El estudio ‘España: Destino Agenda 2030. La acción empresarial como palanca para la recuperación’, realizado por Forética, analiza cómo han influido las consecuencias socio-económicas de la crisis provocada por la COVID-19 en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y, en el caso concreto de España, identifica los principales retos sociales y ambientales a los que es necesario dar respuesta para trazar la senda de desarrollo hasta 2030.
En relación con el impacto de la COVID-19 en la evolución de los ODS, el 'Sustainable Development Goals Report 2021', publicado por Naciones Unidas, apunta que se han perdido años, o incluso décadas, de progreso a nivel global debido al incremento en los índices de pobreza extrema y desigualdad, la pérdida de empleo y el crecimiento de la economía informal, entre otros factores.
Igualmente, el 'Sustainable Development Report 2021', publicado por Cambridge University Press y la Fundación Bertelsmann, apunta que por primera vez desde su lanzamiento en 2015 se ha revertido el alcance global de los ODS.
Según Germán Granda, director general de Forética, “el último año nos ha dejado un contexto sin precedentes a nivel global debido a la pandemia originada por la COVID-19, que todavía mantiene a gobiernos, empresas y sociedad en un contexto muy desafiante”.
En este contexto, Granda apuntó que “no podemos desaprovechar la gran oportunidad que suponen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de demostrar el potencial de la sostenibilidad como gran aliada del desarrollo y de la prosperidad económica y social”.
Por ello, afirmó que “desde nuestra organización, apoyamos a las empresas españolas en aumentar la ambición en su apuesta por la sostenibilidad a todos los niveles, acelerar la acción de su respuesta y ampliar las alianzas con las administraciones públicas y otros grupos de interés”. Y, además, añadió que “ahora más que nunca, se necesita la colaboración de todos los actores, desde la comunidad empresarial al sector público pasando por el tercer sector y la ciudadanía”.
Respuesta a los retos sociales y ambientales
Según el ‘Sustainable Development Report 2021’, España se encuentra en el puesto número 20 entre los 165 países que recoge el índice global de desarrollo sostenible. Con una puntuación de 79,5 sobre 100, nuestro país ha ascendido dos puestos respecto al índice del año anterior. Los indicadores muestran que España ha avanzado, respecto a los datos de 2020, en algunos ODS, como el ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 5 (Igualdad de género) y ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas).
Por el contrario, la información reportada para el ODS 2 (Hambre cero) presenta un desempeño negativo, con significativos retrocesos en tres de los nueve indicadores incluidos. Además, España se encuentra por debajo de la media europea en el desempeño del ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento) o el ODS 10 (Reducción de desigualdades), incluso antes de la pandemia, según datos de Eurostat.
Y, por otro lado, el desempeño vinculado al impacto medioambiental presenta retrocesos significativos, especialmente en lo relativo al ODS 13 (Acción por el clima) y ODS 15 (Vida en la tierra) resultado de la combustión de combustibles fósiles y la creciente pérdida de biodiversidad, respectivamente.
A pesar de estos resultados, Elena Ruiz, coautora del informe de Forética, subrayó que “aunque el impacto social de la pandemia ha sido el más evidente, los retos ambientales más urgentes persisten, como la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”.
Además, manifestó que “la pandemia ha mostrado la interacción e interdependencia de todos ellos: salud, bienestar, prosperidad social y económica, crisis climática, protección de la naturaleza y, por tanto, la visión holística del desarrollo sostenible que define la Agenda 2030 y sus 17 ODS. Así, las soluciones a los retos actuales han de ser sistémicas y estructurales siguiendo los ODS como hoja de ruta”.
Forética destaca en su informe algunas iniciativas a nivel nacional que contribuyen al avance en la consecución de los ODS y que están alineadas con el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030. Entre ellas, cita el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 y la Estrategia España 2050, que contemplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible como palanca clave para la reconstrucción.
Impacto de la COVID-19 en la agenda europea de desarrollo sostenible
A nivel europeo, el estudio de Forética recoge cómo el Informe de Progreso 2021 sobre la consecución de los ODS en la Unión Europea muestra un impacto negativo en el desarrollo económico y del mercado laboral (ODS 8), que ha dado lugar a un revés a la mejora observada desde 2013. Esta tendencia se ha repetido, asimismo, en el área de educación (ODS 4), igualdad de género (ODS 5), incremento de las desigualdades (ODS 10), así como en materia de alianzas (ODS 17).
“A pesar del claro impacto de la pandemia en Europa, la respuesta ha sido determinada y con un enfoque de sostenibilidad claro”, destacó Verónica García, coautora del informe de Forética.
A este respecto, añadió que “el Pacto Verde Europeo, lanzando a finales de 2019 por la Comisión Europea con el objetivo de transformar a la Unión Europea en el primer continente climáticamente neutro para 2050 ha supuesto un importante escudo para dar respuesta a la actual crisis, así como una garantía de aceleración en la consecución de los ODS”.
En la misma línea, afirmó que “los fondos NextGenerationEU, el paquete de recuperación lanzado por la Unión Europea para dar respuesta a la crisis provocada por la COVID-19, suponen un gran impulso para la consecución de la Agenda 2030 en Europa”.
Claves de liderazgo empresarial
La publicación de Forética recoge, por último, las cuatro claves para el liderazgo empresarial en la consecución de los ODS: llevar a cabo un seguimiento anual sobre el avance en la consecución de los ODS para planificar o adecuar la estrategia empresarial al contexto; fijar la ambición a la altura de los retos más urgentes con un enfoque sectorial; considerar la taxonomía de la Unión Europea como una herramienta para identificar dónde está poniendo los verdaderos esfuerzos la organización y reducir la brecha existente entre el compromiso y la inversión para lograrlo; y mejorar de forma continua los indicadores de medición de la consecución de los ODS, llevando a cabo una traducción que permita entender a la sociedad los esfuerzos de las empresas.