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Según un documento de Forética

Abordar las emisiones de Alcance 3, una oportunidad clave para demostrar liderazgo en la lucha contra el cambio climático

Es una de las principales conclusiones de un documento elaborado por el Clúster de Cambio Climático de Forética que sostiene que dar un paso al frente en este ámbito concreto representa un claro factor diferenciador a la hora de mostrar proactividad frente al calentamiento global. El texto, además, analiza el papel y los principales desafíos asociados a la medición de este tipo de emisiones.

Afrontar la importancia del Scope 3 permite a las compañías mostrar la firmeza de su acción climática.
Afrontar la importancia del Scope 3 permite a las compañías mostrar la firmeza de su acción climática.

El documento ‘La importancia del Scope 3. De la medición de mi propio impacto a la consideración de mi cadena de valor’ incide en que el análisis y la gestión de las emisiones de Alcance 3 permitirán a las organizaciones mostrar la firmeza de la acción climática que han emprendido, dar respuesta a las demandas de información de sus principales stakeholders (clientes e inversores) y atender los requerimientos regulatorios en materia de reporting de sostenibilidad.

El trabajo, realizado por el Clúster de Cambio Climático, liderado por Forética, admite que abordar una cuestión de esta envergadura requiere una clara comprensión, gobernanza y una supervisión de toda la cadena de suministro y que, además, todo ello permitirá identificar los focos de vulnerabilidad en cuanto a riesgos futuros, en particular, a aquellos asociados a la transición hacia una economía de cero emisiones netas.

A lo largo del texto, los autores dan respuesta a diferentes interrogantes que podrían estar formulándose desde el sector privado en torno a estas emisiones de Alcance 3, como el papel que estas desempeñan en la consecución de las cero emisiones netas; los principales retos de su medición; las metodologías reconocidas internacionalmente para calcular la huella de carbono; las categorías que contempla el Alcance 3; el proceso y las consideraciones que se deben tener en cuenta para realizar su medición; cómo reportar los resultados de la misma; y las principales acciones y herramientas para reducir estas emisiones.

Papel de la medición y principales retos

En cuanto al papel de la medición de las emisiones de Alcance 3 en la consecución de un estado de cero emisiones netas, el documento ‘La importancia del Scope 3. De la medición de mi propio impacto a la consideración de mi cadena de valor’ recuerda que, cada vez más, las organizaciones deberán rendir cuentas de sus emisiones, sobre todo, a medida que se vaya reduciendo el tiempo de acción y persista el incremento de los efectos del cambio climático.

En este sentido, señala que actuar con respecto a las emisiones de Alcance 3 podría ser la clave para hacer posible el logro de los objetivos climáticos. Y que, por ello, esta acción se encuentra actualmente entre las mejores prácticas puesto que es un requisito de reporte en los principales marcos e iniciativas internacionales y un criterio excluyente para el establecimiento de objetivos de reducción en base a la ciencia y de objetivos Cero Neto.

Sin embargo, también subraya la existencia de determinados retos de diversa índole para el sector privado a la hora de acometer la medición de este tipo de emisiones. Por ejemplo, en las grandes organizaciones multinacionales, sus fuentes de emisión pueden estar repartidas por todo el mundo, por lo que, de cara a generar impacto, estas compañías deberán tener un conocimiento profundo de diversos factores culturales, legislativos y de índole práctica.

Asimismo, el trabajo de Forética plantea como desafíos para las organizaciones la dificultad para calcular las emisiones de Alcance 3, puesto que la recopilación de datos suele depender de terceros; la disparidad y complejidad de la cadena de valor actual; la descentralización, que hace que estas emisiones vayan más allá del control directo de una organización; y la confusión existente en la actualidad sobre cuáles son las mejores prácticas en la gestión de las emisiones de Alcance 3.

Proceso de cálculo y evaluación

En otro de sus bloques, el trabajo se centra en el proceso de medición de las emisiones de Alcance 3 y, en este sentido, arranca con una explicación de las principales metodologías reconocidas internacionalmente para el cálculo de la huella de carbono: el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero y la norma ISO 14064:1 (2018).

