Según una encuesta realizada entre 400 personas mayores de edad de todo el país, un 34,5 por ciento de los consultados asegura haber oído algo sobre economía circular pero no sabría explicar en qué consiste, y un 19,5 por ciento reconoce no haber oído hablar nunca de este nuevo modelo económico por el que están apostando cada vez más las instituciones a nivel global para avanzar hacia un sistema de producción y consumo más sostenible.
La consulta llevada a cabo muestra una preocupación mayoritaria de la población por el cambio climático: el 68 por ciento considera que toda la ciudadanía debe tomar partido de forma urgente y poner de su parte para asegurar la supervivencia del planeta. Al preguntarles si mantienen una actitud responsable al respecto, un 40 por ciento considera que hace todo lo que está en su mano: reciclar, evitar los plásticos de un solo uso, comprar productos ecológicos, no malgastar la luz y el agua, utilizar el transporte público, etc. No obstante, un 58 por ciento intenta practicar hábitos sostenibles pero es consciente de que podría hacer mucho más.
Un 58% intenta practicar hábitos sostenibles pero es consciente de que podría hacer mucho más
Consultados sobre qué hacen con los bienes u objetos que ya no utilizan -con la posibilidad de seleccionar varias opciones-, la respuesta mayoritaria (64 por ciento) es que se deshacen de ellos, procurando reciclarlos o llevarlos al punto limpio; un 7 por ciento directamente los tira a la basura, y un 11 por ciento los acumula en casa o en el trastero.
Pero son notables los porcentajes de quienes buscan la manera de darles una segunda vida: un 37 por ciento los vende a través de plataformas de compraventa de segunda mano, un 31 por ciento los regala a algún familiar, amigo o conocido y un 21 por ciento los dona a asociaciones u ONG.
Respecto a cómo se sienten por el hecho de donar o regalar algo -pudiendo elegir varias opciones-, el 76 por ciento reconoce que le hace sentir bien saber que sus pertenencias pueden seguir aportando valor a otras personas, un 22 por ciento se quita un peso de encima por deshacerse de ello sin tener que tirarlo estando en buen estado y un 15 por ciento siente que está contribuyendo a un modelo de consumo más responsable, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
¿Comprar o reutilizar?
En cuanto a si reutilizan productos en lugar de comprarlos nuevos, tan solo hay un 12 por ciento que prefiere comprarlo todo nuevo; el 88 por ciento restante se divide entre quienes con frecuencia compran bienes de segunda mano (26 por ciento), quienes solo lo hacen a veces y con determinado tipo de productos (54 por ciento) y quienes solo reutilizan cosas que les ha regalado alguien que conocen (8 por ciento).
Entre los motivos que les llevan a reutilizar productos -pudiendo elegir varios de ellos-, destacan los que hacen referencia al ahorro: el 47 por ciento admite que le gusta esta práctica porque es posible encontrar cosas en muy buen estado por un precio muy inferior; y el 43 por ciento lo hace porque es bueno para la economía doméstica. No obstante, un 38 por ciento valora la posibilidad de aprovechar algo que otra persona ya no necesita y al mismo tiempo evitar un gasto innecesario, y un 22 por ciento afirma que le gusta practicar un consumo responsable y por responsabilidad social y ambiental prefiere reutilizar siempre que le es posible.
La encuesta revela también que la tendencia a la reutilización de bienes de consumo está creciendo en los últimos años: el 88% de los encuestados afirma que reutiliza ahora más que antes. De ellos, un 63 por ciento afirma haber tomado conciencia de que no es necesario adquirir productos nuevos cuando hay otros usados que pueden dar el mismo servicio; y un 25 por ciento a que en momentos económicamente complicados es una alternativa que permite disponer de aquello que se necesita sin necesidad de comprarlo.