Pasar al contenido principal
Según un estudio de Fundación Randstad

Más de la mitad de los puestos de trabajo de personas con discapacidad tienen un riesgo alto o muy alto de automatización

El 21% de los ocupados con discapacidad tienen un riesgo muy alto frente a la automatización y el 47% un riesgo alto. Estos datos, extraídos de un análisis realizado por Fundación Randstad, implican que casi siete de cada 10 ocupados necesitan desarrollar sus competencias para mejorar su empleabilidad.

El 80% de las personas ocupadas con discapacidad trabajan en el sector servicios.
El 80% de las personas ocupadas con discapacidad trabajan en el sector servicios.

La Fundación Randstad, junto con Randstad Research, realizaron un análisis para conocer el impacto de la automatización en el empleo de las personas con discapacidad. Los procesos automatizados en la actualidad vienen marcados por el uso cada vez más intensivo de desarrollos tecnológicos como la robótica o la inteligencia artificial, que pueden sustituir al ser humano en la realización de algunas tareas.

El primer impacto que podría observarse es que las ocupaciones con tareas repetitivas o recurrentes y que no requieran grandes conocimientos o destrezas, podrían ser fácilmente reemplazables por alguno de estos automatismos con el objetivo de ganar en agilidad y en eficiencia.

El sector industrial y agrícola fueron los primeros en hacer un uso intensivo de estos procesos automatizados. Sin embargo, el sector servicios ya no es ajeno a sus beneficios y empieza a incorporar muchos de estos desarrollos. En sectores como la hostelería, la jardinería, la limpieza o la administración, es cada vez más habitual la presencia de robots o de diversas automatizaciones.

La tendencia de la automatización en España

Analizar los sectores y las ocupaciones donde las personas con discapacidad están más presentes se convierte en prioridad para medir el impacto que la automatización puede tener en el empleo de este colectivo. Según los últimos datos publicados por el INE, en 2021 había en España más de 518 mil personas ocupadas con discapacidad. De ellas, más del 80% lo hacen en el sector servicios (421 mil personas) y un 12% en el sector industrial (62 mil personas). El resto (casi un 10%) se distribuye entre el sector de la construcción y la agricultura.

Al dividir a los trabajadores con discapacidad por grupos de ocupación según la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO-11) y atendiendo al nivel de competencia de cada grupo, se observa como algunas ocupaciones (servicios de restauración, personales, protección y vendedores; técnicos, profesionales de apoyo; operadores de instalaciones y maquinaria; o trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero), tienen un riesgo alto o muy alto de ser impactadas por los procesos de automatización. Esto significa que al menos 312 mil personas ocupadas con discapacidad (un 60% del total de ocupados) pueden verse afectadas por esta tendencia.

Número de ocupados con discapacidad según grupo de ocupación (CNO-11) en 2021.

Los que mayor riesgo corren son el 21% de ocupaciones elementales porque son el grupo que más peso tiene en el conjunto de ocupaciones y es el que menor nivel de competencias requiere. Es decir, en este grupo se requieren tareas físicas o manuales sencillas y rutinarias y solo se exige conocimientos básicos de lectura y escritura y de aritmética elemental. En este grupo es normal ver a limpiadores, peones de carga, peones de jardinería o ayudantes de cocina. Es decir, profesiones con un riesgo muy alto de incorporar algún tipo de automatización y donde mayor presencia hay de personas con discapacidad.

En cuanto a los contratos firmados, a 31 de diciembre de 2021, las personas con discapacidad firmaron 307.885 contratos, concentrándose más del 54% en tan sólo 15 ocupaciones (167 mil contratos). Estas 15 ocupaciones requieren competencias muy básicas y elementales para su realización, situando a las personas que firman estos contratos en riesgo de verse afectados por procesos de automatización.

Casi un 25% de los contratos realizados a personas con discapacidad se hicieron como personal de limpieza (48.485 contratos) y como peones en la industria manufacturera (28.006 contratos) que son dos de las cuatro ocupaciones con riesgo más alto de verse afectadas por procesos de automatización. Ese porcentaje se elevaría al 29% si sumamos todas las ocupaciones de riesgo muy alto.

Las 15 ocupaciones de mayor contratación en 2021.

Reducir el impacto negativo de la automatización

Para María Viver, directora de la Fundación Randstad, “que la gran mayoría de los empleos que ocupan las personas con discapacidad estén sometidos a los riesgos de la automatización, coloca a nuestra fundación frente a un gran reto: disminuir en la medida de lo posible ese impacto y que el número de personas con discapacidad en riesgo por la automatización se reduzca progresivamente”.

Para lograr este reto, la Fundación cuenta con herramientas como la formación y el desarrollo del talento, claves para la adaptación de las personas con discapacidad y la mejora de su empleabilidad. En 2022, la fundación invirtió casi 600.000 euros en formación, el 64% de las personas formadas y el 42% de las personas atendidas consiguió un empleo.