También profundiza en las categorías que componen las emisiones de Alcance 3. En este caso, destaca que existen dos principales dentro de las que se incluyen un total de 15 subcategorías. En la primera de ellas, ‘aguas arriba’, se encuentran las siguientes: compra de bienes y servicios; transporte y distribución aguas arriba; viajes de negocio; activos arrendados por la empresa; bienes capitales; tratamiento de residuos; commting empleados; y actividades relacionadas con la energía. Y, en la segunda, ‘aguas abajo’, menciona los activos arrendados por la empresa; el uso de productos vendidos; el transporte y distribución aguas abajo; el procesamiento de productos vendidos; las franquicias; y las inversiones.

En cuanto al proceso de medición de las emisiones de Alcance 3, el documento propone seguir una serie de pasos. En primer lugar, evaluar la situación actual de la empresa mediante un análisis para corresponder su actividad con las 15 categorías del protocolo GEI. Tras ello, la organización podrá definir los límites y las inclusiones/exclusiones de las emisiones de Alcance 3 e identificar los datos necesarios para calcularlas y analizarlas.

En una segunda etapa, sugiere examinar el proceso actual de reporting para identificar las fuentes de datos disponibles para cada actividad relevante y, a partir de ahí, determinar la metodología de cálculo más apropiada. En la tercera, por su parte, el estudio advierte que ya se puede comenzar a avanzar en el cálculo de las emisiones de Alcance 3. Y, para ello, se debe aplicar la metodología más apropiada para cada actividad para calcular las emisiones empleando factores de conversión para cada fuente de emisiones y, de este modo, obtener la huella de carbono de Alcance 3.

Y, por último, a partir de estos resultados, las organizaciones podrán examinar las fuentes de emisiones más significativas con el fin de centrar los esfuerzos para mejorar la calidad de los datos primarios, el cálculo y la reducción de las emisiones.

Herramientas de reducción

En su parte final, el informe ‘La importancia del Scope 3. De la medición de mi propio impacto a la consideración de mi cadena de valor’ expone algunas de las herramientas para reducir las emisiones de Alcance 3 y propone un plan de acción para avanzar hacia este objetivo.

En este sentido, señala que es “de vital importancia” involucrar a las personas adecuadas de la organización en el proceso desde el principio y, además, conseguir que los stakeholders sean partícipes para asegurar el éxito de las iniciativas.

También sugiere el documento plantear objetivos basados en la ciencia (SBT, por sus siglas en inglés) ambiciosos, pero, al mismo tiempo, realistas. En este punto, explica que estos objetivos alinean la reducción de emisiones con la última ciencia climática para limitar el calentamiento del planeta a un incremento de 1,5ºC por encima de los valores preindustriales (o muy por debajo de los 2ºC).

Y, en último término, el Clúster de Cambio Climático insta a pasar a la acción, centrándose en las áreas prioritarias identificadas durante la fase de análisis, y detalla algunas acciones en tres ámbitos –en la cadena de suministro, de forma interna y aguas abajo– que podrían implementarse para lograr la reducción de estas emisiones de Alcance 3.

Cadena de valor y acciones internas y aguas abajo

En la cadena de valor, el texto señala que las acciones podrían contemplar las siguientes medidas: la revisión y el establecimiento de nuevos criterios para proveedores; la comunicación y los incentivos para mejorar la calidad de los datos y el desempeño respecto al clima; el desarrollo de una estrategia para logística de terceros; el establecimiento de objetivos en los criterios de aprovisionamiento; y la colaboración con los involucrados para mejorar los productos y la búsqueda de alternativas de bajas emisiones.

De forma interna, Forética enumera acciones como la sensibilización a empleados y la formación interna; las políticas de viaje que prioricen el uso de teleconferencias y de transporte ferroviario; la participación de los equipos que realizan viajes de negocios y el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones; los incentivos y las recompensas para impulsar un cambio de comportamiento más responsable; y la fijación de un precio interno al carbono.

Finalmente, el documento señala que, aunque las compañías suelen tener un menor grado de influencia en las emisiones aguas abajo, para lograr una reducción, pueden desarrollar acciones como la comunicación y el compromiso con el cliente; las opciones de inversión y desinversión; y la innovación de productos para mejorar su eficiencia durante la fase de uso.