Las mujeres trabajadoras son, según el informe, quienes se encuentran en la base de la pirámide económica: ellas ganan menos que los hombres y están sobrerrepresentadas en los empleos peor remunerados y más precarios. La brecha salarial entre hombres y mujeres en el mundo es del 23 por ciento. En España, las trabajadoras cobran de media un 20% menos que los trabajadores. Además, las mujeres son las principales afectadas por los contratos a tiempo parcial y temporales. El mercado de trabajo español penaliza con fuerza a la mano de obra femenina: el 73,9% de la población trabajadora que recibe los sueldos más bajos son mujeres. Sin embargo, dentro del grupo de las personas trabajadoras con retribuciones más altas, ellas sólo representan el 34,5%.
El 73,9% de la población trabajadora que recibe los sueldos más bajos son mujeres
"Hemos hablado con mujeres de todo el mundo cuyas vidas están marcadas por la desigualdad. Como, por ejemplo, las mujeres que trabajan en fábricas textiles vietnamitas, lejos de sus hogares y sin ver a sus hijos durante meses, a cambio de salarios de pobreza. O como las que trabajan en la industria avícola de los Estados Unidos, obligadas a llevar pañales porque no tienen descansos para ir al servicio. Terminar con la desigualdad extrema no será posible si no se acaba con la desigualdad de género”, sentencia Vera.
Asimismo, el futuro de los jóvenes, según muestra el documento, es totalmente incierto. Además de sufrir las consecuencias de empleos precarios, temporales, parciales y mal pagados, no cuentan con unas perspectivas a futuro que les permita ser positivos respecto a su vida laboral e igualdad de oportunidades. El salario anual obtenido por un joven de 26 años que accede por primera vez a un empleo es hoy un 33% inferior al ganado en 2008, con mayor temporalidad y trabajo parcial.