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Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA

"El sector financiero está haciendo los deberes"

Antoni Ballabriga llegó hace años a la entonces Dirección de Reputación Corporativa de BBVA, y desde ese puesto ha vivido en primera persona el proceso por el que los criterios de responsabilidad corporativa y sostenibilidad se han integrado en la estrategia integral del banco. Un reflejo de ello es el propio nombre del puesto de Ballabriga, convertido hoy en director global de Negocio Responsable. Porque desde BBVA defienden que la sostenibilidad, además de imprescindible para luchar contra el cambio climático, es una oportunidad de negocio. El banco acaba de lanzar su 'Compromiso 2025', por el que se compromete a movilizar 100.000 millones de euros en acciones de sostenibilidad, un plan alineado con el que acaba de publicar la Comisión Europea sobre el crecimiento de las finanzas sostenibles. Si hay alguien en España con quien hablar en profundidad de estos temas es con Antoni Ballabriga, que desde enero representa también a la banca europea en el Foro de Finanzas Sostenibles de la UNEP FI de Naciones Unidas.

"El 'Compromiso 2025' de BBVA es un plan muy ambicioso que tiene tres grandes pilares: financiar, gestionar e involucrar"

BBVA acaba de fijarse una hoja de ruta hasta 2025, el 'Compromiso 2025', para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. ¿Cuáles son las bases de este compromiso?

Es un plan muy ambicioso que tiene tres grandes pilares: financiar, gestionar e involucrar. El primero tiene que ver con movilizar capital para frenar el cambio climático y conseguir alcanzar los ODS. Nuestro objetivo es movilizar 100.000 millones de euros entre 2018 y 2025, básicamente en financiación verde, en financiación de infraestructuras sostenibles y en inclusión y emprendimiento. El segundo aspecto es gestionar. Vamos a contratar energía renovable en un 70% a 2025, lo que significará una reducción de emisiones de CO2 del 68%. Hemos publicado normas sectoriales en ámbitos sensibles como energía o minería, y también hemos sido el primer banco en informar sobre la exposición de combustibles fósiles: carbón gas y petróleo, que es una de las métricas más solicitadas por parte de inversores. Finalmente queda el pilar de involucrar, no solo a clientes y empleados, sino a todos nuestros grupos de interés.

Cuando habla de movilizar 100.000 millones de euros en este programa, ¿qué significa exactamente, a qué se destinará ese dinero?

Cuando hablamos de movilizar, incluimos la financiación vía préstamos, pero también la labor de mediación y asesoramiento a clientes para que otros terceros puedan financiar sus proyectos. Hablamos de la intermediación de bonos cuando actuamos como bookrunner, como banco principal en la colocación. Cada año reportaremos según vayamos avanzando en la movilización de esos fondos.

¿Qué se entiende por productos financieros verdes o sostenibles?

Nosotros nos basamos en los estándares más avanzados, los Green Bond Principles (GBP) que determinan una serie de categorías para usar esos fondos. Si son verdes tienen que ver con energías renovables, con el uso eficiente de recursos, en definitiva, con todo lo que se orienta a conseguir una minimización de la huella ambiental. En ese caso no es solo que el cliente solicita esos fondos para uso verde, sino que hay un tercero que acredita que esos fondos son para ese uso sostenible. Eso funciona así para la vía de préstamos, siempre que esos recursos vayan destinados a uno de los usos contemplados en los GBP. O bien BBVA intermedia en el mercado de bonos y acredita que el cliente puede hacer una emisión de bonos y los recursos que capte van destinados a proyectos financieros verdes.

"Somos el banco agente en el mayor préstamo verde en el mundo, que se ha firmado con Iberdrola por valor de 5.300 millones de euros"

¿Qué papel está desempeñando BBVA en relación a este tipo de productos?

Somos el banco más activo en España participando en emisiones de bonos sostenibles. El año pasado participamos en la emisión de bonos por valor de 10.600 millones de euros, y hemos jugado un rol de bookrunner en la emisión de 1.500 millones de euros en bonos. A nivel de préstamos, estamos  innovando con productos inéditos. Somos el primer banco prestando en un project finance con formato de préstamo verde certificado y también el primero haciendo un préstamo verde sindicado. Somos el banco agente en el mayor préstamo verde en el mundo, que se ha firmado con Iberdrola por valor de 5.300 millones de euros. En este préstamo el tipo de interés va indexado a lo que es la emisión de CO2 de Iberdrola, de tal modo que a menores emisiones por su parte, mejor tipo de interés va a tener. También hemos sido el primer banco en ser banco principal para un préstamo para una aseguradora como es Mapfre. En este caso, el tipo de interés también está ligado al índice de sostenibilidad de Mapfre. Lo cierto es que el mercado se está sofisticando bastante en este tipo de productos.

Hablaba de involucrar a los grupos de interés como uno de los pilares esenciales de ese 'Compromiso 2025'. ¿Cómo se lleva eso a la práctica?

El Objetivo 17 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aunque es el último, para mí tiene una enorme relevancia. Porque al final una compañía, por muy grande que sea, si no consigue formar parte de un movimiento más colectivo no llega a conseguir impacto. En relación a los clientes implica facilitar que tomen decisiones informadas, promover la educación financiera, empoderarlos para que adquieran consciencia de cómo pueden utilizar su dinero de forma alineada con el desarrollo sostenible. Con los clientes más corporativos, pues fundamental ponernos a su lado para facilitarles la transición hacia la economía baja en emisiones de carbono. También hay un trabajo con los empleados, para que se impliquen en la toma responsable de sus decisiones. A nivel de observadores, nuestro papel es escuchar de una forma activa lo que nos dicen terceros e intentar aprender de ellos. Es lo que hemos hecho con ShareAction, que es un observador muy relevante en el Reino Unido, y hemos contado con ellos en el diseño de nuestro plan.

