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Un proyecto de voluntariado corporativo pone en comunicación a empleados de grandes empresas con personas mayores aisladas por el coronavirus

Los mayores sí tienen quien les escriba

‘Cartas contra la soledad’ es el nombre del proyecto de voluntariado corporativo ideado por la entidad Voluntariado y Estrategia. Gracias a este sencillo proyecto, empleados de empresas como CaixaBank o Telefónica mantienen correspondencia con personas mayores o con discapacidad aisladas en residencias a causa del Covid-19.

Una mujer mayor en aislamiento contesta a una carta de un voluntario.
Una mujer mayor en aislamiento contesta a una carta de un voluntario.

“Querida Myriam: Malos tiempos nos han venido, pero hay que sacar lo bueno en todo y más en las personas. Prueba de ello son estas cartas que tenemos. Algún día sacaremos lección de esto y hasta podríamos conocernos personalmente. Total, Madrid y Cuenca están cerca. Espero tu carta con ilusión y seguiré contando más cosas. Ya sabes, los mayores tenemos muchas batallitas que contar”.

Esta carta refleja la sabiduría sencilla de una anciana, aislada por la amenaza del coronavirus. Es la contestación a una carta que le ha enviado una voluntaria corporativa.

Voluntarios de grandes empresas escriben estos días cartas a personas mayores que están aisladas

Voluntarios que trabajan en empresas como CaixaBank, Enagás, Pernod Ricard, Prosegur, Iberdrola y Telefónica, entre otras, escriben estos días cartas a personas mayores que están aisladas y solas en sus habitaciones de la residencia.

Desde que comenzó la emergencia del coronavirus, la organización sin ánimo de lucro Voluntariado y Estrategia, que coordina programas de voluntariado corporativo, busca cuáles podrían ser las personas más necesitadas de ayuda.

La directora de proyectos de esta entidad, Julia Aramendi, explica: “Nos hemos dado cuenta de que los más vulnerables son los ancianos de las residencias, porque estaban asustados, aislados en sus habitaciones, no pueden recibir visitas de sus familiares, no tienen actividades diarias programadas, tienen menos acceso a los medios tecnológicos…”, explica.

Entonces buscaron una alternativa viable tanto para residentes como para voluntarios, para que, sin establecer contacto físico, pudieran desplegar esas ‘conexiones mágicas’. Ese es el objetivo del proyecto ‘Cartas contra la Soledad’. Voluntariado y Estrategia piden a los empleados de estas compañías que deseen participar en el programa, que escriban cartas manuscritas. Estas luego son escaneadas y enviadas a las residencias por e-mail.

“Queremos que las cartas las escriban a mano para que sea más natural”, señala la responsable de Voluntariado y Estrategia. Después piden a los centros de mayores que escaneen las cartas de contestación de los residentes y nos las envíen también vía e-mail. “En un principio pensamos en la correspondencia física pero eso incrementaba el riesgo de contagio”.

“En la primera carta que escriben les pedimos a los voluntarios que se presenten, que le hagan preguntas a la otra persona, que la animen, que le cuenten algo de su vida y la entretengan” detalla Aramendi.

“Imagínate que una persona confinada en una habitación recibe de pronto una carta dirigida a ella”. Esa sorpresa y alegría que produce en los residentes se refleja bien en esta contestación de un interno de 89 años: “Hemos recibido las cartas con gran ilusión. Sus mensajes de ánimo nos dan alegría y valor para soportar estas circunstancias. También nos ha emocionado poder dar respuesta con nuestra gratitud a todos esos mensajes. Agradecemos a todas las personas que han dedicado un poco de su tiempo para hacer del nuestro algo más agradable, y también a todos los que lo hacen posible día a día”.

Residentes con discapacidad

La responsable de proyectos admite que cada vez ha sido más difícil acceder a las residencias de ancianos debido a los numerosos casos de fallecidos, por tanto, el programa se ha ido ampliando a centros de personas con discapacidad que están tuteladas y aisladas.

“¿A ti te afectado todo esto en tu trabajo o estás activo o en casa? Espero que en tu familia estén todos bien pues lo peor son los que están enfermos y solos. Te deseo todo bien para ti y los tuyos”. Así se expresa otra de las residentes contestando a un voluntario corporativo.

Para los voluntarios también supone una experiencia muy conmovedora recibir las contestaciones de los residentes, y así lo comunica una de ellas al personal de Voluntariado y Estrategia: “He empezado el día llorando de alegría al recibir la carta… Adjunto nueva carta con anexos para animar… Gracias y saludos”.

O también: “La respuesta me ha dado un alegrón. Contesto hoy, por supuesto. Muchas gracias” Aramendi observa que hay algo de catarsis por parte de los voluntarios, porque ellos están confinados en sus casas, pero se dan cuenta de que hay gente que está pasándolo aún peor. “Para lo sencilla que es la iniciativa está funcionando fenomenal”, dice la responsable de Proyectos.