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Presidenta de la Fundación Mary Robinson-Justicia Climática

Mary Robinson: “Luchar contra el cambio climático es defender los derechos humanos”

Tras haber sido la primera mujer presidenta de Irlanda y alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Mary Robinson lidera una fundación en defensa de las personas más vulnerables a los efectos del cambio climático. Esta semana ha visitado Madrid para alertar del impacto negativo del calentamiento global sobre los derechos fundamentales.

Mary Robinson, durante la presentación del informe 'Un oscuro panorama', del IIDMA
Mary Robinson, durante la presentación del informe 'Un oscuro panorama', del IIDMA

Fue la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta de Irlanda. Cuando terminó su mandato, Kofi Annan la nombró alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. En esos años pudo comprobar de primera mano los desastres que provoca el cambio climático en muchos lugares del mundo, lo que le llevó a crear en la Fundación Mary Robinson-Justicia Climática, en defensa de los pueblos e individuos más vulnerables a los efectos del calentamiento global.     

Robinson ha sido invitada a participar en el acto de presentación del informe ‘Un oscuro panorama. Las secuelas del carbón’, elaborado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA).

“A algunas personas les sorprende que haya vinculación entre cambio climático, contaminación y derechos humanos”, comenta la presidenta de Justicia Climática, que explica: “Esto es porque cuando pensamos en derechos humanos pensamos en libertad de expresión, integridad física, etc... pero no nos viene a la mente el impacto negativo que la polución o el calentamiento global tienen sobre el derecho a la salud”.

"Durante mis viajes como alta comisionada de la ONU me fui dando cuenta del impacto negativo del cambio climático sobre la vida de las personas"

Robinson fue alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos entre 1997 y 2002. En aquellos años, aunque ya existía bastante consenso sobre el cambio climático en el ámbito científico, este problema apenas formaba parte de la agenda política internacional. Prueba de ello es lo que sucedió cuando Robinson llamó a algunos expertos para elaborar un informe sobre la incidencia del cambio climático en los derechos humanos: “Este documento nunca vio la luz porque se consideraba muy radical”.

Sin embargo, en sus viajes por todo el mundo, la alta comisionada comprobaba cómo en muchos lugares las cosas estaban cambiando: “Después de largos periodos de sequía venían inundaciones que destruían las aldeas, las escuelas... Mucha gente se veía obligada a abandonar su tierra para buscar otro lugar donde empezar una nueva vida”.

Así es como fue albergando la idea de crear una fundación que velara en todo el mundo por los derechos de las personas más afectadas por el calentamiento global. “Fuimos los primeros en pedir una reflexión sobre la necesidad de vivir en un medio ambiente adecuado para la salud como un derecho inalienable”, recuerda.

Derechos y obligaciones

“Los derechos conllevan obligaciones”, advierte Robinson. Y, a su juicio, esas obligaciones implican a los gobiernos, los ciudadanos y las empresas. “Las empresas deben respetar los derechos humanos, entre ellos, el derecho a la salud y a un medio ambiente sano”, subraya.

"Para lograr el objetivo de los 1,5ºC hay que tener la misma determinación que tuvo EEUU para mandar un hombre a la Luna en solo siete años"

A su juicio, los Acuerdos de París supusieron “un paso fundamental en la dirección adecuada”, porque ahora son los científicos los que marcan el paso a los políticos. “Pero hay mucha diferencia entre el objetivo del 1,5º C y el de los 2º C porque, con un aumento de dos grados, se derritirían los casquetes polares y desaparecerían muchas islas y costas”, reflexiona la ex presidenta de Irlanda.

Robinson cree que el objetivo marcado por el Panel Intergunernamental de Cambio Climático es alcanzable siempre y cuando se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 por ciento para el año 2050. “Para eso tenemos que dejar de hacer las cosas como las hacemos ahora”, algo que solo se conseguirá si se actúa con determinación. Con la misma determinación con la que los americanos trabajaron en el Programa Apolo. “Kennedy anunció en 1962 que el hombre pisaría la Luna antes de que terminara la década. Lo lograron siete años después”.

La presidenta de la Fundación Mary Robinson es conocedora de que España se encuentra en pleno periodo electoral y que la Ley del Cambio Climático depende del gobierno que salga de las urnas el próximo 28 de abril. “Lo que es importante, incluso en periodos de cambios políticos, es que todo el mundo se dé cuenta de que luchar contra el cambio climático es una forma de velar por los derechos humanos”, insiste.