La salud ambiental, cuyo día mundial se celebra este 26 de septiembre, es uno de los ámbitos más amplios dentro de la salud pública. Ello se debe, tal y como explican desde la Federación Internacional de Salud Ambiental (IFEH, por sus siglas en inglés) a las innumerables formas en las que diferentes fuerzas externas –como, por ejemplo, la calidad del agua, la pérdida de biodiversidad o la contaminación del suelo, entre otras– pueden afectar a la forma en que las personas comen, viven y crecen.