Ante la expansión de estos puntos de abastecimiento energético para la flota de vehículos eléctricos e híbridos, cuyo incremento va a ser constante en los próximos años hasta desplazar al automóvil tradicional de motor de combustión, para el Cermi resulta “imprescindible” que los espacios de recarga sean “plenamente accesibles” para todo tipo de conductores, tanto personas con discapacidad como personas mayores.
Según señala, las electrolineras "deben reunir condiciones de accesibilidad y de diseño para todas las personas", de tal forma que cualquier usuario de las mismas pueda utilizarlas "de modo autónomo, cómodo y seguro, sin exclusión por razón de discapacidad o edad avanzada".
Este objetivo pasa por que las nuevas estaciones eléctricas sean accesibles, para lo cual el Cermi opina que “es necesario” contar con una normativa estatal, ahora inexistente, aplicable a todo el territorio y que precise los parámetros técnicos de accesibilidad y usabilidad.
Para el Cermi, “no cabe permitir que surjan nuevas instalaciones y servicios, como las electrolineras, que en poco tiempo serán el paisaje familiar para todos los conductores, sin que estas sean accesibles”. “La sostenibilidad es también y, sobre todo, social”, indica.