Entrevista con la politóloga Laura López y con la psicóloga Alejandra Muñoz

¿Qué pasará tras la guerra de Ucrania?

La invasión de Rusia a Ucrania ha provocado un éxodo masivo de personas. Según ACNUR, más de 3 millones y medio de ucranianos han tenido que abandonar el país. Los últimos datos facilitados por el Gobierno señalan que España garantizará permisos de residencia y trabajo a quienes huyen de la invasión rusa con un compromiso de seis meses, prorrogables a un año. Pero, ¿qué vendrá después? Laura López, politóloga y miembro del Colegio Profesional de Ciencia Política, Sociología, Relaciones Internacionales y Administración Pública de la Comunidad de Madrid (COLPOLSOC) y Alejandra Muñoz, psicóloga en el Centro de Rehabilitación Psicosocial e Investigación Asaenec de Córdoba, comparten su punto de vista con Soziable.es.

Refugiados en la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.

29 Mar 2022 | Cristina de la Cruz | Soziable.es

El fin de la guerra de Ucrania no solo supondrá un gasto de miles millones de euros para volver a levantar el país, si no que provocará daños irreparables en la población. Laura López, politóloga y miembro del COLPOLSOC y Alejandra Muñoz, psicóloga de Asaenec, reflexionan sobre el posible escenario que se vivirá tras la guerra, los países implicados en la recuperación de Ucrania y los efectos psicosociales que tendrá en la población civil.

La invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas ha hecho mella en el ordenamiento internacional fraguado tras la Segunda Guerra Mundial. Desde el inicio del conflicto armado en el este del país, a finales de 2013, Ucrania ha tenido enfrentamientos constantes, con manifestaciones y episodios civiles violentos, avivados por la anexión de Crimea a Rusia, y contando como desafortunado colofón con el reconocimiento oficial de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk como estados independientes, el pasado 21 de febrero de 2022, por parte de Rusia.

"La crisis ruso-ucraniana solo acaba de comenzar".

Estos convulsos ocho años han tenido un grave impacto en la población civil, especialmente en términos de desplazamiento forzado, por lo que, en palabras de la politóloga Laura López, “barajar un posible escenario de fin a esta guerra se antoja complicado”, añadiendo además que, “a estas alturas del conflicto, tras casi una década y con una cuestión identitaria, cultural, étnica y lingüística que ha provocado tantos enfrentamientos entre la población, no cabe ninguna duda de que la crisis ruso-ucraniana solo acaba de comenzar”.

¿Cómo abordarán Europa y China el final de la guerra de Ucrania?

Ante este panorama, voces expertas como la de López han dado su opinión con respecto al devenir de posibles acontecimientos que puedan sucederse tras la guerra. “A nivel geoestratégico cabe mencionar que puede ser posible que el conflicto ruso-ucraniano afecte a los países colindantes de la región, es decir, a los países de Europa Oriental y las antiguas repúblicas de la disuelta Unión Soviética, a los países de la antigua Yugoslavia, a los de la región del Cáucaso y a los situados en el sudeste europeo”, comenta López.

La politóloga explica que los principales motivos por los que los países de estas regiones pueden verse afectados en mayor medida, más allá de la evidente proximidad geográfica, hacen referencia “al pasado histórico común, a la agresiva tradición beligerante que estos países comparten, a las singularidades de los sistemas económicos de estas regiones, al comercio exterior de los productos que se realizan entre sus fronteras, así como a sus débiles sistemas democráticos y a las cuestiones étnicas o identitarias que la población comparte”.

"China se seguirá esforzando por mantener una postura ambigua ante el conflicto".

Ante el temor de algunos sobre el desarrollo de una posible Tercera Guerra Mundial, López opina que es poco probable que nos veamos inmersos en ese escenario y califica de “demasiado prematuro” aventurar el conflicto ruso-ucraniano como el inicio de una Tercera Guerra Mundial, ya que a lo largo de estos ocho años de conflicto, únicamente se ha desarrollado en el continente europeo. Otro de los puntos que vaticina que el conflicto se va a contener en Europa del Este es la posición de China. La potencia asiática es uno de los principales aliados de Rusia, pero también el mayor exportador de bienes de EE.UU. y el principal socio comercial de Europa y Ucrania, por lo que se seguirá esforzando por mantener una postura ambigua ante el conflicto.

“China no quiere que la guerra le salpique de forma directa, ni mucho menos verse afectada por las sanciones, por lo que recalca en su discurso que nunca atacará a Ucrania, lo que servirá para mantener su benévola neutralidad en sus relaciones con la Unión Europea”, asegura la politóloga.

