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El Día Mundial contra el Trabajo Infantil

Los casos de trabajo infantil se elevan a 160 millones, al alza por primera vez en 20 años

El informe ‘Trabajo Infantil: estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir’, de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y Unicef, recoge las últimas tendencias y las cifras de niños que trabajan a nivel mundial y por regiones, con estimaciones de los que corren un riesgo adicional debido a la pandemia. Ambas organizaciones lo han dado a conocer con motivo del día mundial, que se conmemora este sábado, 12 de junio.

Informe ‘Trabajo Infantil: estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir

Un total de 160 millones de niños y niñas en el mundo están forzados a trabajar, 8,4 millones más que hace cuatro años, lo que supone el primer incremento en dos décadas. Además, varios millones de niños más se encuentran en situación de riesgo debido a los efectos de la COVID-19, según concluye un nuevo estudio de la OIT y Unicef.

En el informe ‘Trabajo Infantil: estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir’, se destaca un aumento sustancial de la cantidad de niños de 5 a 11 años en situación de trabajo infantil y que, actualmente, representan algo más de la mitad de todos los casos de trabajo infantil a escala mundial. Mientras, el número de niños de 5 a 17 años que realizan trabajos peligrosos, es decir, todo trabajo que es susceptible de dañar su salud, seguridad o moral, ha aumentado en 6,5 millones desde 2016 hasta alcanzar 79 millones.

Según señaló Guy Ryder, director general de OIT, durante la presentación de este informe, “debemos reiterar nuestro compromiso y nuestra voluntad para revertir la situación e interrumpir el ciclo de pobreza y trabajo infantil”. Así lo alertó por haberse invertido la tendencia a la baja que existía previamente para erradicar el trabajo infantil, habiendo disminuido los casos en 94 millones desde el año 2000 a 2016, mientras que ahora se ha estancado por primera vez desde hace 20 años.

Por regiones

En África Subsahariana, tanto el número como el porcentaje de niños en situación de trabajo infantil se ha incrementado desde 2012 debido al aumento demográfico, las frecuentes crisis, la pobreza extrema y las medidas inadecuadas de protección social, reza el informe. Actualmente, continúa, existen más niños en situación de trabajo infantil en esta región que en el resto del mundo, por lo que, explica, los objetivos mundiales en la lucha contra el trabajo infantil no se lograrán si no se logra un avance en esta región.

Mientras, en regiones como Asia y el Pacífico, Latinoamérica y el Caribe, el trabajo infantil ha mostrado una tendencia descendente en los últimos cuatro años, aunque, advierten OIT y Unicef, esta situación podría revertirse por la pandemia.

Los efectos de la pandemia

También se advierte que, a escala mundial, nueve millones de niños más corren el riesgo de ser víctimas del trabajo infantil como consecuencia de la pandemia para finales de 2022 y, según el informe, en el caso de que no dispongan de cobertura de protección social esencial, un modelo de simulación ha puesto de manifiesto que esa cifra podría aumentar a 46 millones.

Las nuevas crisis económicas y el cierre de centros educativos como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 pueden conllevar que los niños que ya se encuentran en situación de trabajo infantil trabajen más horas o en peores condiciones al tiempo que muchos otros podrían caer en las peores formas de trabajo infantil debido a la pérdida de empleo e ingresos de las familias vulnerables.

En este sentido, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, instó a los gobiernos y a los bancos internacionales de desarrollo a que “den prioridad a las inversiones en programas que permitan a los niños salir de la fuerza de trabajo y regresar a la escuela, así como en programas de protección social que faciliten esa labor a las familias”.

El trabajo infantil en cifras

El sector agrícola representa el 70% de los niños en situación de trabajo infantil (112 millones), seguido por el sector de servicios con un 20% (31,4 millones) y el sector de la industria con un 10% (16,5 millones).

- Casi el 28% de los niños de 5 a 11 años y el 35% de los niños de 12 a 14 años en situación de trabajo infantil no están escolarizados.

- El mayor porcentaje de trabajo infantil tiene lugar en las familias: más de uno de cada cuatro niños de 5 a 11 años y casi la mitad de los niños de 12 a 14 años en situación de trabajo infantil en la unidad familiar realizan tareas que probablemente dañen su salud, seguridad o moralidad.

- El trabajo infantil es más frecuente en los niños que entre las niñas, independientemente de la edad: hay 34 millones más de niños que de niñas en esta situación. Y, si se tienen en cuenta las tareas domésticas realizadas por 21 horas o más a la semana, la brecha de género se reduce casi a la mitad.

El trabajo infantil en zonas rurales (14%) es casi tres veces más frecuente que en zonas urbanas (5%).

El camino a seguir

Cabe destacar que los niños en situación de trabajo infantil corren el riesgo de padecer daños físicos y mentales. Merma la educación de los niños, restringe sus derechos y limita sus oportunidades en el futuro y da lugar a círculos viciosos intergeneracionales de pobreza y trabajo infantil. De ahí que, con el objetivo de evitar que el trabajo infantil siga aumentando, la OIT y Unicef proponen, entre otras medidas:

- Fomentar una protección social adecuada para todos que incluya prestaciones universales por hijos.

- Aumentar el gasto en una educación gratuita y de calidad y facilitar el regreso de todos los niños a la escuela, entre ellos, los que estaban sin escolarizar antes de la pandemia.

- Promover el trabajo decente para los adultos con el objetivo de que las familias no tengan que recurrir a la ayuda de sus hijos para generar ingresos familiares.

- Poner fin a las normativas de género ineficaces y a la discriminación que propician el trabajo infantil.

- Invertir en sistemas de protección de la infancia, el desarrollo del sector agrícola, servicios públicos rurales, infraestructuras y medios de subsistencia.