Según los datos recopilados en el estudio, el 70% de la fuerza laboral mundial está expuesta a riesgos significativos a causa de fenómenos climáticos extremos, una cifra que deja mucha preocupación y que resalta la urgencia de abordar esta crisis emergente.
Los trabajadores de todo el mundo se enfrentan a numerosos peligros fruto del cambio climático, desde el calor extremo y la radiación ultravioleta hasta fenómenos meteorológicos de carácter extremo, así como la contaminación del aire en el lugar de trabajo.
Riesgos que no sólo pueden causar lesiones físicas de forma inmediata, sino que también aumentan la incidencia de enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardiovasculares, afecciones respiratorias y problemas de salud mental y afectan tanto a la calidad de vida como a la productividad en el ámbito laboral.
En informe alerta de que hay 1.600 millones de trabajadores expuestos a la contaminación atmosférica en el trabajo, con más de 860.000 muertes al año entre personas que trabajan al aire libre. Pero el sector de la agricultura también sufre con creces este impacto, ya que más de 870 millones de trabajadores de la agricultura, que probablemente sea a causa de la exposición a pesticidas, se cobra la vida de más 300.000 personas por año debido al envenenamiento por pesticidas.
Igualmente, lamenta que miles de personas mueren y resultan heridas cada año por causas de fenómenos meteorológicos extremos y catástrofes naturales, como sequías, inundaciones, incendios forestales y huracanas. Todo ello supone una amenaza para el bienestar de los trabajadores a largo plazo. En este sentido, el informe señala que hay 2,06 millones de muertes causadas por riesgos meteorológicos, climáticos e hidrológicos desde 1970 hasta 2019.
Acciones con urgencia
Ante la gravedad de la situación, la publicación hace hincapié en tomar medidas con urgencia para proteger la salud y la seguridad de todos los trabajadores. Como propuesta, quiere implementar políticas y legislación específicas, así como campañas de sensibilización en los lugares de trabajo, con el objetivo de reducir la exposición de riesgos y promover entornos laborales seguros y saludables.
Asimismo, destaca la necesidad de tratar el cambio climático de manera integral, no sólo para proteger la salud de los trabajadores, sino también para salvaguardar el medioambiente y poder asegurar un futuro sostenible para las generaciones futuras. Por ello, la colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad en su conjunto se presenta como un enclave para enfrentar este desafío mundial con éxito.