Ya desde nuestros inicios, Shojiro Ishibashi, fundador de Bridgestone, señalaba lo siguiente respecto a las relaciones de una empresa con su entorno: “Estoy convencido de que un negocio que solo busque ganancias nunca prosperará, pero un negocio que contribuya a su sociedad y su país será siempre rentable”. Esta máxima nos inspira siempre en todo lo que hacemos, y la tenemos articulada en el ‘Compromiso E8 de Bridgestone’, un compromiso corporativo de cara a 2030 que está compuesto por 8 valores que empiezan con la letra “E”: Energía, Ecología, Eficiencia, Extensión, Economía, Emoción, Empoderamiento y Ergonomía que vertebran toda la estrategia global y nuestra manera de hacer negocios.
Es por ello que nuestra estrategia de sostenibilidad está presente durante todo el ciclo de vida de un neumático: desde el abastecimiento y las materias primas, pasando por la investigación y el desarrollo, la fabricación, el uso y el fin de la vida útil de los neumáticos y su posterior reciclaje.
Nuestros productos premium, a través de una innovación constante, tienen como foco principal la calidad, pero también la sostenibilidad. Las prácticas de reciclaje forman parte de nuestra rueda de fabricación, contribuyendo de forma decisiva a la circularidad que tanto buscamos.
De la mano de Signus (entidad formada por los fabricantes de neumáticos) apostamos por una segunda vida de todos los neumáticos que se recogen tras haber finalizado su vida útil para, posteriormente, separar sus materiales y reciclarlos. Además, apostamos por el recauchutado para dar una segunda vida a los neumáticos -1 de cada 4 neumáticos de camión lo son-y garantizando un rendimiento óptimo. De esta manera, ponemos en marcha un proceso que produce hasta un 80% menos de emisiones de CO2 que uno convencional puesto que, de media, la producción de un neumático recauchutado requiere un 70% menos de petróleo, lo que reduce las emisiones de CO2, y hasta 50 kg menos de residuos por neumático.
Trabajamos, por ejemplo, en la recuperación del Negro de Humo, un componente químico básico en la fabricación de neumáticos. Se trata de una práctica que ofrece la oportunidad de reducir la dependencia de productos petroquímicos en nuestra industria, reemplazando una parte del negro de humo tradicional por una alternativa circular y sostenible. Emplear negro de humo recuperado en neumáticos nuevos, además, reduce las emisiones de CO2 hasta en un 85% en comparación con los materiales vírgenes.
En este sentido, además de la acción, trabajamos la innovación que es fundamental para crear el futuro y, desde hace años, estamos llevando a cabo una investigación multidisciplinar sobre tecnologías innovadoras que permitirán el reprocesamiento del caucho de los neumáticos, a través del calor y otros métodos, de modo que este material reciclado pueda ser ampliamente utilizado para nuevos neumáticos.
En definitiva, miramos al futuro comprometidos y con metas muy claras. Empezando por 2030, donde nuestro objetivo es reducir al 50% las emisiones de CO2 y aumentar en un 40% nuestros productos fabricados con materiales reciclados y energía renovable, y, para 2050, nos comprometemos a alcanzar la neutralidad de carbono y el 100% de materiales sostenibles. Seguiremos trabajando con la sostenibilidad como guía de nuestra actividad para poner el futuro a rodar.