"La exposición a combustibles fósiles es un dato que nos viene siendo solicitado desde hace años por inversores sensibles a estos temas, y resolver esta petición es otra forma de involucrarnos"

¿Los inversores presionan a las compañías para que éstas adopten criterios sociales y sostenibles?

Por supuesto, ellos están siendo una de las palancas de cambio. La exposición a combustibles fósiles es un dato que nos viene siendo solicitado desde hace dos años por parte de inversores sensibles a estos temas, y resolver esta petición es otra forma de involucrarnos. También tenemos que hacerlo con la industria y los reguladores, necesitamos avanzar de forma colectiva. En ese sentido tenemos una iniciativa con otros bancos denominada Thun Group, focalizada a elevar los estándares de derechos humanos en el sector financiero. Y otra iniciativa de autorregulación es la que tenemos en el  Foro de Finanzas Sostenibles de la UNEP FI, la iniciativa financiera del Programa de Naciones Unidas, donde 16 bancos estamos haciendo un piloto para implantar las recomendaciones sobre cambio climático del Consejo de Estabilidad Financiera. En definitiva, ante los grandes desafíos, necesitamos grandes complicidades.

Usted representa desde enero a la banca europea en el Foro de Finanzas Sostenibles de la UNEP FI. ¿Qué trabajos se desarrollan en él?

El foro se creó hace ya 25 años, en él están representadas las tres grandes industrias del sector financiero: banca, inversores y sector asegurador. Su labor es fijar estándares de excelencia sobre cómo debe integrarse el tema de sostenibilidad en las entidades financieras. Hace de influencia también en los distintos reguladores para fijar el posicionamiento en estos temas. Y por supuesto impulsa iniciativas relevantes. Ahora estamos trabajando en una iniciativa para promover unos principios de banca responsable, igual que existen los principios de inversión responsable, que son muy reconocidos ya.

La Comisión Europea acaba de publicar su Plan de Acción sobre crecimiento de las finanzas sostenibles, basado en el informe final del Grupo de Expertos creado a tal efecto. ¿Cómo lo valora?

Creo que supone un cambio importante de paradigma, y pone a la Comisión Europea y a las entidades supervisoras en una pantalla distinta a la que había hasta ahora. Lo valoramos positivamente. El hecho de definir una taxonomía nos parece necesario. Trabajar por estándares y por etiquetas que nos permiten clarificar cuándo el producto es sostenible o no es muy relevante, y muy oportuno empezar por los bonos verdes. Nos parece absolutamente necesario que las entidades supervisoras integren en su mandato el tema del impacto ambiental del sector. Es un documento que va en la buena línea, que va a significar una buena hoja de ruta para que los organismos reguladores vayan avanzando.

"Somos el sector que facilita que todo fluya, que se haga una asignación eficiente de los recursos"

¿Cuál es la responsabilidad del sector financiero en la lucha contra el cambio climático?

El sector financiero juega un papel clave en esa transición hacia la economía sin carbono, porque sin el compromiso de las entidades financieras las compañías, las pymes e incluso los particulares que quieran incorporar en sus decisiones financieras esos criterios de sostenibilidad no podrán hacerlo. Somos el sector que facilita que todo fluya, que se haga una asignación eficiente de los recursos. Eso es algo que parece  muy obvio, pero no lo ha sido hasta hace poco tiempo. La persona que ahí realmente ha promovido este tema de forma global es Mark Carney, el gobernador del banco de Inglaterra, que preside el Consejo de Estabilidad Financiera, y que hace ya tres años dijo que el cambio climático era una oportunidad pero también era un riesgo sistémico.

¿Cree que el sector está preparado para afrontar este reto?

Si  hace dos años me hubieran hecho esa pregunta habría respondido que se está muy lejos de tomar la senda adecuada. Pero hoy debo reconocer que el sector financiero está haciendo los deberes, está avanzando de una forma acelerada. Esto se debe en parte a que hay dos palancas que lo facilitan: la del inversor, muchos de los bancos somos cotizados y tenemos grupos de inversores muy relevantes, y la del regulador/supervisor, que está empezando a exigir que los bancos tengan en cuenta estos temas. Me atrevería a nombrar también la palanca del cliente corporativo, de la gran compañía que lo está solicitando y está viendo esto como una oportunidad de mercado. Hoy la banca es uno de los sectores más avanzados en esta necesaria transición hacia la economía sin carbono.

¿Son los ODS una asignatura obligatoria hoy para cualquier empresa?

Creo que los ODS son un marco de referencia extremadamente útil. A mí me gusta decir que los ODS son un pedido que nos viene del futuro, como una oportunidad para hacer negocio hoy de una forma responsable. Toda compañía tiene que reconocer sus capacidades, identificar todo aquello en lo que pueda contribuir de manera diferencial, y nos ayuda a tener ese gancho que nos permite  comunicar nuestra ambición. Las compañías  tenemos que estar orientadas a un propósito, los ODS nos ayudan a entregar o tangibilizar ese propósito de una forma muy clara. Por tanto, sí creo que los ODS son la brújula que nos orienta a las organizaciones.