hidrotermales en el fondo marino que se cree que alberga indicios sobre los orígenes de la vida en la Tierra. Recientemente se han otorgado licencias para realizar prospecciones mineras de aguas profundas en la zona, lo que podría causar la pérdida irreversible de una biodiversidad única.

El 'Esperanza' visitará el Ártico, la Atlántida, el Triángulo de las Bermudas, el arrecife del Amazonas y la Antártida 

Más tarde visitará el mar de los Sargazos, situado en el famoso Triángulo de las Bermudas, donde el equipo estudiará el impacto de la contaminación por plásticos en el ecosistema y su biodiversidad. Aquí los bosques flotantes de algas (sargazos) crean un entorno único que es un refugio crucial para las tortugas marinas más jóvenes y el lugar de desove de anguilas. El mar de los Sargazos es uno de los cinco giros oceánicos que acumulan mayor cantidad de desechos marinos, en concreto, plásticos y microplástic

La siguiente parada serrá el arrecife del Amazonas, al norte de Brasil y en la Guayana Francesa. Aquí, el río más grande del mundo se encuentra con el océano y existen complejos bosques de delicados corales y esponjas que albergan coloridos peces, ballenas y tortugas marinas. Varias empresas quieren desarrollar prospecciones en busca de petróleo en esta región, donde un derrame tendría efectos devastadores en la vida marina. Mientras tanto, un segundo barco de Greenpeace, el rompehielos ‘Arctic Sunrise’, visitará el Monte Vema, en la costa oeste de África, una montaña submarina que se eleva desde una profundidad de más de 4.500 metros y que ha sufrido impactos demoledores por la pesca industrial.

Por último, el ‘Esperanza’ llegará a la Antártida a principios de 2020. Este frágil ecosistema es el hogar de más de 9.000 especies como pingüinos, calamares y grandes ballenas, pero se encuentra amenazado por el cambio climático y la pesca industrial.