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Informe del IPCC sobre el cambio climático

El cambio climático: “una alerta roja para la humanidad”

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas ha publicado su último informe sobre cómo el calentamiento global cambiará nuestro planeta en las próximas décadas.

Calentamiento acelerado del planeta
Calentamiento acelerado del planeta

Un demoledor informe de la ONU advierte de los efectos devastadores del cambio climático y responsabiliza a la humanidad del aumento de fenómenos meteorológicos extremos. Según indica la primera entrega de este sexto informe de evaluación del IPCC, resulta “inequívoco” que la humanidad “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”, lo que supone un cambio climático “generalizado y rápido, que se está intensificando”.

Los científicos del clima de la ONU están observando cambios en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto. Y, según alertan, muchos de los cambios observados en el clima “no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años” y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como el aumento continuo del nivel del mar, “no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios”.

Sin embargo, señala que una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero permitiría limitar el cambio climático. En este sentido, aunque las mejoras en la calidad del aire serían rápidas, podrían pasar entre 20 y 30 años hasta que las temperaturas mundiales se estabilizasen.

“Este informe refleja unos esfuerzos extraordinarios realizados en circunstancias excepcionales”, advirtió el presidente del IPCC, Hoesung Lee, durante un encuentro virtual de aprobación de este informe que reunió a los 195 gobiernos miembros del IPCC.

Un informe que refleja unos “esfuerzos extraordinarios” realizados en “circunstancias excepcionales”

Para él, “las innovaciones y los avances en climatología reflejados en este informe constituyen una aportación inestimable para las negociaciones y la toma de decisiones sobre el clima".

Calentamiento acelerado

En el informe, se ofrecen nuevas estimaciones sobre las probabilidades de sobrepasar el nivel de calentamiento global de 1,5 ºC en las próximas décadas y se concluye que, a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 ºC o incluso a 2 ºC “será un objetivo inalcanzable”.

Según este estudio, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas son responsables de un calentamiento de aproximadamente 1,1 °C desde 1850-1900 y se prevé que “la temperatura mundial promediada durante los próximos 20 años alcance o supere un calentamiento de 1,5 ºC”. Una estimación que proviene de la mejora de los conjuntos de datos de observación para evaluar el calentamiento histórico, así como de los progresos en el conocimiento científico de la respuesta del sistema climático a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ser humano.

“Este informe es una constatación de la realidad”, dijo la copresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC, Valérie Masson-Delmotte. “Ahora tenemos una visión mucho más clara del clima pasado, presente y futuro, lo que es fundamental para entender hacia dónde nos dirigimos, qué se puede hacer y cómo podemos prepararnos”, subrayó.

Todas las regiones se enfrentan a cambios crecientes

Si bien muchas de las características del cambio climático dependen directamente del nivel de calentamiento global, a menudo lo que experimentan las personas es muy distinto de ese promedio mundial. Por ejemplo, el calentamiento en la superficie terrestre es superior al promedio mundial y, particularmente en el Ártico, el calentamiento es más del doble.

“El cambio climático ya afecta de múltiples maneras a todas las regiones de la Tierra. Todo aumento del calentamiento exacerbará los cambios que estamos experimentando”, declaró el copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC, Panmao Zhai.

“El cambio climático está provocando ya cambios regionales”

Así, las proyecciones del informe indican que en las próximas décadas los cambios climáticos aumentarán en todas las regiones. Según el informe, con un calentamiento global de 1,5 °C, se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías, mientras que, con un calentamiento global de 2 °C, los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.

Sin embargo, no es cuestión únicamente de la temperatura. Como consecuencia del cambio climático, las diferentes regiones experimentan distintos cambios, que se intensificarán si aumenta el calentamiento; en particular, cambios en la humedad y la sequedad, los vientos, la nieve y el hielo, las zonas costeras y los océanos.

Un ejemplo de ello es que el cambio climático está intensificando el ciclo hidrológico. Esto conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas, así como unas sequías más intensas en muchas regiones. Asimismo, el cambio climático está afectando a los patrones de precipitación. En las latitudes altas, es probable que aumenten las precipitaciones, mientras que se prevé que disminuyan en gran parte de las regiones subtropicales. Se esperan cambios en las precipitaciones monzónicas, que variarán según la región.

Además, las zonas costeras experimentarán un aumento continuo del nivel del mar a lo largo del siglo XXI, lo que contribuirá a la erosión costera y a que las inundaciones costeras sean más frecuentes y graves en las zonas bajas. Los fenómenos relacionados con el nivel del mar extremo que antiguamente se producían una vez cada 100 años podrían registrarse con una frecuencia anual a finales de este siglo.

También implica que un mayor calentamiento amplificará el deshielo del permafrost (parte profunda del suelo de las regiones frías permanentemente helada), así como la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo y la pérdida del hielo marino del Ártico en verano.

Otro ejemplo sería que los cambios en el océano, como el calentamiento y la acidificación del océano, el aumento de la frecuencia de las olas de calor marinas y la reducción de los niveles de oxígeno, están claramente relacionados con la influencia humana. Estos cambios afectan tanto a los ecosistemas de los océanos como a las personas que dependen de ellos y continuarán produciéndose al menos durante el resto del siglo.

En el caso de las ciudades, algunos aspectos del cambio climático pueden verse amplificados, en particular, el calor (ya que las zonas urbanas suelen ser más cálidas que sus alrededores) y las inundaciones debidas a episodios de precipitaciones intensas y al aumento del nivel del mar en las ciudades costeras.

En este sentido, los científicos de la ONU afirman que en este sexto Informe de evaluación se ofrece por primera vez un análisis más detallado del cambio climático a nivel regional (prestándose especial atención a la información útil que puede servir de base para la evaluación de riesgos, la adaptación y la adopción de otras decisiones), así como un nuevo marco que ayuda a traducir los cambios físicos del clima (calor, frío, lluvias, sequías, nieve, viento, inundaciones costeras, etc.) en lo que representan para la sociedad y los ecosistemas.

La influencia humana en el clima pasado y futuro

“Desde hace décadas es evidente que el clima de la Tierra está cambiando y el papel de la influencia humana en el sistema climático es indiscutible”, dijo Masson-Delmotte. Sin embargo, en el nuevo informe, también se reflejan importantes avances en los fundamentos científicos de la atribución, es decir, en la comprensión del papel que desempeña el cambio climático en la intensificación de determinados fenómenos meteorológicos y climáticos, como las olas de calor extremas y las precipitaciones intensas.

“El papel de la influencia humana en el sistema climático es indiscutible”

Por último, en el estudio, también se pone de manifiesto que las acciones humanas todavía pueden determinar el curso futuro del clima. Hay pruebas claras de que el dióxido de carbono (CO2) es el principal causante del cambio climático, aunque otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos también afectan al clima.

Según Zhai, “si queremos estabilizar el clima, será necesario reducir de forma sustancial, rápida y sostenida las emisiones de gases de efecto invernadero para finalmente lograr cero emisiones netas de CO2. Asimismo, limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, podría ser beneficioso tanto para la salud como para el clima”.