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#LíderesConfinados. Videoentrevista con Federico Linares, presidente de EY España

“El modelo de empresa con propósito social es el que va a prevalecer tras la crisis”

EY fue la primera gran compañía en reaccionar a la crisis del Covid-19 cuando el pasado 5 de marzo, tras confirmarse un caso positivo en su sede corporativa en Madrid, envió a teletrabajar a casa a sus más de 3.000 empleados en la capital. "He pensado mucho en aquella mañana", confiesa Federico Linares, que ha hecho hueco en su vorágine diaria para atender a Soziable.es.

Federico Linares, presidente de EY, atiende a Soziable.es desde su domicilio.
Federico Linares, presidente de EY, atiende a Soziable.es desde su domicilio.

Al presidente en España de EY, una de las llamadas 'Big Four', le preocupa especialmente la comunicación. Confiesa que para él es una prioridad la cercanía con empleados, clientes y el resto de grupos de interés, más en estos momentos en los que las interacciones personales están sometidas a las leyes de distanciamiento del entorno virtual. Quizás por ello él se esfuerza en romper esas barreras a base de empatía y transparencia, e intenta que su figura como alto directivo no desdibuje la de su vertiente personal. Federico Linares se presenta a casi todo el mundo simplemente como 'Fede', gaditano amante de la vela, apasionado de la música y de las guitarras eléctricas y un ejecutivo convencido de que únicamente las empresas con un claro compromiso social serán sostenibles a largo plazo. Confinado en su domicilio, igual que lo está el resto de trabajadores de la firma desde el pasado 5 de marzo, roba unos minutos de su apretada agenda para reflexionar con Soziable.es sobre los desafíos a los que nos enfrenta la crisis provocada por el Covid-19.

Videoentrevista íntegra:

"Fuimos los primeros en enviar a teletrabajar a casa a todos nuestros profesionales y hubo quien nos acusó de exagerar, pero acertamos. Cuando lo primero es la salud y la seguridad de la gente es difícil equivocarse"

¿Cómo va todo en el proceso de desescalada hacia esa nueva normalidad de la que nos hablan?

Seguimos en el proceso de adaptarnos lo máximo posible a esa nueva normalidad. Todavía va a ser largo ese proceso, pero bueno, estamos bien, también en la familia de EY, tenemos a fecha de hoy 29 positivos y nos sentimos afortunados de no haber tenido a nadie particularmente grave.

EY fue la primera gran compañía en enviar a sus más de 3.000 trabajadores en Madrid a teletrabajar a sus domicilios ante un caso positivo por Covid-19. ¿Cómo se toma una decisión de esa envergadura en cuestión de horas?

He tenido tiempo para pensar en esto y creo que es de las decisiones más complejas y, a la vez, más sencillas que hemos tomado en años. El jueves 5 de marzo yo estaba en mi planta de Torre Azca, eran las 9 y media de la mañana. Nosotros trabajamos en 'open space', sin despachos, y a esa hora veo al director de RRHH que viene hacia mi mesa y leo en su cara la preocupación. Efectivamente me informó que se había identificado un positivo y a partir de ahí nos pusimos en marcha, aplicando los protocolos que teníamos previamente establecidos. Digo que es una decisión compleja porque tuvimos que enfrentarnos a la dificultad de enviar a casa a más de 3.000 profesionales en dos o tres horas, pero también la más sencilla, porque hay algo inamovible y es que la seguridad de la gente está por encima de todo. Ese mismo día hubo quien desde la comunidad empresarial nos acusó de estar exagerando, pero está claro que acertamos. Cuando lo primero es la salud y la seguridad de la gente es difícil equivocarse.

¿Es en momentos críticos como los que vivimos cuando cobran mayor valor el liderazgo y la comunicación?

La comunicación es fundamental. Nuestra actuación desde esos primeros momentos de crisis ha estado en consonancia con nuestros valores, pero lo de la comunicación era más complicado. Hacer entender a miles de empleados que tenían que irse a casa a teletrabajar, cuando todavía ninguna empresa lo había hecho, sí que podía parecer una decisión demasiado drástica. En EY tenemos la suerte de contar con uno de los mejores equipos de Comunicación de España que, junto al equipo de Talento y de RRHH hizo un trabajo brillante para explicar lo que estábamos haciendo. Nunca hay comunicación de más. Seguro que cuando deje de ser presidente de la firma si de algo me arrepentiré será de no haber comunicado más y mejor. Nunca es suficiente y es una de las prioridades que tenemos, porque la comunicación genera confianza.

En esta situación de confinamiento y de incertidumbre es fundamental garantizar los procesos de trabajo pero también mantener la motivación en todas las áreas de las compañías. ¿Cómo hacerlo?

Ese es uno de los temas relevantes, y además distinguiría entre la fase que acabamos de pasar y la que viene ahora. Nosotros desde hace dos años teníamos políticas de teletrabajo, de 'smart working', y en estos dos meses hemos seguido prestando servicios a los clientes con absoluta normalidad, con el mismo nivel de calidad. Pero claro, mantener la motivación y el compromiso en remoto es complejo, y lo que viene en los próximos seis meses es un reto para todos. Es una de nuestras prioridades y trabajamos en muchas acciones. Producimos un podcast diario con temas de salud, de negocio, invitamos a participar a personas conocidas... Es una manera de mantener un contacto mucho más cercano.  

