El reciente informe publicado por Forética ‘El momento de la transformación necesaria: La Agenda 2030 como guía para la recuperación global’ pone de manifiesto cómo se ha ido “retrocediendo”, durante estos últimos meses y por la pandemia, en algunos de los avances conseguidos entorno a la Economía Circular.
Como respuesta, Naciones Unidas ha propuesto llevar a cabo una transformación de los sistemas, en los que la economía circular y la importancia de desvincular el crecimiento económico del impacto ambiental, son aspectos prioritarios.
En este sentido,el director de Forética, Germán Granda, considera que ahora es el momento adecuado para "aprovechar las lecciones aprendidas de esta crisis e iniciar las transiciones necesarias para construir una sociedad más sostenible y resiliente”.
Un aspecto clave, si se tiene en cuenta que este ‘Grupo de Acción de Economía Circular’ será el responsable de redefinir las estrategias de sostenibilidad en la que se marcarán unos objetivos más ambiciosos para acelerar la acción en materia de economía circular.
Es preciso la transformación de los sistemas a fin de priorizar la economía circular y el crecimiento económico, sobre el impacto ambiental
Por ello, dicho Grupo, encabezado por doce grandes empresas, se ha marcado como misión el desarrollo de unos “ejes clave” para el desarrollo de líneas de actuación y de herramientas a fin de lograr el objetivo ‘Residuos Zero’.
Asimismo, entre sus “retos” se contempla la necesidad de reforzar la colaboración público-privada a través de alianzas y su contribución a los marcos actuales, como la Estrategia Española de Economía Circular; en avanzar en las medidas sobre financiación o innovación para acelerar la economía circular.
Y por último, y no por ello menos importante, “se analizará el vínculo con otros grandes retos ambientales, como el cambio climático, la protección del capital natural o la sostenibilidad urbana”, como ha explicado la responsable del Grupo de Acción de Economía Circular de Forética, Elena Ruíz.
Un firme compromiso para poder avanzar
En este sentido, cabe destacar que tanto el Pacto Verde Europeo como la Estrategia Española de Economía Circular contemplan unos marcos muy ambiciosos para la acción empresarial.
Para logralo, es preciso el firme compromiso de todas las compañías en temas relacionados con la reducción del desperdicio de alimentos (un 50% per cápita en el hogar y consumo minorista, y un 20% en las cadenas de producción y suministro a partir de 2020) o la gestión responsable de los plásticos (tal como se recoge en el último informe de Forética sobre la nueva economía de plásticos).