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Carmen Sánchez-Miranda, directora de ONU-Hábitat en España

"Las ciudades son el hilo invisible que une todos los ODS"

Dentro de 30 años, tres de cada cuatro habitantes del planeta vivirá en una ciudad, por lo que es en los núcleos urbanos donde principalmente la Humanidad se va a jugar su futuro. Hablamos de ello con la responsable de ONU-Hábitat en España, Carmen Sánchez-Miranda.

Carmen Sánchez-Miranda (Foto: Red Española del Pacto Mundial).
Carmen Sánchez-Miranda (Foto: Red Española del Pacto Mundial).

Lleva siete años al frente de la oficina española de ONU-Hábitat, la organización de Naciones Unidas que se ocupa de todo lo relativo a las ciudades, la urbanización y los asentamientos humanos. Debido a su dilatada experiencia en cooperación al desarrollo, a Carmen Sánchez-Miranda le sale de manera natural pensar en la mitad de la población que tiene menos recursos y oportunidades. No hay asentamiento o comunidad humana, por pobre u olvidada que esté, que quede fuera de sus reflexiones y llamamientos. 

El pasado Día Mundial de las Ciudades se centró en la innovación. ¿Por qué?

Las ciudades son el lugar donde seguimos teniendo mayores retos, por eso el Día Mundial es un instrumento para hacer llamadas a la comunidad internacional, a la comunidad local, a tu vecino, etc. y generar un debate que permita crear conciencia. Este año hemos puesto el foco en la innovación porque creemos que, si seguimos creciendo al ritmo al que lo estamos haciendo y con los modelos actuales, no lograremos alcanzar un mejor mundo urbano para todos. Así que necesitamos hacer las cosas de otra manera, ser innovadores.

"Sin planificación urbanística bien diseñada y gestionada, no hay camino posible para la sostenibilidad de las ciudades"

Se trata entonces de 'innovación' en su sentido más amplio...

La innovación no son solo los cambios en el ámbito digital, sino que abarca desde las pequeñas ideas que cambian el modo de hacer las cosas hasta las tecnologías de vanguardia más complejas. Son cambios transformadores que se pueden dar en pequeñas comunidades o en las grandes ciudades. La cuestión es que nos permitan hacer las cosas de otra manera y llegar a todos.

La innovación tecnológica es una espada de doble filo: puede generar desarrollo o bien aumentar desigualdades...

Hay que recordar que casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a un teléfono móvil ni a Internet. La cuestión es cómo hacemos que esos cambios pueden ayudar a esa mitad para no incrementar la brecha digital. Por eso, cuando hablamos de innovación, también nos referimos a mejorar el acceso a servicios públicos urbanos, a nuevas prácticas que hagan la transformación digital más inclusiva o a cuestiones como la generación de energía renovable en las ciudades. Tenemos que preguntarnos cómo hacemos que esa innovación propicie cambios transformadores que lleguen a todos y no solo a algunos. Hay una buena parte del discurso sobre ‘ciudades inteligentes’ que está centrado en tecnologías de vanguardia que solo llegan a una élite de la población en las ciudades. Nosotros planteamos que estos cambios tienen que llegar a todos. 

"Buena parte del discurso sobre ‘ciudades inteligentes’ se centra en tecnologías que solo llegan a una élite de la población"

Además de la innovación, Naciones Unidas subraya la importancia de la planificación urbanística como herramienta de desarrollo sostenible. ¿Por qué?

Este es uno de los pilares básicos del éxito: una urbanización que genere prosperidad. Sin planificación, no hay camino posible para la sostenibilidad de las ciudades. No toda la urbanización conlleva un crecimiento igualitario y accesible para todos, pero tiene ese potencial de convertirse en un generador de valor, siempre y cuando está bien diseñada, bien planificada y bien gestionada. Podemos hacer que las ciudades reciban a la migración rural de una manera sostenible o que crezca de manera espontánea generando esas áreas circundantes de mayor pobreza como vemos tantas veces en los países de menor renta.

¿El ODS 11 puede ser la llave para el cumplimiento de todos los demás objetivos de la agenda de desarrollo sostenible?

Las ciudades son el hilo invisible que une todos los ODS. La dimensión de la agenda urbana va mucho más allá del ODS 11. Dos tercios de los indicadores de la Agenda 2030 se miden en el espacio local, tienen una dimensión urbana y se ven seriamente afectados por las políticas urbanas. Cuestiones que tienen que ver con la movilidad, con la vivienda, con la regeneración urbana, con el acceso al espacio público… tienen implicaciones en objetivos y metas que van más allá del ODS 11: tienen que ver con la reducción de la pobreza, con el acceso a la salud, con la creación de empleo… Como decía el anterior secretario general de Naciones Unidas, la batalla de los ODS se gana o se pierde en las ciudades. Y cuando digo ciudades también me refiero a cualquier tipo de asentamiento humano.

"Además de oportunidades de educación y empleo, quienes llegan a las ciudades también deben hallar oportunidades de convivencia y de cohesión social" 

¿Cómo se debe hacer la planificación urbanística para que las ciudades sean lugar de encuentro y convivencia, y no una amalgama de guetos?

La planificación incluye también el diseño del espacio público. Y el espacio público es el alma de la ciudad: es el lugar de encuentro, de convivencia, ese lugar donde se suscita una identidad común y un sentimiento de pertenencia a la ciudad. Y el diseño del espacio público no solamente tiene que contemplar la cantidad de superficie que le dedicamos sino también la accesibilidad. Y lamentablemente, lo que nos están diciendo nuestros estudios es que la tendencia es justamente la contraria a la que esperamos: en este rápido crecimiento urbano que se está produciendo están reduciéndose las áreas planificadas y los espacios públicos. Nosotros creemos que el 30 por ciento de las ciudades debería estar destinado a espacio público, que son los parques pero también las calles por donde discurre el transporte público o los accesos de un lugar a otro. En este momento, a nivel global no llegamos al 21 por ciento y la tendencia es decreciente.

Así que la gente que está llegando a vivir a las ciudades cada vez tiene menos lugares de encuentro y convivencia...

La gente se mueve de las zonas rurales a las urbanas en busca de mejores oportunidades, por tanto, debemos pensar en que además de que puedan tener más oportunidades de educación, empleo, etc. puedan también encontrar oportunidades de convivencia y de cohesión social. Es una migración no incentivada, es la gran migración de la humanidad. El gran reto es conseguir que las ciudades se conviertan en ese lugar de cohesión social.