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El evento de la Asociación Española de Fundaciones se convierte en el gran punto de encuentro de entidades sociales

Demos 2018: La sociedad civil entona la melodía del optimismo

A través de numerosas charlas, debates, talleres y otras actividades, la última edición de Demos 2018 ha pretendido lanzar un mensaje de optimismo a la sociedad. Conceptos como “verdad”, “confianza” o “transparencia” han resonado también en este evento anual de las fundaciones y de las entidades de la sociedad civil, organizado por la Asociación Española de Fundaciones (AEF) y que ha tenido lugar en CaixaFórum y Media Lab Prado.

Imagen de los premiados en el Foro Demos 2018.
Imagen de los premiados en el Foro Demos 2018.

Música en directo para recibir a los participantes, notas que se mezclan con el bullicio de los saludos y las voces de decenas de voluntarios enfundados en camisetas rosas que se afanan en repartir tarjetones detrás de una larga mesa de madera. Música también a mitad de la jornada cuando el aire del auditorio se llena del cante de Sandra Carrasco, que aparece en escena con un bebé en brazos. Y más melodías en el 'café-networking', en el picnic y en la despedida. Todo este 'hilo musical' ha sido la aportación de los miembros de la asociación ‘Música en vena’, que por un día han cambiado los hospitales por los espacios del CaixaForum y el Media Lab, en Madrid.    

La constante presencia de la música en la última edición de Demos, el Foro de las Fundaciones y la Sociedad Civil parecía querer subrayar algunas de las palabras que han resonado durante la jornada como “optimismo”, “armonía” o incluso “sinfonía”. “Para que los Objetivos de Desarrollo Sostenible sean una realidad, todos los actores tenemos que ser como una orquesta, como una sinfonía que requiere del trabajo de todos y todas”, ha manifestado Federico Buyolo, director de la Oficina para la Agenda 2030.

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Resulta casi una osadía hablar de optimismo, de verdad, de confianza y de alianzas estables en este tiempo de posverdad, ‘fake news’, relaciones efímeras e individualismo en el que predomina una sensación de incertidumbre rayana en el miedo. Esta es la provocación que ha lanzado Demos 2018, el principal evento anual de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), que sigue creciendo en número de asistentes (800 inscritos), de ponentes (80 expertos en filantropía, ciencia, tecnología, educación o deporte) y de actividades (más de 40).     

Javier Nadal, presidente de AEF, ha remarcado este mensaje de positividad a pesar de los nubarrones: “Somos optimistas a pesar de que el mundo tiene sus dificultades. La confianza es nuestro capital y las entidades de la sociedad civil  nos la tenemos que ganar con verdad y transparencia”. Hay que ser optimistas pero con los pies en el suelo, destaca Rosalía Arteaga, expresidenta de Ecuador y presidenta de la Fundación Fidal, quien sostiene: “Mi  optimismo está basado en la fe en que la ciencia, la tecnología y la innovación están haciendo su parte”. Además, añade, “el optimismo es la única salida que nos queda, la otra alternativa es apagar e irnos, pero ¿adónde iremos?”.

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También Michael Hastings, jefe global de Ciudadanía de KPMG, se ha declarado optimista pero con algunas condiciones: “Si las empresas creyeran que tienen una responsabilidad más allá de conseguir unos beneficios; si la clase política, además de contentar a la ciudadanía, fijara los ojos en el camino de pesadilla que emprenden los migrantes que tratan de cruzar el Mediterráneo; si la sociedad diera la batalla por la dignidad, entonces sería un mundo en el que podría ser optimista”.

Foto de familia de los participantes en Demos 2018.

En apenas 12 horas, han tenido lugar charlas, meditación, grupos de trabajo, ‘basket beat’, experiencias de inmersón, debates, teatro y música. Demos 2018 ha acogido diálogos como el protagonizado por Ángel Bonet y el robot Pepper, debates con expertos sobre libertad filantrópica, la rentabilidad de donar o la tecnología blockchain; conversaciones entre deportistas olímpicos y el director del diario Marca, Juan Ignacio Gallardo; charlas que han demostrado el papel determinante de las fundaciones en el desarrollo científico con Juan Ignacio Cirac, Premio Príncipe de Asturias y consejero de Telefónica; o cafés con profesionales como Vicente Vallés, Rafael Matesanz (también Premio Príncipe de Asturias), Teresa Perales, Richard Vaughan, Camino Rojo o Chema Vera.

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Pero tan importante o más es todo lo que ocurre fuera del programa oficial, en los pasillos, en los vestíbulos, en los improvisados cafés: ese bullir de encuentros, corrillos, complicidades, intercambios de nombres, de teléfonos, de direcciones... aquí se puede ver en acción cómo distintos actores entran en contacto y establecen alianzas. Es exactamente de esto de lo que han hablado tantos de los ponentes: de generar alianzas para el cambio hacia un mundo mejor para las próximas generaciones.

¿Cómo será el mundo que verán dentro de 25 o 30 años los ojos de ese bebé que sostenía la cantaora Sara Carrasco en sus brazos? Depende de todos los ciudadanos: “Todos somos sociedad civil”, se ha dicho también aquí. Y las opciones, como ha insistido Arteaga, solo son dos: el optimismo o el abandono.