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La expectativa de curación del cáncer es cada vez mayor

Volver al trabajo tras un cáncer: cinco claves

Aunque cada año se diagnostican más casos de cáncer en España, cada vez hay más garantías de supervivencia y curación. Por eso, el porcentaje de reincorporación laboral tras un tratamiento de cáncer también es mayor. No es sencillo reintegrarse a la actividad profesional tras un largo tratamiento.

Cada año se diagnostican en España cerca de 228.500 nuevos casos de cáncer. De ellos, el 39 por ciento tiene menos de 65 años, y únicamente el cuatro por ciento son menores de 39, según los últimos datos extraídos del Observatorio del Cáncer (AECC). Si bien su incidencia crece -en 2035 se diagnosticarán más de 315.000 nuevos casos anuales, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)- cada vez hay más garantías de éxito de curación. Y gracias a este aumento de la supervivencia, el porcentaje de reincorporación laboral es cada día mayor. En este sentido, es importante prestar atención especial a los aspectos psicológicos y relacionales. Un estudio de la compañía de seguros de salud Cigna expone cinco claves para facilitar la reincorporación laboral tras padecer un cáncer:

Conocer los retos físicos y psicológicos de la reincorporación laboral. La vuelta al trabajo supone el reencuentro del trabajador con uno de los aspectos más importantes de su vida: su actividad profesional. Esta vuelta a la normalidad tiene múltiples efectos positivos en la recuperación física y emocional de la persona, pero también puede ser causa de miedos, preocupaciones y temor a no rendir como antes e incertidumbre por cómo va a relacionarse con otros compañeros. Por eso, es muy importante ser empáticos con su situación, ayudándole a ganar seguridad consigo mismo.

La vuelta al trabajo debe ser progresiva y paulatina y con fórmulas que la hagan lo más flexible posible

Ayudar al trabajador a combatir la ansiedad. La reincorporación laboral tiene que realizarse de manera progresiva y paulatina, manteniendo un diálogo abierto y facilitando las vías adecuadas para que sea lo más flexible posible. En este sentido, una buena idea es fijar un calendario de reuniones para tratar su evolución en el puesto de trabajo. Además, se recomienda poner a su disposición herramientas de apoyo específicas, tales como apoyo psicológico gratuito o asesoría laboral.

Reforzar la red de apoyo en la plantilla. Contar con una red de apoyo dentro de la empresa es un factor clave para el éxito de la reincorporación laboral. Por eso, una iniciativa muy interesante para reforzar el compañerismo es poner en marcha sesiones interactivas con preguntas y respuestas sobre esta enfermedad. Además, es muy importante incluir al empleado en los proyectos y actividades sociales en las que se haría habitualmente, con total normalidad.

Facilitar la conciliación tratamiento–familia–trabajo. La persona necesitará, por parte de la empresa, ciertas concesiones: descansos periódicos, llamadas personales, ausencias por el tratamiento o por cita médica, posibilidad de teletrabajo, etc. Además, puede ser interesante apoyar la implantación de herramientas de telemedicina en la empresa, de gran ayuda para empleados tras un cáncer: gracias a ellas, pueden controlar mejor su estado de salud, resolver algunas dudas médicas que puedan surgir, y obtener apoyo psicológico.

Fomentar el autocuidado.  Muchos empleados que superan un cáncer quieren recuperar el control de su salud y bienestar. Esto significa que la empresa debe convertirse en un agente activo de promoción de la salud, brindando acceso a la información y a las herramientas necesarias para cuidarse, como puede ser el Código Europeo contra el cáncer, una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. El objetivo es concienciar de que un estilo de vida saludable contribuye a prevenir la aparición de muchas enfermedades, entre ellas, el cáncer.