¿Cambia en algo la percepción de un presidente, de un CEO, hablando virtualmente desde la intimidad de su casa en mangas de camisa a los trabajadores?

No debe haber separación entre lo que uno es como persona y lo que es como CEO. Yo soy bastante transparente con la vida que llevo, con la familia que tengo, con las cosas que me motivan, con las que me preocupan… Intento ser la misma persona, pero la comunicación virtual presenta desafíos, claro. Es curioso, porque luego hay muchas reuniones virtuales donde los niveles de empatía son muy similares a cuando son presenciales.

"El empresario, el autónomo y la ciudadanía en general han tenido un comportamiento ejemplar, muy por encima del de los políticos"

¿Cómo es la valoración sobre la manera en que empresas de todos los tamaños y sectores han reaccionado con medidas de responsabilidad social para paliar los efectos de la emergencia sanitaria?

Esta es una de las cosas más destacadas que hemos visto durante la crisis. El empresario, el autónomo y la ciudadanía en general, han tenido un comportamiento ejemplar, muy por encima del de los políticos. Las empresas se han volcado, han hecho cosas muy importantes en el ámbito de la responsabilidad empresarial. Empresas como el propio Grupo Ilunion, con la medicalización de hoteles y demás... Con esta actividad pro bono estamos descubriendo lo que es verdaderamente la empresa en España, que no es algo destinado exclusivamente a la maximización de beneficios para sus accionistas. Sería muy difícil que compañías que no tuvieran un propósito de impacto social hicieran todo lo que están haciendo ahora. Esto, o se tiene antes o no se tiene durante la crisis. Muchos están descubriendo lo que algunos ya sabíamos, que las empresas forman parte esencial de la sociedad, y que sin ellas la sociedad sería mucho peor. Estoy convencido de que sin la colaboración público-privada no vamos a salir de esto. Las empresas son las que están haciendo las aportaciones esenciales tanto en el ámbito sanitario como en el de la reactivación del empleo y la generación de riqueza para todos.

¿Es desalentador el ruido y la desunión en el ámbito político?

Claro, es que de aquí no se sale si no es estando unidos. No sería tan difícil un esfuerzo de mayor profundidad en el diálogo, en medidas conjuntas que respondan a las necesidades concretas que hay. Hay que exigir que los políticos estén a la altura de la ciudanía.

¿El foco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 sigue ahí o se ha desplazado por culpa de la crisis sanitaria?

No solo seguirá ahí, sino que saldrá muy reforzado. Estamos viendo cómo las empresas arriman el hombro en los momentos difíciles. La empresa debe crear valor financiero, por supuesto, pero también tiene que crear valor para sus empleados, para sus clientes y para la sociedad. Esto es fundamental. Esta ambición social de la empresa va a salir reforzada, el modelo de empresa con propósito social y medioambiental es el que va a prevalecer.

¿Cuáles son las principales preocupaciones que os transmiten en estos momentos los clientes de EY?

Los más evidentes son los temas de liquidez. Sectores que necesitan de ayudas porque están parados tienen que ser objetos de apoyo público. Temas también como la flexibilidad laboral, donde será necesario arbitrar medidas, o la tecnología. Eso son aspectos evidentes, pero hay otros menos visibles pero muy preocupantes como son la preservación del talento. Me preocupa que en estos próximos meses de profunda recesión que nos esperan se descapitalice el talento en las empresas.

"Me preocupa que en estos próximos meses de profunda recesión que nos esperan se descapitalice el talento en las empresas"

Ahí se demostrará qué empresas son de verdad socialmente responsables...

Yo espero que la responsabilidad social empresarial no sólo se mantenga sino que se eleve. Que esté donde tiene que estar: a nivel del CEO, del Consejo, del equipo de Dirección. Crear valor tiene que tener un propósito social. Vienen tiempos muy buenos para la responsabilidad social.

Esta emergencia ha cambiado los procesos de trabajo. ¿También cambiará las conciencias? ¿Seremos otros cuando todo esto haya pasado?

Yo tengo un defecto, que soy optimista. Y creo que efectivamente vamos a cambiar como personas. Las crisis son enormes tragedias, pero a la vez nos hacen plantearnos las cosas importantes. Creo que es importante hacer la distinción entre el ser y el tener. Esta crisis nos da una inmensa oportunidad para demostrar qué somos como empresas y como personas. Si de verdad nos guiamos por unos valores, si somos valientes, si somos íntegros, si persistimos y no nos rendimos. Esto es una tragedia pero es una enorme oportunidad.

¿Cómo serán los próximos meses en el terreno empresarial y económico?

Estamos en un momento de incertidumbre radical. La recesión va a ser larga, profunda y dura, y tenemos que estar preparados. Pero todo va a depender de aspectos como cuándo tendremos una vacuna o qué medidas de estímulo económico se van a poner en marcha. Tratemos de confiar en que no va a haber a corto plazo una subida generalizada de impuestos, que no sería bueno. Kant decía que la inteligencia de alguien puede medirse por el nivel de incertidumbre que es capaz de soportar. Bueno, es un momento también para ponernos a prueba y afrontar la incertidumbre y el reto de construir ese nuevo mundo que viene.