Las anteriores reuniones del Foro Económico Mundial dieron un impulso decisivo a la Agenda 2030

¿Qué podemos esperar de la cumbre de Davos?

Esta semana tiene lugar en Davos la 48ª cumbre anual del Foro Económico Mundial. Como cada año, las personas con mayor influencia política y económica del mundo se dan cita estos días en esta estación de esquí suiza para tratar de buscar solución a los grandes problemas globales desde un espíritu de cooperación. Habrá pronunciamientos a favor de la paz, la igualdad de género, el desarrollo sostenible y la lucha contra el calentamiento global pero, ¿podemos esperar algo más que palabras?

23 Ene 2018 | Ignacio Santa María | Soziable.es

“Creando un futuro compartido en un mundo fracturado”, es el lema elegido para esta cumbre del Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés). A modo de explicación, su fundador y presidente, el profesor Klaus Schwab, comentaba hace unos días: “Nuestro mundo está hoy fracturado a causa de la competencia en aumento entre países y de las profundas divisiones dentro de las sociedades, sin embargo, el alcance de los desafíos a los que se enfrenta hacen más que nunca indispensable una acción concertada, colaborativa e integrada”. Esta es la letra y el espíritu de esta gran reunión de líderes de todo el mundo.

Se habla de igualdad de género, de la inestabilidad de la era Trump y de mantener los acuerdos contra el cambio climático

Consultado por Soziable.es, Gabriel Ferrero, vocal asesor para la Agenda 2030 de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, señala los temas que cree que no faltarán en las conversaciones de estos días: “La igualdad de género y de oportunidades, la brecha salarial hombre-mujer, la inestabilidad en el mundo en la ‘era Trump’ y la urgencia de mantener los acuerdos contra el cambio climático”.

Precisamente, la presencia de Donald Trump en la cumbre ha sido la gran noticia en los días previos. Es el primer presidente de los EEUU que se persona en esta reunión desde que Bill Clinton lo hiciera en 2000 y es algo sorprendente porque el actual inquilino de la Casa Blanca se ha mostrado siempre muy crítico con organizaciones que buscan soluciones a través de la globalización como es el caso del WEF y todavía resuena el portazo que dio a la comunidad internacional anunciando su retirada del Acuerdo de París contra el cambio climático.  

Klaus Schwab, fundador y presidente del WEF.

 

No será además una presencia discreta pues pronunciará un discurso en la sesión de clausura del día 26. Algo que, según el embajador de EEUU en Suiza, Ed McMullen no es contradictorio, porque según ha declarado: “’América primero’ no quiere decir ‘América en solitario’”.

Trump no pretende cambiar su política de aislacionismo que, de momento, le está dando buenos réditos

¿Qué significado tiene que Trump venga a Davos? Para Ana Amelia Ugarte,  directora del Instituto Séneca, Trump solamente tiene la intención de aprovechar la cumbre como escaparate para vender los buenos datos de la economía estadounidense: “Personalmente, pienso que Trump seguirá firme en su pensamiento de apartarse del Acuerdo de París, y si acude a Davos será para dejar oír su voz y dar a conocer que, a pesar de los malos pronósticos alrededor de su Administración, la economía de los EEUU ha crecido sostenidamente a lo largo del 2017, el desempleo se ha reducido a poco más del cuatro por ciento, y la inflación está controlada”.

Pero eso no significa, a juicio de Ugarte, que Trump haya decidido ahora abandonar su aislacionismo voluntario y ser un actor comprometido en el concierto internacional. “No creo que busque un liderazgo mundial. Tiene muchos asuntos turbios y pendientes en casa, como para pretender hacer frente a los enormes desafíos globales, al lado de las grandes potencias occidentales. Su aislacionismo le está dando, de momento, buenos réditos como para cambiar de estrategia“.

Cambio de paradigma

No cabe duda que los líderes mundiales reunidos en Davos son sensibles a la necesidad de un cambio urgente hacia un modelo de desarrollo sostenible. De hecho, los encuentros de Davos están en el origen de numerosas iniciativas globales en favor de este cambio de paradigma. Lo confirma Ferrero: “Tienen un grado de sensibilidad muy alto. De hecho, los debates en Davos en 2014 y 2015 fueron decisivos para dar un impulso decidido a la Agenda 2030 y a los acuerdos de París”.

En este sentido, el asesor gubernamental para la Agenda 2030, destaca que es habitual en las reuniones del WEF la participación del presidente del Banco Mundial, así como del secretario y el vicesecretario general de las Naciones Unidas. “Obviamente, el foro reúne también a sectores no tan sensibles o favorables, pero la Agenda 2030 y París se han hecho presentes con mucha fuerza”, insiste Ferrero

El grado de sensibilidad de los actores presentes en Davos es alto, bien por convicción propia, bien inducidos por la opinión pública

Este asesor adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación cree que, en concreto, en la presente edición, “puede haber manifestaciones públicas por parte de líderes empresariales globales de apoyo decidido a la Agenda y al acuerdo del Clima”, algo que sería, a su juicio, importante en este momento, tras el anuncio del abandono del Acuerdo de París, por parte del Gobierno de EEUU.

Los poderes económicos representados en Davos tendrán un grado de sensibilidad alto hacia temas como la lucha contra el cambio climático en opinión de la directora del Instituto Séneca, que razona de este modo: “El medio ambiente está ligado a la economía, y este hecho lo tienen presente y en cuenta tanto los estados como las organizaciones intergubernamentales. El cambio climático está alterando drásticamente la economía de muchos lugares, impactando negativamente en la vida de las personas y en sus comunidades”, expresa Ugarte.

Para esta experta, ”estamos en una época de cambios, donde los patrones de extracción, producción y consumo ya no son viables, y donde se hace imprescindible un cambio de paradigma en materia de desarrollo”. Todo ello repercute en la conciencia de los líderes reunidos en Davos. “El grado de sensibilidad de los actores que estarán presentes en la reunión del WEF es mayoritariamente alto, por convicción propia en unos, o inducidos por la opinión pública de sus países en otros”, concluye Ugarte.

El Rey, al frente de la delegación española

La delegación española que ha viajado a Davos para participar en la reunión del Foro Económico Mundial está encabezada por Felipe VI. Esta es una de las grandes novedades de la presente edición, ya que es la primera vez que un miembro de la Casa Real es invitado a uno de estos encuentros. España también está representada por los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis; y de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, así como por varios presidentes y directivos de compañías del Ibex 35.

Para el asesor gubernamental sobre la Agenda 2030, Gabriel Ferrero, la presencia del Rey en un foro cuyo foco es la desigualdad "es representativa del compromiso de la Corona con la igualdad de género, y con la reducción de las desigualdades en general".

La invitación cursada al monarca español coincide con la alusión al problema de Cataluña en el documento de riesgos globales para 2018 elaborado por el Foro Económico Mundial, en el que expresamente se dice: "Los problemas identitarios están causando tensiones políticas en un creciente número de países, incluyendo Polonia, Hungría y, en diferentes formas, España".

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