El delicado papel de los medios de comunicación

La solidaridad de Europa está siendo decisiva para la población ucraniana, que se ha visto obligada a abandonar su país. Aun así, desde el punto de vista de la psicóloga Alejandra Muñoz, como ha ocurrido ante otro tipo de acontecimientos, “con la novedad, nos volcamos”, y añade que “conforme nos vayamos habituando al conflicto, la ola de solidaridad será menor”. En este sentido, Laura López considera que los medios de comunicación juegan un papel decisivo, ya que “centran su foco en aquellos conflictos próximos o cercanos a nuestra situación, ya sea a nivel geográfico, cultural o social”.  

A este respecto, López se lamenta del mal uso que llegan a hacer los medios de comunicación y tilda de “bochornosa” la utilización morbosa que se hace de cierto tipo de imágenes o contenido que, “lejos de ejercer una función informativa, pretenden alarmar a la ciudadanía, jugar con las emociones del espectador y herir sensibilidades mientras se hace un negocio televisivo y mediático de la problemática de la guerra”. Por su parte, Muñoz califica esta situación de “preocupante” y teme que esta sobreexposición mediática, en lugar de ponernos en contacto con el dolor, “nos habitúe a ver este tipo de imágenes a diario y normalicemos el hecho de verlas”.

López atestigua igualmente que, aunque la problemática que suponen los conflictos armados y las crisis internacionales no es algo nuevo ni desconocido, “seguimos mirando el mundo bajo el prisma eurocéntrico, alejado del resto de conflictos globales”, opinión que comparte Alejandra Muñoz, quien confirma que, “a pesar de que existen otras guerras en el mundo, no las hemos vivido de forma tan cercana en Europa y parece que, al estar más cerca geográficamente, empatizamos más con el miedo de la población ucraniana”.

¿Qué pasará con la población civil ucraniana y rusa?

Ante esta situación, plagada de miedo e incertidumbre, en la que las personas han tenido que abandonar su hogar y se han enfrentado a circunstancias muy adversas y dolorosas, Muñoz apunta que la población civil ucraniana se verá afectada a nivel psicológico de por vida, pudiendo llegar a desarrollar Trastorno por Estrés Postraumático y cuadros ansioso-depresivos. “La aparición de un problema de salud mental alude al fenómeno de multicausalidad y, entre esos factores, ocupan un importante lugar las situaciones traumáticas, por lo que será posible la aparición de cualquier problema de salud mental que, en otras circunstancias, quizás no se hubiera desarrollado”, declara la psicóloga.  

"La población civil ucraniana se verá afectada a nivel psicológico de por vida".

Otro de los problemas que probablemente surjan son sentimientos racistas hacia los rusos. Un hecho que ya vimos reflejado al principio de la pandemia por la COVID-19 con los ciudadanos chinos que vivían en España, a quienes algunos llegaron a culpabilizar por el nuevo virus. Según Muñoz, el sentimiento de culpabilidad de la población civil rusa está siendo muy grande y considera sumamente nocivo “clasificar entre buenos y malos por el origen de la persona”.

La Unión Europea, un firme aliado para la paz

Cuando acabe la ofensiva militar rusa, quedarán las cenizas de una Ucrania devastada y en crisis. Tal y como comenta López, tanto el propio gobierno ucraniano como la sociedad internacional, “deberán reparar el daño causado en el país, reconstruir las infraestructuras dañadas y demolidas y reinsertar de nuevo en la sociedad a los combatientes y excombatientes, así como, a las víctimas civiles del conflicto que han participado en la guerra y que pueden haber llegado a sufrir consecuencias a nivel físico, psicológico, emocional y personal”.

"Cuando acabe la ofensiva militar rusa, quedarán las cenizas de una Ucrania devastada y en crisis".

La mejor solución sería que Ucrania y Rusia firmasen un tratado de paz y, aunque ese horizonte se perfile lejano, según López, la Unión Europea podría colaborar otorgando a Ucrania un paquete de recuperación de amplio alcance que ayude al país a acercarse a Occidente económica y políticamente. Igualmente, ratifica que Europa debe de apoyar al país con medidas tales como la detección temprana de posibles escenarios de crisis, la ayuda humanitaria en terreno, la mejora de las redes de transporte y comunicaciones de Ucrania y el resto del mundo, la acogida de refugiados o incrementar el número de profesionales que puedan ayudar a los ciudadanos ucranianos a integrarse en otros países.

"El acompañamiento emocional a la población ucraniana va a ser de vital importancia”.

Desde un prisma psicosocial, Muñoz recalca que el idioma y el choque cultural van a ser las dos barreras principales que van a encontrarse los exiliados ucranianos al llegar a cualquier país de acogida, y remarca que “sería recomendable que estas personas se relacionen con otras personas de su país para seguir manteniendo sus raíces”. La psicóloga cordobesa subraya también que, “además del apoyo material, proporcionándoles una vivienda, ropa, comida o un trabajo, el acompañamiento emocional a la población ucraniana va a ser de vital importancia”.

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