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ONCE y Foaps editan el folleto divulgativo '¡Ojo!...¿oído?'

Gallego&Rey, la sordoceguera explicada con humor (gráfico)

El ingenio de los humoristas gráficos Gallego y Rey llena las páginas de '¡Ojo!...¿oído?', un folleto divulgativo, editado por la ONCE y Foaps, que tiene como objetivo acercar a la sociedad española la poco conocida realidad de las personas sordociegas.

Andrés Ramos, Raquel Alba, Julio Rey y José María Gallego (Foto: Javier Regueros)
Andrés Ramos, Raquel Alba, Julio Rey y José María Gallego (Foto: Javier Regueros)

Un hobbit con manos enormes, un míster Spock con audífono y gafas oscuras, un astronauta, un ovni, unas figuras de ajedrez... la imaginación desbordante de los humoristas gráficos José María Gallego (Madrid, 1955) y Julio Rey (Madrid, 1955) se sirve de todo tipo de recursos para tratar con humor un tema tan delicado como la sordoceguera. Lo hacen en '¡Ojo!... ¿oído?', un pequeño libro divulgativo que plasma la realidad de las personas sordociegas, y que la ONCE ha editado en colaboración con la Fundación ONCE de Atención de Personas con Sordoceguera (Foaps).

'¡Ojo!... ¿oído?' ha sido presentado en el marco de la Feria del Libro de Madrid, en un acto conducido por Raquel Alba, una joven sordociega que, con la ayuda de su intérprete Miriam García, ha contado cómo a su sordera se fue sumando, durante su adolescencia, una pérdida progresiva de visión que le ha llevado a conservar solamente un pequeño resto visual. Raquel se sirve de un implante coclear para escuchar y sabe comunicarse oralmente y con lengua de signos.

Gallego: "Es una lección para todos la voluntad y el amor a la vida con que se toman el día a día estas personas"

Con esta iniciativa ha colaborado también la Unidad Técnica de Sordoceguera de la ONCE, que se ha encargado de la elaboración de los textos.

A través de las viñetas e ilustraciones de Gallego&Rey, con el apoyo de textos explicativos, '¡Ojo!... ¿oído?' trata de mostrar, con rigor pero con su humor característico, la realidad de estas personas en la sociedad, mediante breves descripciones sobre la sordoceguera, a la vez que ofrece una serie de pautas y recomendaciones de comunicación que hay que tener en cuenta a la hora de dirigirse a una persona sordociega.

El presidente de Foaps, Andrés Ramos, ha explicado las razones que movieron a la ONCE y su fundación para las persona sordociegas a lanzar este proyecto: “Las personas sordociegas son muy invisibles y habría que hacer algo para que la sociedad española las conociera más y ayudar así a eliminar barreras de conocimiento y comunicación que son las peores. Una escalera se puede quitar pero un prejuicio siempre es más duro”.  

El libro se inicia con la propia definición de lo que es la sordoceguera y, a partir de ahí, va desmenuzando los diferentes grados y formas que pueden presentarse y las necesidades a las que se enfrenta cada persona sordociega de forma individualizada. El grueso de la información está dirigido a mostrar cuáles son las principales vías y métodos que posibilitan la comunicación de estas personas con el resto y viceversa. Todo ello siempre bajo la particular visión de los humoristas gráficos.

En palabras de Ramos, "es un folleto muy sencillo, pensado para el gran público, para los ciudadanos y es una herramienta nueva que va a servir para que cualquiera que se asome a este balcón de la sordoceguera pueda entender lo que es este colectivo que, aunque es muy pequeñito, tiene muchas ganas de participar en la sociedad".

Rey: "Se pone uno a pensar lo que supone la vida para una persona sordociega y lo nuestro es una broma”

Es la segunda vez que Gallego&Rey se acercan a la realidad de una discapacidad, ya que hace 10 años diseñaron “Ojo”, una guía editada por la ONCE sobre cómo tratar a la personas ciegas. Gallego, el dibujante de la pareja, ha afirmado: “Suponía un gran reto tomarse esto con humor, pero comprendimos que era una lección para todos nosotros la voluntad y el amor a la vida con que se toman su día a día estas personas”.

 “Para nosotros ha sido absolutamente gratificante este trabajo”, ha asegurado Rey, el guionista, quien también reconoce que no ha sido un asunto fácil. “Se pone uno a pensar lo que supone la vida para una persona sordociega y lo nuestro es una broma”, destaca el humorista, que añade: “Teníamos una obligación moral de sacar adelante el proyecto y sacarlo con calidad”.

Por último, Rey bromeó con el signo que le había asignado la intérprete de lengua de signos para referirse a su apellido y que consistía en imitar con sus manos una corona. “Ya quisiera Felipe VI tener la corona que me habéis dado”, cometó jocoso el guionista.